El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, va a inaugurar mañana la conducción Sagra Este-Toledo, una infraestructura que resulta fundamental para garantizar los crecimientos demográficos de la zona y la puesta en marcha de proyectos empresariales, y que ha estado paralizada durante seis años.
Iniciada en 2006, tras un convenio entre la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y el entonces Ministerio de Medio Ambiente que permitiese llevar el agua del Tajo a esta zona desde el embalse de Almoguera, en la provincia de Guadalajara, la infraestructura contaba con tres fases.
La tercera y última, cuya conducción principal, de casi 44 kilómetros, se iniciaba en el depósito de Esquivias y terminaba en los depósitos de Palomarejos, no se ha puesto en marcha hasta ahora, a pesar de haber concluido en 2011, lo que ha provocado que el agua no pudiese llegar hasta Toledo y su área de influencia, además de un progresivo deterioro por su falta de uso que ha tenido que ser subsanado.