El presidente de la Diputación, José Manuel Caballero, ha reivindicado a última hora de esta mañana la necesaria colaboración del tercer sector, la actividad que despliegan las organizaciones sociales, en el campo de la atención a los más vulnerables. Caballero ha asistido en la calle Caballeros de la capital de la provincia, acompañado por la vicepresidenta Jacinta Monroy, al acto de inauguración de la nueva sede de 
Cruz Roja, en el que también ha aprovechado para manifestar un reconocimiento público al trabajo que desarrollan todos los que hacen posible que esta ONG lleve a cabo una labor excepcional, “no sólo por lo que hacen, sino por cómo lo hacen”.
Ha querido reconocer Caballero a Cruz Roja como un modelo de organización social con 143 años de historia en la provincia de Ciudad Real que ha sabido adaptarse a las nuevas realidades, “desde la beneficiencia al reconocimiento de los derechos”. Y ello ha sido posible, según ha dicho, gracias al trabajo que han realizado otros en épocas pasadas, con independencia de las razones que les empujaron a desarrollarlo, por motivos muy distintos que van desde lo religioso a lo puramente filantrópico.
Tras comentar que siente una cercanía especial al trabajo social, no sólo por vocación ideológica sino también por formación profesional, ha conferido especial importancia al hecho de implicarse para favorecer a los más débiles no sólo desde lo público, sino también en coordinación con el tercer sector, integrado por voluntarios que, según ha precisado, “tienen que ocupar espacios de visibilidad y reconocimiento”. Y ha parafraseado a León Felipe para enfatizar sobre la idoneidad de trabajar todos en la misma dirección diciendo que “No importa llegar pronto y sólos, sino juntos y a tiempo”.
Ha felicitado a la presidenta de Cruz Roja en Ciudad Real, Lola Moreno, por el trabajo que realizan y por los esfuerzos y desvelos que han fructificado en la inauguración de una sede funcional, moderna y operativa, porque a partir de ahora todos los voluntarios y trabajadores podrán desempeñar su trabajo en el mismo espacio físico.
Moreno, por su parte, ha dicho que el edificio es un inmueble “de personas para las personas” que se ha adquirido con el dinero de la venta de la antigua sede que tuvieron durante 50 años en la Ronda de Ciruela, por lo que los fondos recaudados para ayudar a los que más lo necesitan no ha sido derivado para comprar ni acondicionar las instalaciones.
Moreno ha dicho que ponen en marcha una nueva sede comprometida, moderna, accesible, actual, abierta y e integral que organiza a 2.415 voluntarios en la provincia, cuenta con casi 18.000 socios y coordina el desarrollo de 9 planes de intervención a través de 79 proyectos.
