La diputada regional del PSOE por Ciudad Real, Ana Isabel Abengózar, afirma sentirse “indignada como alcazareña” ante declaraciones como las del delegado del Gobierno de España en Castilla-La Mancha, José Julián Gregorio, en respuesta al problema de la sequía.
A la portavoz socialista le parece lamentable que un representante político “nos diga que nos pongamos a rezar a ver si llueve” en lugar de actuar con responsabilidad y poner medidas sobre la mesa para los agricultores en particular y para el resto de los ciudadanos en general, pues ha manifestado que la sequía no se arregla rezando, “como hacen algunas ministras cuando piden empleo, sino que se palía ordenando un Real Decreto y llevando a cabo inversiones y políticas hídricas”.
Abengózar ha explicado que en la zona de La Manchalos ciudadanos se alegran de que los agricultores de la cuenca del río Duero tengan un Real Decreto de sequía, pero insiste en que “el problema viene cuando el gobierno de Rajoy hace un alarde de sectarismo y no trata igual a los agricultores de nuestra región”.
La parlamentaria socialistaha dicho que “pese a que la sequía en la cuenca del Guadiana es una realidad, ya vemos que no le importa al gobierno del Partido Popular”, una actitud que lamentaporque “esto significa que para Rajoy, Cospedal y resto de dirigentes ‘populares’ hay agricultores de primera y de segunda en función del color político, eso por no recordar que el Gobierno central visita poco y maltrata la zona de La Mancha en los Presupuestos Generales del Estado”.
Abengózar ha insistido en dar la voz de alerta ante la situación “dramática” y “extrema” en la que se encuentran todas las cuencas de los ríos castellano-manchegos, con especial mención a la cuenca alta del Guadiana con la sequía que padece, una realidad que a su juicio “no tendría que haber ninguna duda para que el Gobierno de Rajoy aprobara un Decreto que minimice los efectos sobre los cultivos de los agricultores y también sobre el abastecimiento humano.
Por último, la diputada regional del PSOE ha señalado que “la política de agua merece una lealtad y una solidaridad entre administraciones y en ningún caso sectarismos y discriminaciones como los que están soportando los agricultores de nuestra tierra”, por lo que concluido señalando que “esta es la evidencia del nulo apoyo del PP a los profesionales del campo”.
