‘Almodóvar del Campo, un pueblo… 2 miradas…’ es el sugerente título con el que los fotógrafos autodidactas de la localidad, Bernardo Ceprián Laguna y Juan de Ávila Martínez León, presentan su exposición fotográfica que refleja las múltiples aristas de una población desde las sensaciones más auténticas de sus nobles gentes. La exposición la componen 35 instantáneas que recogen diferentes momentos de la vida en la población, y de sus celebraciones en particular.
El Mercado Municipal fue el enclave escogido para esta exposición, que ha sufrido una remodelación que hace posible integrar su antiguo patio como un vestíbulo central, diáfano y muy luminoso que permite hacer las veces de sala de exposiciones.
Esta especie de plazuela a cubierto en cuya periferia se distribuyen los diferentes puestos de venta posibilita una zona que, como indicaba Virginia Gómez, “ya así habíamos concebido para este tipo de actividades culturales, capaz de acercar al público menos habitual exposiciones como la que por ejemplo hoy [por ayer] hemos inaugurado”.
Todo un zoco cultural, que desde su apertura venía albergando algunas de las obras pictóricas que forman parte de los fondos municipales y que, de la mano de estos fotógrafos, abre su faceta como galería más genuina. “Estamos muy contentos por el contenido de esta primera exposición temporal, porque los dos autores son verdaderos artistas de la fotografía que saben retratarnos, como pocos, a los vecinos cuando damos vida a nuestras costumbres y tradiciones más auténticas”.
Fiestas de septiembre, Semana Santa, Carnaval son los principales momentos que contextualizan a los vecinos inmortalizados en el momento en que su expresión transmite la emoción inspiradora a quienes contemplan cada imagen.
Gracias al gran formato y a la altísima calidad de impresión, estas fotografías son verdaderas obras artísticas que, pueden ser adquiridas por los visitantes.
“La primera intención había sido centrarnos en Carnaval y al final han sido temas distintos, cuyo hilo conductor son las expresiones de las personas retratadas, de manera que así vamos tocando de todo un poco”, refería Bernardo Ceprián.
Juan de Ávila Martínez añadía que, a diferencia de otras ocasiones, “esta muestra se ha centrado más en las personas en relación con las fiestas, con las tradiciones más que los lugares en sí como otras veces. Entonces las caras, las sensaciones, son de alguna manera el argumento que aquí recogemos”.
Y su colega reconocía sentirse muy cómodo con esta labor creativa. “Con las palabras me cuesta expresar, pero no así con la fotografía y la intención en este sentido es congelar el momento porque, como a Juan, a mí me gusta también pillar a las personas en su momento más natural”.
Con todo, ambos autores reivindican su propia manera, diferente, de mostrar un pueblo al que sienten en lo más profundo de su ser y por eso brindan la colaboración mutua a futuro con el Ayuntamiento y con cualquier entidad que esté interesada en difundir “como sabemos el reflejo de los sentimientos del pueblo, a modo de un escaparate que es capaz de atraer gente para que nos conozca”.
Y es que, por añadidura a las expresiones de las personas que retratan Ceprián y Martínez, dado que toda imagen tiene un contexto físico, quien contempla esta exposición puede también percibir lugares urbanos y del entorno natural de la localidad desde otro punto de vista, lleno de vida, en cualquier caso.
La muestra permanecerá abierta al menos hasta finales de junio y será posible visitarla en el horario normal de apertura del Mercado, de lunes a viernes por las mañanas.
