Javier Fisac Seco.- ¿Qué pasó con los franquistas, los falangistas, los fascistas, los obispos, los funcionarios, los militares, los jueces, los fiscales, los catedráticos en derecho canónico y fascista, los periodistas, el clero…que, durante la República, la guerra y la posguerra, cuarenta años, sirvieron fielmente a la Dictadura? Se diluyeron durante la Transición? Desaparecieron por arte de magia? Si hubieran sido espíritus puros, seguramente. Pero esos espíritus no existen. Ni si quiera en la dialéctica hegeliana.
La Transición fue, para esta derecha clerical, un proceso de metamorfosis que, sin antítesis, quebrando las leyes de la dialéctica, tuvo una síntesis: el Partido Popular, como estructura orgánica e ideológica. Un partido cuyos ministros juran, en un Estado laico, ante un crucifijo. Haciendo, de esta manera, una burla a la Constitución y su título I, sobre derechos y libertades individuales. La Iglesia católica es su única soberanía, su único fundamento de legalidad y su conciencia. La doctrina cristiana. Ante la que inclina la rodilla el Jefe de Estado, monarca, de un Estado laico. Y esto no es un guion esperpéntico de los Hermanos Marx, que acabo de descubrir en un desván, cubierto de momias.
¿Qué tendrá Rajoy?, que, mientras millones de personas se van hundiendo, irreversible y necesariamente, en las arenas movedizas de la miseria, creada por su política económica, social, sanitaria, educativa y fiscal, para que unas oligarquías financieras, empresariales y religiosas sean cada día más ricas, mientras él sonríe, beatíficamente, como quien ha cumplido, satisfactoriamente para sus amos, con su misión. Como buen católico sabe que los pobres son y serán bienaventurados, sólo, mientras sean pobres. Por eso su política no tiene otra razón religiosa de ser que la de arruinarnos. Dando así sentido religioso a nuestras miserables vidas. A todos, menos a las oligarquías. Que éstas ya han conquistado el Reino de la Tierra.
Uno de sus predecesores fue Villoslada, religioso y antiliberal, allá en la segunda mitad del siglo XIX, para quien “El hombre que se necesitaba” era aquel que estaba dispuesto a matar por proteger a la Iglesia, capitalizarla con asignaciones en títulos de Deuda; el mismo que dejaría en libertad a la Iglesia para que se estableciera donde quisiera, cuando quisiera y como quisiera. El mismo que se comprometió a defender la propiedad privada de los ricos y a dar a los pobres pan y orden. Este era su programa, como expuso en “El Pensamiento español”, 1860.
Otro antepasado de Rajoy fue Nocedal, para quien “Lo que exigen los intereses permanentes de España es que España sea el paladín constante y acérrimo del catolicismo y la Santa Sede”.
Intelectualmente, su principal ascendiente fue Menéndez Pelayo, quien escribió, tal vez pensando en Rajoy, que “El genio español es eminentemente católico” y que la grandeza histórica de España se debe a que “España, evangelizadora de la mitad del orbe; España, martillo de herejes, luz de Trento, espada de Roma, cuna de San Ignacio…esa es nuestra grandeza y nuestra unidad: no tenemos otra.”
Pero sus inspiradores políticos son, sin duda, Maura, quien en 1914, escribió…“a fin de implantar en la vida política de España “el programa mínimo” del tradicionalismo, sin derrocar la dinastía, y hacer que el régimen liberal se fuese transformando paulatinamente en un régimen perfectamente católico.” Más este movimiento nunca tuvo trascendencia, añaden los jesuitas decepcionados.
Pero no importa, porque a partir del 1933, otro católico puesto por el papa al frente de la “CEDA”, el partido católico creado para organizar a toda la derecha contra la República, en cumplimiento de la carta de Pío XI, dirigida a los terratenientes, monárquicos y militares, en 1933, titulada “Dilectissima nobis”, Gil Robles, imitando al católico Dollfus en Austria, proclamó, citando la encíclica “Rerum novarum” de León XIII, sin pelos en la lengua:
“El corporativismo es una forma de democracia distinta a la predominante en nuestros días, que es la democracia liberal o inorgánica. Los sistemas demoliberales parten de la idea de que el individuo es un ser aislado, con tendencia a convivir, que libremente pacta con otros hombres y crea una sociedad concreta. El sujeto de la política es, pues, el individuo que ha sustituido a su comunidad. En consecuencia, no hay más técnica de representación popular que el sufragio universal inorgánico en el que cada individuo tiene un solo voto igual. Por el contrario, la democracia orgánica o corporativismo defiende que el individuo no es un ser aislado sino que está integrado en los órganos de la sociedad. Este tipo de democracia admite una pluralidad de cuerpos sociales intermedios tanto territoriales (municipio, comarca, región, nación, etc.) como institucionales (iglesias, administración, ejército, etc.) o profesionales (agricultura, industria, servicios, etc.). La diferencia entre estos dos tipos de democracia es obvia.
En la democracia inorgánica o liberal, los individuos ejercen sus derechos a través de los partidos políticos, que no reconocen capacidad política representativa a los demás cuerpos sociales. Es más, es fácil que degeneren en partitocracia y que no defiendan los derechos de los ciudadanos sino los intereses de los partidos. Representan, en primer lugar, a la oligarquía del partido, y en segundo lugar, los intereses de su ideología, imagen, programa, etc.
En cambio, un diputado orgánico, de un municipio o de un sindicato, representa unos intereses localizados y concretos. Además, no están sometidos a la férrea disciplina de un partido político y no corren el riesgo de que unas elecciones inorgánicas provoquen una revancha revisionista de los partidos opuestos, aún a pesar del interés general de la nación”. (Tardieu, A.: La reforma del Estado. Su problema en España, preámbulo de José María Gil-Robles, Madrid, Librería Internacional, 1935, pg. 25; Rojas Quintana, F.A.: José María Gil-Robles (1898-1980). Una biografía política. Tesis doctoral, Universidad Complutense, 2000).
Y tan arrogante como cualquier obispo, saltándose la recomendada humildad cristiana a la torera, remató: “Queremos una patria totalitaria y me sorprende que se nos invite a que vayamos fuera en busca de novedades, cuando la política unitaria y totalitaria la tenemos en nuestra gloriosa tradición”. Proclamaba la realidad de la unión de las derechas. ¿Para qué? “Para formar el gran frente antimarxista, porque la necesidad del momento es la derrota del socialismo”, finalidad a conseguir a toda costa. “Si hay que ceder se cede”. Y añadía: “No queremos el poder conseguido por contubernios y colaboraciones. El poder ha de ser íntegro para nosotros. Para la realización de nuestro ideal no nos detendremos en formas arcaicas. Cuando llegue el momento, el Parlamento se somete o desaparece. La democracia será un medio, pero no un fin. Vamos a liquidar la revolución.” (Arrarás, J., Historia de la Segunda República española, tomo segundo, Editora Nacional, Madrid, 1964, pgs 223-224)
Fracasó en su delirante sueño de imponer en España el modelo del fascista católico Dolfuss. La primera reacción fue la revolución de 1934. La derecha católica ya no era capaz de imponer la dictadura fascista por la vía de la accidentalidad y el posibilismo clerical. Y no tuvo otra alternativa que recurrir a la rebelión militar, contra la República. Había fracasado toda su estrategia papal de la “tesis e hipótesis”.
Franco fue calificado de hombre providencial. Que eso quiere decir que había sido elegido por dios para acabar con la República. No en vano fue nombrado Caudillo de España por la Gracia de Dios”. Y este es el mayor título que se puede dar a un mortal aún vivo. Y la guerra fue calificada de “cruzada católica contra la República”.
… “Esta cruentísima guerra es, en el fondo, una guerra de principios, de doctrinas, de un concepto de la vida y del hecho social contra otro, de una civilización contra otra. Es la guerra que sostiene el espíritu cristiano y español contra este otro espíritu, si espíritu puede llamarse, que quisiera fundir todo lo humano, desde las cumbres del pensamiento a la pequeñez del vivir cotidiano, en el molde del materialismo marxista. De una parte, combatientes de toda ideología que represente, parcial o integralmente, la vieja tradición e historia de España; de otra, un informe conglomerado de combatientes cuyo empeño principal es, más que vencer al enemigo, o, si se quiere, por el triunfo sobre el enemigo, destruir todos los valores de nuestra vieja civilización.”, dijo el 23 de noviembre de 1936, el cardenal arzobispo de Toledo, Gomá. Y se fue a la cama.
Y la Dictadura se metamorfoseó en monarquía parlamentaria. No con mucha alegría, desde luego. Porque las conquistas franquistas estaban amenazadas por las izquierdas y la unidad de la católica España por los independentistas. Era necesario reconquistar el Poder. Ocupar el Estado. El Partido Popular, nombre de orígenes católico, fue, como la CEDA, el instrumento orgánico para dar el asalto al Estado. El primer asalto lo dio Aznar y preparó las plataformas para el siguiente: la ocupación de todos los aparatos del Estado para conseguir el objetivo que se había propuesto, hacía cien años, Maura: … “hacer que el régimen liberal se fuese transformando paulatinamente en un régimen perfectamente católico.”
El papa León XIII, finales siglos XIX, no sin la inspiración de los carlistas y católicos franceses contra las repúblicas laicas, empezó a elaborar una nueva doctrina y una estrategia, en respuesta a las conquistas republicanas, laicas, socialistas, anarquistas y comunistas. En varias encíclicas: “Inmortale dei”, “Libertas”, “Diuturnum illud”,” Intergravissimas”, “Au millieu des sollicitudes”, “Nobillisima gens galorum”, “Inter Católicos Hispaniae”…etc fue elaborando una estrategia, mucho antes de que hubiera nacido Lenin, de conquista por la vía pacífica del Estado democrático, laico y sujeto de derechos para, desde la legalidad, pero contra la legitimidad, los derechos individuales, imponer, como dijo Maura, la doctrina cristiana y el Poder clerical. Del que, por cierto, la derecha española no puede prescindir. Sería como quitarles el biberón y la poca inteligencia que tienen. La suficiente para obedecer al clero.
Junto con el concepto de “accidentalidad de las formas de gobierno”, con lo que dejaba claro que la Iglesia no defendería ninguna forma de gobierno democrática, laica y republicana, impuso a los católicos la estrategia posibilista de no oponerse a la forma de gobierno para conquistar el parlamento y, desde ahí, imponer, sin renunciar, la doctrina cristiana.
Esta estrategia recibió en España el nombre ingenioso de “tesis e hipótesis”. Y no había nacido Lenin, repito. En qué consistía? “Había, dicen los jesuitas Llorca, Villoslada, Leturia y Montalbán, en su”Historia de la Iglesia Católica, Tomo IV”, pg. 620, había en el campo liberal-conservador, formando su derecha, sinceros católicos. El programa político de esta agrupación era el reconocimiento de la dinastía Alfonsina, el acatamiento de todas las decisiones pontificias, sobre todo las del Syllabus, pero reconociendo que, dentro del constitucionalismo, había que atemperarse a las circunstancias de los tiempos, haciendo ciertas concesiones, no en el terreno teórico, dogmático, de los principios, sino en el práctico del gobierno…”
El Padre Conrado Muiños describió esta estrategia en los siguientes términos: Tesis es el ideal o los principios y doctrinas cristianas que por ley divina deben regular la vida pública de todos los Estados; hipótesis, es la parte del ideal realizable según las circunstancias.” Alejandro Pidal y Mon, fundador del Partido “Unión Católica”, bendecido por León XIII y aprobado por el arzobispo de Toledo, lo resumió en el lema: “Querer lo que se debe y hacer lo que se puede”.
Al mismo tiempo, la Iglesia empezó, de una manera precipitada en los últimos treinta años, a multiplicar sus universidades. Con qué finalidad? Porque para qué necesita la Iglesia formar médicos, profesores, jueces, fiscales, economistas… muy sencillo, los necesita para conquistar todos los aparatos del Estado, la Educación, la prensa y hasta la economía. Los ministros, con Rajoy, sólo son aquellos que tienen la bendición de los obispos. Razón por la cual, es el Opus dei el que gobierna. Amparados en qué documentos o encíclicas papales.
Mariano Rajoy, escribe Josep Ramoneda en“El ascenso de la extrema derecha en Europa”, Público, 3-V-17,intentó imponer una contrarreforma en los primeros años de su mandato. El presidente quiso demostrar que la derecha había recuperado el poder sin complejos, y puso en acción al arsenal católico, conservador y centralizador. Desde la impunidad de la mayoría absoluta, implementó tres proyectos estrella que encargó a los tres ministros con más carga ideológica del Gobierno: la ley de Educación de Wert, la ley Mordaza de Fernández Díaz, y la del Aborto, en manos de Alberto Ruiz Gallardón.
Se le olvida a Ramoneda la cuarta pata de la estrategia clerical de Rajoy, el hombre que la Iglesia necesitaba, no en vano: desmantelar, privatizando, el Estado de bienestar. Y aquí entra en juego Ignacio González o la estrategia de la corrupción. Que es algo más que codicia. Es voluntad de Poder, como él mismo reconoce en sus conversaciones tratando de conquistar los aparatos judiciales y fiscales del Estado. Junto con los ministeriales.
A quién beneficia la privatización de la propiedad pública. Entre otros a la Iglesia porque las propiedades públicas, como los dineros públicos se van transfiriendo, a esta corporación clerical. Centros educativos, hospitales…Y todo ello fundamentado en una encíclica muy reciente, la “Centessimus annus” del papa Juan Pablo II. Porque toda la política de Rajoy, como la de la derecha del siglo XIX, emana de las encíclicas papales. Detalle que Ramoneda no ha tenido en cuenta.
La ley de Educación de Wert y la delirante y patológica oposición al aborto de ese extraño personaje Ruiz Gallardón, en contra de la coeducación y de la educación para la sexualidad y no contra la sexualidad, emanan de dos encíclicas,al menos, y un documento pontificio, la “Castii connubi” y la “Divini illius magistri”, de un lado y del documento titulado “Sexualidad humana: verdad y significado. orientaciones educativas en familia (8 de diciembre, 1995), publicado por el Pontificio Consejo para la familia.
En la Divini… podemos leer delicias como ésta: “Educación «sexual» 41. Peligroso en grado extremo…”
“Coeducación 42. Igualmente erróneo y pernicioso a la educación cristiana es el método llamado de la coeducación, fundado también, según muchos, en el naturalismo negador del pecado original, y, además, según todos los sostenedores de este método, en una deplorable confusión de ideas que trueca la legítima convivencia humana en una promiscuidad e igualdad niveladora. El Creador ha ordenado y dispuesto la convivencia perfecta de los dos sexos solamente en la unidad del matrimonio, y gradualmente separada en la familia y en la sociedad. Además, no hay en la naturaleza misma, que los hace diversos en el organismo, en las inclinaciones y en las aptitudes, ningún motivo para que pueda o deba haber promiscuidad y mucho menos igualdad de formación para ambos sexos.”
Han pasado 16 siglos desde que los emperadores Constantino legalizara la Iglesia y el emperador Teodosio, santo, por cierto, la impusiera como única religión del Imperio.Que un país del siglo XXI, tenga ministros que viven en la Edad Media y piensan al dictado de la voluntad del clero,sería un chiste, si no fuera porque son vampiros que viven por las noches y duermen momificados por el día.
La ley Mordaza de Fernández Díaz, un ex ministro de misa diaria, cilicio y con una saneada cuenta corriente, es una terrible amenaza, un golpe de Estado, contra los fundamentos de legitimidad de la democracia y de las libertades. Contra el título Iª de la Constitución sobre derechos individuales y libertades. La Iglesia siempre ha combatido contra la Declaración de derechos humanos. Hoy día lo simula, pero los sigue combatiendo porque son incompatibles con la doctrina y valores cristianos, basados en: obediencia, castidad, mortificación, humildad, resignación…
Toda esa combatividad papal contra los derechos individuales la sintetizó y actualizó el papa Juan Pablo II en su citada encíclica “Centessimus annus”. Donde califica los derechos de “ideología de la democracia”, como algo peyorativo. En “Balance de un siglo y perspectivas para una nueva fase histórica”, revista católica Humanitas nº 24, dice Pedro Morandé CourtLa más notoria de esas consecuencias es la que se podría llamar “ideología democrática”, que poco o nada tiene que ver – más bien todo lo contrario- con la promoción y defensa de la democracia política. Tanto en la encíclica Centesimus annus como en la Veritatis splendor se denuncia la alianza entre democracia política y relativismo ético como una de las principales causas del deterioro moral de las sociedades de nuestro entorno. Se trata de la ideología del individualismo radical.” Sin disimulo, se condena la Declaración Universal de Derechos Humanos o Titulo Iª de la Constitución española.
Bien, pues en esta misma encíclica, este mismo papa defiende la propiedad privada, condena la propiedad pública, y poner como ejemplo de progreso universal la globalización. No dice nada de la inmensa miseria de la India, del Asia musulmana, de Africa, de la América del Sur, del desmantelamiento del Estado de bienestar. En definitiva, éste es un obstáculo para la expansión comercial de las multinacionales y oligarquías. Y la Iglesia no es otra cosa que una corporación multinacional educativa, sanitaria, inmobiliaria…etc.
Dice este papa en esta encíclica: En años recientes se ha afirmado que el desarrollo de los países más pobres dependía del aislamiento del mercado mundial, así como de su confianza exclusiva en las propias fuerzas. La historia reciente ha puesto de manifiesto que los países que se han marginado han experimentado un estancamiento y retroceso; en cambio, han experimentado un desarrollo los países que han logrado introducirse en la interrelación general de las actividades económicas a nivel internacional. Si por «capitalismo» se entiende un sistema económico que reconoce el papel fundamental y positivo de la empresa, del mercado, de la propiedad privada y de la consiguiente responsabilidad para con los medios de producción, de la libre creatividad humana en el sector de la economía, la respuesta ciertamente es positiva, aunque quizá sería más apropiado hablar de «economía de empresa», «economía de mercado», o simplemente de «economía libre». La propiedad de los medios de producción, tanto en el campo industrial como agrícola, es justa y legítima… también la propiedad se justifica moralmente cuando crea, en los debidos modos y circunstancias, oportunidades de trabajo y crecimiento humano para todos.
Y sin embargo, esta tesis del papa entra en conflicto con el Nuevo Testamento, donde en los “Hechos de los Apostoles, 4.32, está escrito: “Todos los convertidos a la Fe, vivían en comunidad y poseían todas las cosas en común. Vendían sus bienes y propiedades y el producto lo repartían entre todos, de acuerdo con las necesidades de cada uno. Ninguno entre ellos debía sufrir de escasez; como fueron mucho los que poseían tierras de labor o casas, y las vendieron y pusieron el dinero a los pies de los Apóstoles, podía entregárseles a cada uno de ellos aquello que necesitaba…”
Por último, leí el otro día una entrevista a Jordi Evole, no me sorprendió que afirmara que los valores de la Iglesia son “buenos”. No me sorprendió porque a mucha gente de buena fe se les ha olvidado qué son los valores católicos. Son esos que potencian: la mortificación, el sufrimiento, la obediencia, la resignación, machistas, antifeministas, homófobos; condenan la libertad sexual, el aborto, los anticonceptivos, el matrimonio homosexual, la homosexualidad, el divorcio…De verdad, Jordi, ¿te gustan estos valores? Yo le preguntaría, ¿sabes que los valores del fascismo eran católicos. Sabes que los valores de Franco, de Salazar, de Dolffus, de Perón, de Petain, de Pinochet… son católicos? De verdad te gustan esos valores, los de estos dictadores católicos?
La democracia nunca logró derrotar al franquismo en España por que nació poderosamente contaminada por él. Esa es la clave de nuestras desgracias actuales y la causa principal de que la España del presente no sea una democracia sino una vulgar dictadura en la que los herederos de Franco, disfrazados de demócratas y encuadrados en partidos políticos en los que sigue vigente el espíritu del Movimiento Nacional, ahora gobiernan España.
La democracia es considerada por las élites actuales de España como un disfraz que se quita y se pone, según convenga.
Una falsa democracia cuyos pecados van desde la impunidad de los poderosos hasta la existencia de una ley ambigua, que se aplica con rigor al adversario y con suavidad al amigo del poder.
El problema es que la sociedad española no quiere conocer la falsedad política en la que está basada el actual régimen de poder. Tienen miedo a la verdad.
Nuestra derecha es distinta a la de los demás países europeos, salvo, quizá, la de Italia. ¡Vaya, qué casualidad!, allí también triunfó el fascismo, aunque por mucho menos tiempo.
Venimos de donde venimos, y eso nos hace diferentes.
Por fin, y a pesar de la intercesión divina, Franco resultó ser mortal. Entonces, se plantearon dos opciones posibles: reforma o ruptura.
Se optó por la solución de que en España todo quedara en su sitio y, pudimos comprobar cómo a alguno, el baño de Palomares, le dotó de superpoderes.
El milagro se produjo y llegó el obligado reciclaje. Todos somos demócratas. Es como el milagro del agua en vino…
No, Charles, todos no somos demócratas. Muchos sois demagogos y tramposos que pretendéis vendernos que la democracia era lo que Franco derrotó. Ni siquiera sois republicanos, pues vosotros no anheláis la República, lo que ansiáis es traer de nuevo la Segunda República. La «Gente» no os quiere, no os vota. Todo lo que ha acontecido en la reciente historia política española es un accidente, fruto de la torpeza y la iniquidad de la clase política a lo más. Los ciudadanos quieren seguridad, certezas, poder hacer con su dinero y su patrimonio lo que les apetezca: la propiedad privada. Vosotros queréis privarlos de su propiedad, quitarles su libertad. El socialismo es efímero, pervive mientras hay dinero; y se mantiene con violencia y represión cuando éste se acaba.
No tenéis argumentos, no tenéis ninguna credibilidad. Los hechos, vuestros hechos: miseria, violencia, muerte, os acompañan. Sólo os queda Franco y la Iglesia. Azuzáis odios olvidados hace décadas, os inventáis la historia; y si no, la imponéis por ley. Estáis decrépitos. No quiero decir con esto que enfrente tengáis a la Virtud, pero es imposible, por muy mal que lo hayan hecho, presentar una hoja de servicios semejante a la vuestra, a la de la izquierda.
En nuestro país la división no es ser de izquierda o derecha; es ser o no demócrata. España funciona democràticamente pero està llena de personas no demócratas…
Lo que està claro es que en un país màs democràtico, el PP estaría en un proceso de ilegalización…
¿El PSOE no estaría en la misma situación? ¿Y el que cobra por Granadinas de Venezuela y de Irán por Hispan TV? ¿Y los del 3%? ¿Y los Bildu, Sortu y demás, socios de PODEMOS, serían sujetos de posible ilegalización por defender y loar a ETA?
Sinceramente, veo más motivos en otros. Sin dejar de verlos en aquellos…
Has dado en la clave, en un país democrático los comunistas y fascistas serían ilegales.
Y tú estarías ingresado en Ciempozuelos.
No desentonarías en Cuba, Venezuela o Corea del Norte.
Para probarlo:
Hobbes dice:
5 mayo, 2017 a las 22:30
El Corán para ti es una mierda no? Pues luego no te quejes de que vayan a por ti. Por maleducado y faltón y por faltar a otra religión. Ojalá y te metieran un buen puro.en comisaría por eso.
Luego rabias cuando se meten con tu religión. Pero eres un yihadista como ellos, los malos.
http://www.miciudadreal.es/2017/05/05/comunicado-pacifistas-rechazan-las-visitas-escolares-a-la-base-de-helicopteros-de-almagro/
La Giliprogrez no tiene remedio.
Y es fascista, QUÉ PURO ME TIENEN QUE METER. Contra el Catolicismo vale todo, el Islam no se toca.
Estamos en Occidente y esto es una democracia!!!
Esta derecha nuestra es cerril, inculta, intransigente y cruel.
El desprecio que verbalizan hacia la ciudadanía, sin el menor rubor, me trae a la memoria la España que retrata Delibes en «Los santos inocentes».
En España, la Segunda República surgió cual erupción de un volcan. El rey Alfonso XIII optó por salir de naja y el 14 de abril de 1931 se proclamó en la Puerta del Sol de Madrid la Segunda República Española.
De repente, la oligarquía española vio cómo sus privilegios históricos podían desvanecerse de la noche a la mañana. Era necesario potenciar un elemento de discordia, un agente desestabilizador: «Falange Española».
El 17 de julio de 1936, Franco inició la insurrección. Así comenzó aquel golpe de Estado que, al fracasar por la resistencia heroica del pueblo español que se echó a la calle y lo frenó, desembocó en una guerra civil cuyas consecuencias estamos pagando todavía.
Recordemos que el general Queipo de Llano animaba a las tropas a violar a las mujeres españolas. Es difícil creer que estas personas gobernaran el país de la mano de la Iglesia durante cuarenta años y que el gobierno del PP todavía niegue que estas cosas ocurrieran en lugar de condenarlas.
Hasta hace unos cuatro años, la Virgen de la Macarena salía en Semana Santa luciendo el fajín de ese general. Tras la polémica provocada, acabaron quitándoselo, eso sí, por su «avanzado estado de deterioro».
En fin, lamento haberme extendido tanto….
Esa maldad de la derecha la izquierda la resuelve en 1936 en Madrid matando a más de 2500 personas entre hombres, mujeres y niños, en Paracuellos.
Sobre el asunto de Paracuellos, creo que, aún hoy, es una cuestión controvertida en cuanto a su autor.
Hay muchas lagunas en la investigación que todavía hay que rellenar. Sería necesario conocer minuto a minuto lo que pasó entre la salida del Gobierno el día 6 de noviembre de 1936 hacia Valencia y los fusilamientos de los días 7 y 8.
En cualquier caso, no creo que el ejecutivo de Largo Caballero autorizara los fusilamientos. La sed de venganza fue muy importante. El pánico, la brutal psicosis colectiva y las incendiarias charlas radiofónicas de Queipo de Llano, contribuyeron a potenciar el terror por la fiereza de las tropas enemigas a 300 metros de la cárcel Modelo.
Hay varios documentos que atestiguan que la orden de entrega y traslado de los presos estaba firmada por el subdirector de Seguridad, D. Vicente Girauta Linares, y la orden la dio el director general, D. Manuel Muñoz Martínez antes de su huída a Valencia.
Sea como fuere, Paracuellos fue algo terrible. Una abominable masacre.
Los datos que nos facilita la Guerra Civil española son demoledores: más de 500.000 muertos, 450.000 exiliados, 114.000 desaparecidos, 120.000 muertos por hambre y enfermedad,…
A los que hay que añadir los más de 150.000 muertos por la represión franquista.
A pesar de haberse cumplido más de 80 años del comienzo de la Guerra Civil española, en la batalla política de hoy en día, es sorprendente comprobar cómo se arrojan calificativos relacionados más con nuestra historia reciente que con la verdadera ideología de los votantes.
No olvidar no significa guardar rencor toda la vida, sino ser consciente de lo ocurrido en el pasado, para evitar su repetición en el futuro.
Es decir, «perdono, pero no olvido»…
Si aquí el problema ha sido que la reconciliación conseguida con la democracia ha sido defenestrada por una Memoria Histórica que no puede ser selectiva y que se ha hecho con fines políticos.
Hijos y nietos de quienes perdonaron y olvidaron en aras de la reconciliación tras una guerra que sólo nuestros mayores padecieron, se encargan de resucitar fantasmas.
Una cosa es tratar de dar digna sepultura a los familiares y otra cargarse la reconciliación nacional, de indudable obra popular. Porque el pueblo español decidió volver la espalda a fascistas y comunistas, extremistas minoritarios responsables de las masacres fratricidas.
Y esos minoritarios son precisamente los que han resucitado a los fantasmas del enfrentamiento civil sin mayor objeto que el de servirse de la división para sus metas políticas particulares.
Una felonía particularmente detestable.
Estos personajes tendrían que participar en jornadas de reconstrucción histórica de los años 30. Cuadrarían perfectamente. El sectarismo, sus limitaciones y prejuicios, el falseamiento de los hechos, el odio al enemigo considerado siempre fascista comeniños …
El tal Charles nos cuenta que somos una «vulgar dictadura». Esto hay recordarlo. Imagino que la policía secreta se lo habrá llevado para torturarlo, no volveremos a saber de él. Descanse en paz
Maniobras de otra época que muchos anhelan…
Este tío está más tonto cada día.
Leo la parte dedicada a Gil Robles y la democracia orgánica, y me río. Imagino que la intención es criticar. Viniendo de un sujeto cuya ideología nos clasifica en gais, lesbianas, heteros, LGTBI, jubilados, mujeres, vegetarianos, animalistas, etc… pues es para reírse. Porque ya no somos ciudadanos, ahora somos ganado: dependiendo del grupo al que pertenezcamos, nos adjudican una divisa. En fin.
El resto de la homilía, en el tono habitual. La Iglesia y Franco. Es curioso que un tipo al que se le supone grande bagaje intelectual se mueva en esas estrecheces.
Mencionar el penúltimo logro para la ciencia histórica del doctor: el golpe de estado contra la República de 1934 lo dio la derecha. Los pájaros vuelven a disparar contra las escopetas.
Buen tema de debate Sr.Fisac sin embargo tenemos que tener en cuenta que no todos los franquistas y falangistas se integraron en AP (precursora del PP) a la muerte del general genocida al disolverse el único sindicato vertical, muchos falangistas se integraron en la UGT para tener controlada la clase obrera y en especial al partido afín el PSOE cuyas bases creían socialista.
Y en el Ibex, en la banca, en todas las altas instituciones. Y, cuando se han ido jubilando han ido dejando a sus hijos, aún más ultras que ellos.
Los vocingleros de MCR no son más que la cabeza de turco de algo que quiere volver. Pero saben que ya no cuaja, por eso están que trinan.
Un claro ejemplo es la judicatura o el ejército. A partir de cierto rango solo hay apellidos de ultras.
Tiradas de hemeroteca si no me creéis.
Seguimos entonces el ejemplo de Venezuela y Cuba, payaso. Pedimos el carnet del partido.
Ya que te lo sabes, cuéntanos el ejemplo de Venezuela o Cuba. Yo me sé el de España, que es donde vivo. Lo mismo deberías ver si hay edición digital del Gramma o de El Nacional y das por culo allí.
Si algo queda claro es que España te importa un carajo.
IMBÉCIL.
Sí, Hobbes, han dejado una buena herencia. Beneficiados con estancos y demás sinecuras, capataces y cargos intermedios que han creído que por el hecho de estar junto a los poderosos ellos también lo eran. De esa gente han salido muchos alcaldes de listas del Psoe y muchos cargos sindicales. En los tiempos de un PSOE pujante , gente de la derechona, que quería seguir manteniendo prebendas, se presentaba por unas siglas ganadoras aunque fueran contrarias a su credo.
Bono, Cebrian, Espinar, hasta Pablo Iglesias proceden de familias instaladas en tiempos de Franco.
Los sindicatos son directos herederos del Franquismo, viviendo de los presupuestos y son parte del Estado.
HIPÓCRITAS.
Pero date una vuelta por las altas instituciones del Estado y es para echarse a temblar (respondo a Pobrecito Hablador, el otro piojo ni me interesa).
Yo he tenido oportunidad de ver algunos de los grandes despachos de Madrid y la cosa es flagrante.
España sigue en sus manos. Y no me refiero a esos del estanquillo, o la plaza de funcionario…me refiero a esos que han decidido que no hay separación de poderes y que usan el legislativo y el judicial para poder tener al país en sus manos y robar a camiones llenos. Aquí el ejecutivo no es más que el brazo ejecutor.
El Poder no está en Moncloa, está en La Castellana.
….y en los misales que llenan las bibliotecas de algunos capellanes… Que no lo digo yo EH,… Literal de boca de la madre superiora…. Me meoooooo
JAJAJA, eso ha sido buenísimo:
“Soy la madre superiora de la Congregación, traspasa dos misales”
Quién estaba al otro lado del teléfono, nuestro amigo angelmanuel???
Me meoooo.
JAJAJAJA. Eso síq ue es una conquista del Estado por la derecha clerical e independentista catalana…
D. «Ángel Manuel», no entre usted en ese discurso fuertemente arraigado en la cultura política popular de la derecha española de que los sindicatos han heredado del franquismo una posición privilegiada en la sociedad.
Es un relato revisionista de la derecha española que se apoya en una selección interesada de ciertos elementos históricos de las relaciones laborales durante un período concreto del franquismo para tergiversarlos de manera interesada.
Le expondré, todo lo breve que pueda, algunos argumentos.
La historia de España, durante el siglo XX está repleta de personajes que unieron su fortuna y su destino a la suerte del franquismo y supieron adaptarse al sistema democrático para seguir ejerciendo su poder (Aznar, Rato, Trillo Figueroa, Arias-Salgado, Fernández-Cuesta, García Escudero, Calvo-Sotelo, Fernández-Miranda, Cabanillas, Mariscal de Gante, etc).
Hoy, los últimos March, Koplowitz, Fierro, Fenosa, Coca, Meliá, etc. continúan entre las familias más ricas e influyentes de la España del siglo XXI, compartiendo pedestal con otros millonarios emergentes salidos directamente de la política falangista, tradicionalista y tecnocrática como Serrano Suñer, Girón, Cortina, Alcocer, Letona, Carceller, Oriol, Barrera de Irimo, Calviño, Fontana, Codina, García Ramal, etc.
El régimen del general Franco estuvo al servicio de esta clase social que mantenía un privilegiado sistema fiscal.
Esto fue posible debido a que se aprovechó la docilidad obrera provocada por la despolitización y la carencia de sindicatos independientes con capacidad para la negociación colectiva (que no aparecieron hasta finales de los años sesenta), e impidió cualquier crítica pública a la corrupción.
Y es que Franco siempre tuvo muy claro que el bolsillo y la patria iban, indefectiblemente, unidos.
En 1958, el régimen de Franco promulgó la famosa Ley de Convenios Sindicales.
Lo que se olvida, convenientemente, decir es que este fantástico marco de negociación colectiva franquista excluía la libertad sindical, la representación independiente de los intereses de los trabajadores en base a esta libertad sindical y el derecho de huelga.
Lo que uno se pregunta es: ¿dónde estaba la derecha española cuando el proceso 1.001 de 1973 abierto por el franquismo contra la cúpula sindical clandestina de CC.OO. o cuando ametrallaban a los trabajadores a la salida de una asamblea en la iglesia de San Francisco, en marzo de 1976, en Vitoria?.
No, D. «Ángel Manuel», el franquismo no fue el precursor del Estado del Bienestar ni los sindicatos son sus herederos.
No se una a la retórica revisionista e interesada de la derecha española…
CHARLES, no se justifica que los sindicatos sean parte del Estado como en tiempos de Franco lo era el sindicato único.
Los sindicatos forman parte de la casta y han sido cómplices de multitud de fraudes en ayudas a la formación (caso ERE).
Por cierto, en tiempos de Franco las Magistraturas de trabajo eran temidas por los empresarios. Hoy es un cachondeo.
ES VERDAD HISTÓRICA Y ES ACTUALIDAD.
D. «Àngel Manuel», lleva usted razón en lo referente a la autoridad de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social hoy en día. Lo conozco y lo he sufrido bien…
La Inspección de Trabajo y Seguridad Social necesita un cambio radical.
En mi opinión, los inspectores deberían ser los coordinadores de un equipo de profesionales especializados, con expertos en prevención de riesgos laborales.
Más medios, más profesionalización y más especialización, para mejorar la Inspección de Trabajo y Seguridad Social.
Nadie, ni siquiera los inspectores, están en desacuerdo con ellas…
Una visita a los Juzgados de lo social quita la esperanza a cualquiera que espere satisfacción a una justa reclamación.
JEJEJE, así es que las magistraturas de trabajo eran temidas por los empresarios….JAJAJA, uno de los que más la temían era Jesús Gil.
http://www.abc.es/20090615/nacional-sucesos/cuarenta-anos-tragedia-angeles-200906151341.html
O Banús Hermanos, San Román, Agromán o Dragados y Construcciones, a las que se unen órdenes religiosas, ayuntamientos, confederaciones hidrográficas y diversas administraciones de Justicia o gubernativas que estaban en los entramados para exclavizar a los trabajadores.
También se le podrían pedir explicaciones a Florentino Pérez, de Dragados y Construcciones (ACS), José Manuel Entrecanales, de Entrecanales y Távora (Acciona), Gonzalo Ferre, de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF), Julio Gómez-Pomar, de Renfe y Juan Miguel Villar Mir, de Huarte (OHL)». Todos ellos la flor y nata del empresariado español actual y guardianes de los derechos laborales en sus empresas.
Según El Diario, estas empresas usaron trabajadores forzados:
Secretaría General del Consejo de Estado, Astilleros de Cádiz, Consejo Superior de Protección de Menores, Sindicato Nacional del Espectáculo, Regiones Devastadas de varias provincias, gobiernos civiles, direcciones generales, ayuntamientos… además, entre otras, de la Fundación Generalísimo Franco y la Jefatura de FET de las JONS en Lérida.
La iglesia reclamó trabajadores esclavos para obras en parroquias, conventos y otros edificios de Madrid, Barcelona, Cuenca, Murcia o Valladolid. Como empresas privadas, aparecen relacionadas con la metalurgia (Múgica, Arellano y Cía., Babcock & Wilcox, La Maquinista Terrestre y Marítima, Talleres Mercier o Industrias Egaña), la minería (Carbones Asturianos, Minera Estaño Silleda, Duro Felguera, Minería Industrial Pirenaica o Minas de Sillada), la construcción (Sociedad Constructora Ferroviaria o Ibérica de Construcciones y Obras Públicas), agricultura, mecánica, zapatería, espartería y fábricas de muebles, cristal, guantes o alpargatas».
Así es que la Magistratura tenía a los empresarios a raya…sí de coca…Hay que ser canalla y despreciable para decir estas cosas cuando hay más de 100.000 personas muertas, ASESINADAS en las cunetas de España. Muchas de ellas tras haber sufrido trabajos forzados.
Por cierto, Huarte y CIA fue la que hizo el Valle de los Caídos…Huarte, que le hizo a la República los Nuevos Ministerios y a los fascistas los camiones blindados. A pelo y a lana. Eso sí, medalla de oro hace nada por industrializar Navarra. Ole y ole.
Aquí el único canalla es el que amenaza e insta a hacerlo desde el anonimato.
O SEA… TÚ.
JAJAJA. Tómate la pastillita.
Por cierto ¿Quieres un esclavo para las mañanas en Hacienda? Así puedes seguir injuriando y calumniando en MCR.
La mentira no es buena compañera Hobbes.
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Los tuyos no los borra…