Municipios como Elche de la Sierra en la provincia de Albacete, Camuñas y Lagartera en la provincia de Toledo y Porzuna en la provincia de Ciudad Real, se convierten el domingo de Corpus Christi en atractivos imanes turísticos revestidos de historia, tradición y cultura de Castilla-La Mancha.
Las festividades de estos cuatro municipios cuentan con las respectivas declaraciones de Fiesta de Interés Turístico Regional, otorgada por el Consejo de Gobierno de Castilla-La Mancha para reconocer la manifestación cultural propia del Corpus Christi de la localidad. Los casos de Elche de La Sierra y sus reconocidas alfombras de serrín, y Camuñas, con los Pecados y Danzantes, también tienen el reconocimiento de Fiestas de Interés Turístico Nacional.
Elche de la Sierra
Este domingo las calles y plazas de Elche de la Sierra (Albacete) lucirán las efímeras alfombras de serrín, manifestación cultural propia de larga tradición. Elche está considerado lugar de origen de la elaboración de alfombras de serrín con motivo de la festividad del Corpus. El sábado previo, tres plazas y veintisiete tramos de calle se convierten en verdaderos lienzos sobre los que aparecen treinta alfombras, coloristas composiciones que alternan escenas religiosas y figuras geométricas.
Apenas durarán tres horas, y serán destruidas al paso de la procesión del Corpus, que protagonizan los niños de la Primera Comunión, pero su espectacularidad ha sido preparada durante meses por las treinta peñas alfombristas. Sus diseños ganan espectacularidad cada año.
Camuñas
La Fiesta de los Pecados y Danzantes del Corpus Christi en el municipio de Camuñas (Toledo), es una de las más lucidas y llamativas del país. Dos grupos, pecados y danzantes, aparecen con una imponente vestimenta. En la de los Pecados, con careta y larga vara, predomina el rojo y el negro: son el mal. Los Danzantes, de careta y vestimenta blanca, son la alegría, y el bien.
Durante la misa, los Pecados esperan fuera. Al comenzar la procesión, atacan entre fuego de pólvora y alaridos, hasta caer humillados. A continuación, los Danzantes, al son de la música, ejecutan la danza del cordón. Las diferentes máscaras y variantes de vestido en Pecados y Danzantes representan diferentes personajes, como “El Pecado Mayor” que, con careta de cerdo, representa al demonio, el “Judío Mayor” –la ceguera de la fe-, “El Capitán” –la caridad-, “El alcalde” –la esperanza- “El Tambor” –la templanza-, “la Porra” –la fortaleza-, o “la Madama” que recorre la procesión y recoge a los Danzantes para formar una larga columna tras ella.
Así, la fiesta adquiere el significado simbólico de los autos sacramentales y obras dramáticas del Siglo de Oro, con la peculiaridad de que toda la representación se realiza sin palabras.
Lagartera
En este contexto está también el Corpus en Lagartera (Toledo), reconocido por la belleza de los trajes que lucen las mujeres con motivo de la festividad. Las labores y bordados de Lagartera son una de las artesanías más espectaculares y vistosas de toda Castilla-La Mancha.
En el domingo de Corpus Christi se despliegan en un alarde de colores, formas y dibujos, no sólo en los trajes regionales de lagarterano y lagarterana, sino en los altares que se preparan en las puertas de las casas. Completados además con manojos de albahaca, de hinojo, de hierbabuena, que impregnan el aire con sus aromas.
Porzuna
En el municipio de Porzuna (Ciudad Real) hay dos elementos que son particularmente significativos del Corpus, además del engalanado de sus calles. Y ello son los danzantes, que simbolizan un abrir paso a la custodia, y también las alfombras de sal y serrín teñidos, con bellísimas formas, que se deshacen al paso de la procesión.
Los doce danzantes se acompañan, la mañana del domingo, de rondalla de guitarras, laúdes, bandurrias y castañuelas, además de jinetes con sus monturas lujosamente enjaezadas. Es significativo el cántico llamado “Los Buenos Días» y el fandango de Porzuna, propio de la localidad. También su vestimenta, típica de la zona, que incluye mantones de manila y ricos bordados, puntillas y lentejuelas.
Por la tarde se celebra la procesión tras la misa. Abren la comitiva los niños y niñas que hayan hecho ese año la primera comunión, y que arrojan pétalos al paso de la custodia. Tras ellos, doce danzantes bailan en filas de a cuatro al son de la rondalla y tocando las castañuelas, homenajeando a la sagrada forma, que es llevada bajo palio de seis varas. Recurrentemente, la comitiva se detiene en cada altar realizado por los vecinos, adornados con plantas aromáticas y mantos con ricas puntillas, así como cojines bordados.
Valverde de los Arroyos
Diez días después del Corpus el protagonismo será para Valverde de los Arroyos, en la provincia de Guadalajara, con las Danzas de la Octava. Si algo caracteriza esta fiesta es la vistosa vestimenta de los danzantes, en la que destaca su alto gorro adornado con flores. Tampoco se queda atrás la botarga, figura tradicional en Guadalajara, vestida de vivos colores.
Los danzantes realizan su primera danza, la de la Cruz, tras la misa. De vuelta en la plaza, interpretan la danza de los Molinos, de paloteo, en que parecen luchar blandiendo sus palos al son de la música. Le sigue la danza del Cordón, en que trenzan ocho cintas de distintos colores, alrededor de un palo que sostiene la botarga. Y así, hasta completar las seis danzas que permanecen de esta antigua tradición, que, según los vecinos, llegó a tener hasta doce variantes.