Cesáreo Mora Gaona, hijo predilecto de Argamasilla de Calatrava por el espíritu solidario que caracterizó su labor como practicante y enfermero durante su vida profesional y como loable juez de paz a lo largo de medio siglo, ha fallecido este 28 de junio de 2017 a la edad de 85 años.
“Deja un imborrable recuerdo entre todos los paisanos que le conocimos y especialmente entre quienes tuvieron la suerte de tratarlo de una manera más personal”. Son las palabras de la alcaldesa, Jacinta Monroy, quien en nombre de toda la Corporación Municipal y del resto de la población rabanera en general, transmite así las condolencias públicas a su familia y a sus amigos.
“Somos plenamente conscientes de que una persona con tan hondo calado moral y de entrega a los demás y que también lo ha dado todo por su familia hace que el dolor sea mucho más intenso, pero estamos seguros de que el afecto que todos en Argamasilla de Calatrava sentíamos hacia su persona hará más llevadero estos días en que su ausencia empezará a ser más patente”, apunta la regidora.
Este jueves, 29 de junio, en el transcurso de la sesión ordinaria del Pleno que reunirá a los miembros de la Corporación municipal, los ediles guardará un respetuoso minuto de silencio para honrar así también su memoria desde el ámbito más institucional del Ayuntamiento.
Breve semblanza
Cesáreo Mora Garona nacido en Argamasilla de Calatrava en 1932, no ha escatimó ni tiempo ni trabajo para estar al lado de las personas que lo necesitaron. Eso sí, con un gran esfuerzo personal durante toda su trayectoria.
De niño trabajo en el campo con su padre al tiempo que estudiaba, y gracias al apoyo de todos los que supieron reconocer su valía, estudio enfermería, desplazándose a pie para los exámenes de bachillerato a Puertollano y en bicicleta a Ciudad real para realizar las prácticas. Incluso aprobó en Madrid los exámenes de medicina.
Tras poner una consulta en Argamasilla de Calatrava comenzó su entrega y dedicación a las personas que requerían de su trabajo, cobrase o no por esta atención. Nunca tuvo reparos para ir a asistir a una mujer parturienta fuese la hora que fuese.
Fue también juez de paz, y su labor mereció que fuese reconocido con la Cruz de san Raimundo Peñafort.
De todo ello ha dejado un valioso testimonio en el libro ‘Relatos de una vida: Cesáreo Mora Gaona’, que meses atrás era editado y que es posible consultar en la Biblioteca Pública ‘Medrano’ de la población que le vio nacer.