El Gobierno de Emiliano García-Page ha reducido un mes el periodo medio de pago a proveedores en Castilla-La Mancha respecto a hace dos años, pasando de 43 días en marzo de 2015 a 13 en el mismo mes de este año.
El periodo medio de pago a proveedores por comunidades autónomas correspondiente al pasado mes de marzo ha sido publicado hoy por el Ministerio de Hacienda y Función Pública.
De acuerdo con los datos oficiales, Castilla-La Mancha abonó las facturas a sus proveedores en marzo de este año en 13,55 días, lo que supone haber reducido en 30 días el periodo medio de pago respecto a hace dos años, en marzo de 2015, cuando este indicador ascendía a 43,39 días.
Esta disminución permite que, a diferencia de hace dos años, el Ejecutivo de García-Page cumpla con el plazo legal de pago a proveedores, establecido para las administraciones públicas en 30 días.
Además, el periodo medio de pago a proveedores en Castilla-La Mancha se sitúa por debajo de la media nacional de las Comunidades Autónomas, que en el mes de marzo fue de 21,86 días. De esta forma, en la región se abonan las facturas a las empresas que suministran bienes y servicios a la Administración regional una semana antes que en la media de las regiones españolas.
Estos datos, además de evidenciar la eficaz gestión de la tesorería regional, reflejan que el Gobierno de Emiliano García-Page pretende hacer partícipes a los ciudadanos del saneamiento de las finanzas públicas, fundamentalmente, a los proveedores.
Un saneamiento que ha corroborado el Ministerio de Hacienda y Función Pública, que la semana pasada certificó en el informe sobre el grado de cumplimiento del objetivo de estabilidad presupuestaria, de deuda pública y de la regla de gasto de 2016, que en el pasado ejercicio, el primero completo del Ejecutivo de García-Page, la Comunidad Autónoma cumplió con todos los objetivos establecidos en la Ley Orgánica de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera.
Así, el déficit de Castilla-La Mancha en 2016 fue de 275 millones de euros, lo que supone que la región ha reducido un 53 por ciento la necesidad de financiación en un único ejercicio, dado que en diciembre de 2015 esta cifra ascendía a 597 millones de euros. En términos absolutos, la reducción del déficit ha sido de 322 millones de euros en un año.
Respecto a la deuda pública, Castilla-La Mancha cerró el ejercicio de 2016 dos décimas por debajo del objetivo establecido para la región.