En menos de una década de vida el Basque Culinary Center se ha convertido en un nombre de referencia y de futuro de la gastronomía española. El primer centro que imparte estudios de grado universitario vinculados a este sector en España, está dirigido por Joxe Mari Aizega, quien reconoce que queda mucho camino para enaltecer el vino dentro de la gastronomía. Para ello ofrecerá una conferencia a las 17 horas el día 10 de mayo en FENAVIN bajo el título “El vino en Basque Culinary Center; formación e investigación”.
Pregunta-. Aunque resulte increíble el Basque Culinary Center solo tiene ocho años de vida, ¿cómo ha crecido la escuela en este tiempo?
R-. Ha crecido progresivamente estos años. Los dos primeros años nos centramos en el diseño, mientras se construía el edificio, y en septiembre 2011 se inauguró. A partir de ahí, hemos ido incrementado en número de alumnos en Grado (hoy en día tenemos 400, 100 por curso), número de Másters (ofrecemos 7 para profesionales), cursos para entusiastas (600 alumnos al año), cursos para profesionales (400 alumnos al año), eventos (100 al año) y proyectos de investigación (8 por año) e innovación (15 al año). Tenemos estudiantes de 25 países. Si hace 8 años me lo cuentan, me habría dado vértigo pero lo hemos conseguido con el trabajo y la implicación de muchísima gente que ha creído en el proyecto: desde los mejores chefs hasta empresas punteras en el sector, las instituciones públicas y los trabajadores que ponen su ilusión y dedicación día a día.
P-. Parece que la gastronomía española está viviendo un nuevo auge y a un nivel mucho más “democrático” que en otras ocasiones, ¿qué responsabilidad tienen los programas de televisión en ello?, ¿ayudan al sector o lo desvirtúan?
R-. Considero que ese auge es positivo, los programas de televisión nos han mostrado lo maravilloso de esta profesión y de todo lo que la rodea. Sirve para difundirlo. Sin embargo, es también una profesión muy sacrificada. En la Facultad, procuramos dar a nuestros alumnos una visión lo más amplia posible, que conozcan todo lo que pueden llegar a hacer en este mundo, por lo que reciben una formación interdisciplinar (tienen asignaturas como nutrición o estadística, y talleres de servicio y sala o cocina) y al mismo es una formación muy práctica y real para que les prepare para su desarrollo profesional. De esta manera, amplían sus posibilidades y se especializan en lo que más les gusta.
P-. El papel del vino en la gastronomía a veces queda un poco relegado, ¿cómo se puede conseguir que deje de ser “el primo pobre” de la cultura gastronómica?
R-. Es verdad, no todo el mundo sabe apreciar el vino. Y, sin embargo, es un acompañante imprescindible de la comida. En el Grado en Gastronomía todos los estudiantes estudian varias asignaturas en torno al vino. Es importante que los profesionales pongan en valor el producto, el papel del sumiller en un restaurante es fundamental, detrás de cada vino, hay una historia que contar. Para especializar profesionales contamos con un Máster en Sumillería y Enomarketing. Y también creo que es importante que la gente empiece valorarlo, nosotros solemos organizar catas y cursos de maridaje para entusiastas, procuramos que la gente se divierta y le quite el miedo a decir si le gusta más un vino u otro.
P-. ¿Cuál es un recuerdo personal asociado inseparablemente al mundo del vino?
R-. Anualmente, en época de vendimia suelo ir con la familia a pasear entre viñedos, cuyas hojas generan un mosaico multicolor, y después almorzamos en una bodega. Es una experiencia magnífica.
P-. ¿Qué supone para usted el reconocimiento de Embajador de Vino en esta edición de FENAVIN?
R-. Es un honor que se haga este reconocimiento al Basque Culinary Center. Nos queda mucho trabajo por hacer para enaltecer el vino, así que aceptamos el reto con muchísimo gusto.
P-. ¿Qué opinión le merece la feria?
R-. Me parece estupendo que se lleven a cabo iniciativas para poner en valor el vino, reunir a profesionales del sector, identificar sinergias y promover el conocimiento.