Porzuna ha cumplido con la tradición y se ha echado a las calles para vivir su arraigada fiesta del Corpus Christi, declarada Fiesta de Interés Turístico Regional y Bien de Interés Cultural Inmaterial, es una de las citas más importantes que se celebran en el municipio.
Cientos de personas visitaron ayer la localidad ciudadrealeña de Porzuna para ver su tradicional fiesta del Corpus, a sus danzantes y sus inigualables alfombras de serrín y sal.
En torno a las ocho de la tarde, daba comienzo una de las procesiones más singulares que tienen lugar en toda España. La centenaria danza pausada que protagonizan doce danzantes representando a los doce apóstoles, convierte a esta fiesta en única en el mundo. Los danzantes se postraron de rodillas antes la Custodia y una vez que el sacerdote la levantó comenzaron su danza ancestral, legado que pasa de generación en generación y que despierta mucha emoción entre los porzuniegos.
La procesión duró aproximadamente una hora y media. Los danzantes bailaron sin dar la espalda a la Sagrada Forma y avanzando hacia atrás ante la mirada de un expectante público, que este año ha dejado atónito al consistorio porzuniego, ya que como asegura Silvia Cañamero, concejal de Festejos “todos los años se llenan las calles de la localidad, pero este año ha venido más gente que nunca”.
Desde ese momento y durante las dos horas que dura la procesión, los danzantes han bailadoante la mirada del numeroso público que se agolpaba en las calles. Ataviados con mantón de manila cruzado al pecho y pañuelo anudado en la sien, estos doce danzantes han ido abriendo paso a la Sagrada Forma acompañados del sonido de las castañuelas y de los compases de las guitarras, laúdes y bandurrias de la Rondalla porzuniega, una estampa que se repite desde tiempos inmemoriales en Porzuna.
Desde las nueve de la noche del sábado, aproximadamente 150 personas, estuvieron realizando las alfombras de serrín y sal que adornaban las calles por las que discurrió la procesión, aportándoles colorido y vistosidad. Motivos florales y religiosos han sido algunas de las bellas formas y temáticas que han podido verse en este mosaico artístico, en el que tampoco han faltado los típicos arcos de plantas aromáticas, las telas decorativas y los altares en los que hizo parada la procesión.
Desde el Ayuntamiento se prepararon churros con chocolate para todas las personas que estaban haciendo las alfombras y limonada para todo el que quisiera refrescarse a las 12 del mediodía.