Pasada la semana santa de una de nuestras iglesias, conviene recordar que hace quinientos años hubo en Europa una revolución trascendental para la evolución de la historia, de la cultura y de la ciencia. Un fraile agustino, Martín Lutero, clavó en la puerta de la parroquia de Wittenberg 95 tesis que acabaron definitivamente con la Edad Media y aseguraron el progreso de Europa hacia la modernidad.
La Mancha (o Castilla-La Nueva) no ha sido nunca tierra de grandes místicos, sino de grandes herejes, sobre todo en Cuenca. Uno de nuestros más eminentes luteranos fue Juan de Valdés, quien, junto a su hermano gemelo Alfonso hizo lo que pudo para garantizar que la palabra de Dios pasase directamente al castellano sin mediación alguna frente a la prohibición de la iglesia católica, que la usurpaba y no quería que se leyese sino en latín. Haciendo depender la salvación del propio individuo, y no de una institución privilegiada, Lutero estaba proclamando uno de los principios fundamentales del liberalismo y de la democracia. Además, eso requería que la gente común supiese leer y escribir para asegurarse el paraíso, principio educativo ajeno a la iglesia, que dominaba todas las universidades usurpando una educación que solo las posteriores revoluciones burguesas trasnformarían en laica, promoviendo así el progreso material y científico; anteriormente, la Iglesia se reservaba siempre, porque podía, los mejores talentos para la carrera eclesiástica, olvidando y despreciando vocaciones científicas, médicas, tecnológicas. Así al menos continuó siendo en España, principal puntal del reaccionarismo esterilizador hasta que perdió definitivamente en la última guerra de religión que hubo en Europa con la paz de Westfalia en 1648. Desde entonces ya nadie discutió la separación de iglesia y estado. Otros no han tenido esa suerte, por ejemplo en el mundo musulmán, del que formamos parte también (véase si no cuán incólume ha quedado el Valle de Josafat de los caídos «por Dios y por España» y la ridiculez medieval de la «Santa Cruzada». La iglesia española nunca amó a sus enemigos, algo que hace al catolicismo la más dura de las religiones: prefirió lo fácil y los persiguió, pese a lo cual aún tuvo algún personaje digno como el cardenal Francisco Vidal y Barraquer, que salvó el honor del catolicismo español en la Guerra Civil frente a los políticos con sotana que firmaron la carta de los obispos españoles en apoyo de Franco, que desde entonces mangoneó a la iglesia católica paseándose bajo palio como si fuese el Santísimo Sacramento y legitimándose con su propaganda. El servilismo español, siempre antiliberal, que aún ahora se hace gobernar por un militar que está por encima de la ley y no puede ser juzgado, y que aparece incluso en la primera obra de nuestra literatura, con un Cid que come la hierba (sic) en presencia del rey, se atestigua como una característica esencial de nuestra historia; sin embargo, el Cid nunca se habría rebelado contra la gente a la que defendía, como hizo el gallego inmortal y, solo para algunos, inmoral, el Cid nunca habría causado la guerra que mató a derechistas e izquierdistas por igual. La democracia era lo único que teníamos para asegurar la convivencia, y los militares la destruyeron. Todavía uno, heredero de otro, sigue gobernando en lugar de un civil.
Las iglesias protestantes, perseguidas a lo largo de la historia de España, ignoradas, ninguneadas, ridiculizadas, sacrificadas, quemadas en la hoguera (la iglesia católica nunca admitió ser pasto del mismo fuego que prodigó a diestro y siniestro también) tienen entre los manchegos a un gran personaje, Juan Calderón Espadero, nacido en Villafranca de los Caballeros a fines del XVIII y criado en Alcázar de San Juan, exfraile franciscano protestante que logró sobrevivir, tras intentar explicar la Constitución de Cádiz en esa ciudad manchega, a un intento de asesinato y tuvo que huir a Francia, donde se convirtió al protestantismo. «La Iglesia católica no concede ni ha concedido nunca amnistías», escribió, así como que «toda mi vida he intentado vivir de un modo acorde a mis creencias». En Francia subsistió de su propio trabajo como zapatero, habiendo sido profesor de filosofía; enseñó la lengua española en Burdeos y en Londres y cuando otro manchego, el liberal Baldomero Espartero, se volvió regente de España en 1841, volvió a su país y publicó una Gramática que los especialistas han considerado muy avanzada para su época. Iguales alabanzas dispensó Marcelino Menéndez y Pelayo, un católico eminente, a sus observaciones de crítica textual sobre el Quijote, que sitúa entre lo más granado de su tiempo, siendo además el primer cervantista manchego del que hay nota. Es más, editó y escribió las primeras revistas protestantes en castellano en Londres, desde donde las introdujo en España e Hispanoamérica clandestinamente. Casado con una francesa, su hijo, Philip Hermógenes Calderón, fue académico y bibliotecario de la Real Academia Inglesa de pintura y el líder de un movimiento artístico de esa nación, The Clique, «La Pandilla», derivado de la Hermandad Prerrafaelita. Sus hijos, nietos de Juan Calderón, fueron asimismo eminentes: William Franck Calderón creó una escuela de pintura animal en Londres y destacó como ilustrador; Alfred Calderón fue un importante arquitecto, con obra dispersa por todo el mundo, incluso en Canadá, y George Calderón fue un importante eslavista, traductor de obras clásicas de la la literatura rusa al inglés y escritor él mismo, fallecido en las playas de Gallipoli durante la I Guerra Mundial. ¿Habría podido desarrollarse toda esta actividad cultural en un ambiente de tan sofocada libertad como el de la manchega España del siglo XIX? Sinceramente, lo dudo. Tras la caída de Espartero Calderón tuvo que regresar a la libertad porque aquí no la tenía, e incluso tenía que esconderse.
A las ocho de la tarde del martes 25 (la semana próxima) se presenta en la librería-café La Madriguera de la calle Toledo, 51, una edición crítica de la Autobiografía y otros textos de Juan Calderón, realizada por José Moreno Berrocal y quien esto escribe y sufragada, entre otras instituciones, por la fundación Pluralismo y Convivencia. Pocos ejemplares han podido imprimirse: apenas trescientos, pero bastan para reivindicar la memoria de aquellos españoles que han sufrido cinco siglos de intolerancia…
Contornos
Ángel Romera
http://diariodelendriago.blogspot.com.es/
[Los comentarios serán moderados por el autor de la sección]
Introduce usted un debate histórico interesantísimo. Qué luces y sombras tiene en España la Iglesia católica y la cultura, y su relación con la Reforma evangélica.
Antes de todo, cuando uno visita Centroeuropa, y yo que viví en ella con mis amigos de la Compañía de Jesús, sorprende la excelente relación entre las iglesias católica y protestante en el principal escenario de guerra religiosa en el siglo XVI. Ha habido una gozosa reconciliación y hermanamiento de Fe. Ambas iglesias han reconocido los errores propios, y el grado de colaboración es muy buena. Se promueven activamente actos litúrgicos conjuntos, que he disfrutado. Llamativo me pareció el trato que me dieron como el español de los jesuítas, pues fueron los jesuítas quienes impulsaron la Contrarreforma en Europa.
Otra anécdota que tengo, es que mi mujer y yo fuimos a la boda en Alemania de una pareja amiga nuestra que son activos anabaptistas. Discusiones por supuesto he mantenido con ellos, pero como ha de ser, prevalece la concordia y la amistad. En su boda, asistió otro español estudiante en Heidelberg, que era converso al protestantismo. Eso sí que fue una discusión. Los españoles somos muy expresivos en la discusión, que los germanos entienden más como debate (lo civilizado) que como confrontación.
Actualmente la Iglesia camina hacia el ecumenismo (uniformidad en la diversidad). Todos los cristianos padecemos una cultura occidental en muchas ocasiones hostil al cristianismo. Esta preocupación es común, y se une a la inquietante presencia de musulmanes en Europa.
Y entrando en el contenido del artículo, lo rebato, con respeto.
1º La Mancha también es tierra de místicos (Juan de Ávila y Tomás de Villanueva, y el reformador trinitario Juan Bautista de la Concepción);
2º El Concilio de Trento fue muy responsable de que la Iglesia renunciara a que la Teología estuviera en la Universidad y se redujera en los Seminarios. La reforma del clero, expulsó al clero de la Universidad (absurdo proteccionismo).
3º La Escuela de Salamanca fue el más vivo ejemplo del compromiso de la Iglesia católica con la defensa de los derechos humanos, que ella misma constituyó. Ello se materializó en las Leyes de protección de indios.
La Reforma se incorporó tarde a la labor de protección de los indios americanos (para ellos las necesidades de evangelización simplemente al llegar a América y durante bastante tiempo no existieron). Como mérito, antes que los católicos los protestantes, impulsaron la abolición de la esclavitud.
4º Los protestantes también persiguieron a los católicos.
Un ejemplo, en la década de 1650 más de 100.000 niños irlandeses, entre 10 y 14 años, fueron separados de sus padres y vendidos como esclavos en las Indias Occidentales, Virginia y Nueva Inglaterra; 52.000 más, en su mayoría mujeres y niños, fueron vendidos a Barbados y Virginia; 2.000 niños se vendieron a Jamaica…
5º Francisco Vidal y Barraquer pudo gracias a Companys salvar su vida saliendo de España, pero a su obispo auxiliar (Manuel Borras Ferrer) le asesinaron. En ese contexto, hay que entender que para tratar de salvar la vida de su clero, Vidal i Barraquer se mostrara hostil a declararse partidario del golpe militar. Entendió el pacto político como la única forma de evitar la temprana persecución religiosa que se estaba dando en España.
Mi juicio, es que ese pacto político no hubiera evitado nada. La revolución rusa represalió duramente tras el soviet al clero ortodoxo.
LA CONVIVENCIA ESTUVO DESTRUIDA EN LA II REPÚBLICA desde que el diez de mayo de 1931 se quemaran las primeras iglesias y conventos, y desde que se sucedieran sucesivos golpes de Estado (el de Asturias cuenta), y se asesinara al líder de la opoisición (Calvo Sotelo) tras la amenaza de la Pasionaria en Cortes.
Mire, con respeto, Don Ángel, la Iglesia católica cometió el gran error de querer monopolizar la cultura, pero eso también pasó con la Reforma en los países donde triunfó (con semejantes represalias a los otros), como también pasó en la II República.
Hoy, afortunadamente eso no va a pasar, lo intente que lo intente.
He leído lo que pude aguantar de Juan Bautista de la Concepción hace tiempo (me da por historiar la literatura manchega) y también a Juan de Ávila, al que han hecho una edición monumental, excesiva, que no se merece, y también a otro que no mencionas, Tomás de Villanueva, que es de Fuenllana; le sorprenderá saber que los artículos que hay sobre estos autores manchegos en la Wikipedia los escribí yo (y a ratos los amplié, junto con otros). No les llegan a la suela del zapato a místicos como San Juan de la Cruz o Santa Teresa y ni siquiera a ascéticos como fray Luis de Granada y Juan Eusebio Nieremberg (qué obra maestra, por cierto, «Diferencia entre lo temporal y lo eterno»: prosa de la que ya no se hace, ni se ha vuelto a hacer). La mística castellanomanchega es mediocre, así, como suena, o cuando lo más correctita… a no ser que haya compuesto Juan de Ávila el «Soneto a Cristo crucificado», que es muy probable (por cierto, el articulo a este soneto de la Wikipedia también lo escribí yo…)
No he leído las obras místicas de esos autores. Usted tiene autoridad como profesor de literatura para valorarlos mejor que yo.
San Juan de Ávila es hoy doctor de la Iglesia. Es un título cum laude entre los santos. Su figura es universalmente conocida en la Iglesia católica y es patrón del clero diocesano.
Le explicó como entiendo la religiosidad de nuestra tierra, que no ha variado desde los tiempos de San Juan de Ávila. Quizás ello explique por qué nuestra mística sea más mediocre que la castellana del norte.
Nuestra religiosidad es de tener los pies en la tierra.
Por eso San Juan de Ávila es un extraordinario catequista. El apóstol de Andalucía, amigo y casi jesuita de Ignacio de Loyola, era un tipo realista que adaptaba la Fe a sus destinatarios.
La estructura de la propiedad, el campesino era o un pobre propietario o un aparcería, las dificultades económicas, moldean creo esa mentalidad, que es más elevada porque está más desahogada en la Castilla antigua, donde el campesino es propietario y anda más desahogado.
Yo valoro mucho la religiosidad manchega. El Padre Ayala, fundador de los Propagandistas, es un buen ejemplo de éxito en su obra.
Nuestra tierra da religiosos y ha dado santos de exitoso pragmatismo, de mente clarividente por realista, de catequetas y apóstoles.
Ese espíritu sigue todavía formando a sus seminaristas.
Lo ofrezco mi explicación.
Es la religiosidad de un Sancho.
Don Quijote es Hidalgo, castellano antiguo, su religiosidad le eleva al cielo, no tiene que preocuparse donde tiene los pies, porque aunque no sobrado, nace económicamente desahogado.
Por cierto, muchos jesuitas dio esta tierra, acuérdese de Mariana, y ese realismo que le llevó a teorizar sobre el regicidio, que tanto le hizo sufrir con el poder.
Gracian es otro ejemplo, éste aragonés. Su fuerte carácter le creo no pocos enemigos, un escéptico de la naturaleza humana.
Un genial personaje más estudiado en el extranjero que aquí (en su momento), sobretodo en Alemania. Su sutileza moral es magistral.
Aún lamentan los jesuitas haberse ido de Ciudad Real.
La cantera de religiosos que ha dado el Colegio Gárate era de calidad excepcional.
Ya sólo quedan tres, personas valiosas y con las que me he echado muy buenas risas.
Respecto al clero diocesano, yo que estudié en el Seminario, qué le voy a decir. Ciudad Real es una de las pocas diócesis donde antes de elegir obispo se consulta a su clero para dar el visto bueno. El estilo está definido, y es acertado. Un sacerdote para su Grey y no al revés.
Los de Toledo son místicos, aquí somos de otra manera. Allí les da más por estudiar a Santo Tomás de Aquino, que por estudiar el personalismo cristiano de Maritain. Aqui hay adaptación a la Grey.
Bono, que es muy clerical de modo de proceder, y con poso jesuitico, de una diócesis como la de Albacete, similar en carisma del clero a la nuestra, es otro adaptado a la Grey. Pero en otro sentido, jejeje.
Aprecie y conozca estos secretos Don Ángel, si quiere comprender esta tierra, y aprenda a quererla. Sancho también aunque bruto, es entrañable y noblote.
Quijotes, demasiados y falsos.
Creo el problema del protestantismo radica en que esa neurótica rebelión contra una autoridad superior ocasiona una dispersión moral que ha permitido que el liberalismo, el darwinismo, el malthusianismo, hayan triunfado en la Historia de occidente.
Por contra, un irracional sometimiento a la autoridad, también ha permitido en en zonas católicas u ortodoxas haya cuajado más el fascismo y el comunismo.
Curiosamente, para su mérito, los países protestantes apenas han padecido revoluciones (salvando la inglesa).
Actualmente es meritorio, que sean países de mentalidad no protestante (ortodoxa o católica), no se hayan producido revoluciones por la grave crisis económica, y hay que decirlo, han ocasionado esencialmente los pensamientos (de origen protestante) liberales.
Una forma de interpretar el presente con arreglo a unas raíces religiosas, que no se reflejan en la práctica religiosa, pero sí en la cultura europea.
Los siglos XVI y XVII están ahí al lado.
Ruptura radical es el Islam.
Ha quedado demostrado que el oscurantismo de la Iglesia Católica es el culpable de un retraso de. al menos, unos 1.000 años de avances científicos y tecnológicos para la humanidad.
Se creó el mito que la Ciencia y el conocimiento eran amenazas. Sólo la fe podía liberar al ser humano. Los orígenes de esta forma de pensar nacen con San Agustín. Una idea que, de alguna manera, aún perdura.
Para la Iglesia Católica, la riqueza es un estigma y la pobreza un signo de humildad y sencillez. Para los protestantes el problema está en el amor al dinero.
Los que nacieron del deseo de regenerar el catolicismo sobre el modelo de la Iglesia primitiva (protestantes), llevaron a cabo en el siglo XVI una campaña de alfabetización para instruir a un pueblo inculto. Mientras tanto, en los países católicos bastaba con que supiera leer el cura. Así, en el siglo XVIII, en Inglaterra y Holanda la alfabetización alcanzaba el 70% de la población, mientras que en España y Portugal no llegaba al 10%.
Unos (protestantes) se interesaban por el estudio del mundo y otros (católicos) quemaban a los científicos en las plazas.
Las naciones protestantes apostaron por la libertad y la democracia y las católicas por monarquías absolutas y fascismos.
El Vaticano es aún hoy la última teocracia de Europa.
En fin, creo que sin religión también somos buenas personas…
«ha quedado demostrado», ¿la prueba?, ¿1000?, ¿por qué no 500 o 1500? Y habla de ciencia. Francia, una cuna de las libertades, ¿eran protestantes?; el sur de Alemania, Austria, parte de Suiza, unas de las zonas más prósperas, ¿protestantes? Y habla de ciencia. Leen la contraportada de Weber, el manual del partido, y así pasa, la generalización.
Sr. «peterot», la verdad es que siento una enorme tristeza cada vez que recuerdo todo lo que he leído sobre la penosa vida de los científicos en la Edad Media, en la cual la religión gozaba de una supremacía sin lugar a dudas en un mundo donde gobernaba la ignorancia y la superstición.
Los horrorosos crímenes y barbaries hechos a estos desafortunados científicos de la Edad Media que por difundir ciertas verdades sobre el Cosmos y nuestro planeta que desafiaban ciertos pasajes de su libro sagrado, fueron asesinados y torturados; lo que trajo por consiguiente el retroceso de un mundo más creativo, inteligente, informado, entendido, progresado, avanzado y hasta más pacífico en cierto sentido, sumiendo al mundo en una oscuridad profunda donde moraba la fantasía, lo irreal e inhumano.
Giordano Bruno, Giulio Cesare Vanini, Pietro d’Abaro, Miguel Servet, García de Orta, Lluís Alcanyís, Galileo Galilei, Nicolás Copérnico, Johannes Kepler, etc., etc.
Y usted me requiere sobre cuáles son las pruebas y los fundamentos.
La religión, Sr. «peterot», no suele pisar el jardín de la Ciencia so pena de perder su estatus: cuando la religión afirma hechos y éstos entran en conflicto con la evidencia científica, entonces la religión empieza a perder adeptos.
Existen numerosos estudios que verifican el hecho de que desde el año 400 d.C. al 1.500 d.C., donde el cristianismo se expandió vertiginosamente y la Iglesia era el máximo poder, la capacidad científica, es decir, la capacidad de pensar de las personas estuvo duramente mermada y el avance científico fue no sólo nulo, sino que retrocedió bastante.
En la actualidad, la Iglesia Católica critica los avances en investigación biomédica, desde la reproducción asistida a la medicina regenerativa.
Eche un vistazo a la instrucción pastoral «Dignitas personae» que publicó la congregación para la Doctrina de la Fe el 11 de diciembre de 2008 y luego nos comenta.
Por favor, a mi edad y a estas alturas, no necesito ampararme en ningún manual ya que mi experiencia es una buena escuela. Ya sabe eso de «pájaro viejo no entra en jaula».
Sólo confío en que sus próximos comentarios sirvan para enriquecer el debate. No es de recibo emponzoñar y corromper la discusión con inútiles y vacías monsergas carentes de fundamento que únicamente fatigan a los lectores.
Como decía D. Santiago Ramón y Cajal: «procuremos agradar e instruir: nunca asombrar».
Mientras tanto, si quiere aprender, enseñe…
Pero qué disparates dices. En Suecia no hubo monarquía absoluta. Los Hannover no eran autoritarios. No había latifundistas en Dinamarca, y en Inglaterra no se persiguió a los puritanos.
En Holanda las mujeres no son expuestas en escaparates, y el suicidio asistido es una cuestión inmoral.
En los Estados más protestantes no existe la pena de muerte (USA), el genocidio de los campos de concentración fue una operación de exterminio llevada a cabo por el Vaticano, y la Bomba Atómica un artilugio diseñado por los jesuitas.
Es que hay tanta Historia por remover…
Por supuesto que había analfabetismo, pero en Alemania, surgió el nacionalsocialismo, y eran el pueblo más culto de Europa.
Los indios más al norte de Río Bravo, son menos del 3% de la población, y al sur el mestizaje representa más del 90%.
Con razón Llamazares afirmaba que la IZQUIERDA HA PERDIDO LA HEGEMONÍA CULTURAL.
Porque no podía ser de otra forma.
Esa catolicofobia no es que sea enfermiza, es que es ignorante, ciega, y malintencionada.
Y por supuesto delirante.
Católico es el Señor de los Anillos, protestante Lobo en Wall Street.
Si ahora va a resultar que el liberalismo es primo hermano del socialismo, que sí ha triunfado en países Católicos.
ESTAIS DESORIENTADOS.
No dais una. La cultura es como la rosa, hay que arriesgarse a ser clavado por las espinas para poseerla.
Existe otra cultura que no tiene espinas…Enmudece ante la Capilla Sixtina.
Algo que se cargó la cultura protestante, el enmudecimiento por el arte, más que por la palabra. La palabra es una pistola de abogados.
El catolicismo llevó a China la astronomía. Sólo la contribución de los jesuitas y agustinos a la ciencia (Ricci y Mendel), es buen ejemplo de que no existió ese oscurantismo.
Galileo ha sido restituido y se ha perdido perdón por su persecución, pero no murió en la hoguera. Todavía las horribles persecuciones de Stalin a los científicos genetistas no se conocen.
A Servet le mataron los calvinistas, y a Darwin le hicieron la Pascua los anglicanos rabiosamente.
Para Hitler la ciencia era experimentación en los campos de exterminio, y laboratorios de bombas volantes.
Qué es eso de que la Historia de la Ciencia es inmaculada.
Hay luces, y muchas sombras, como en toda honesto conocimiento histórico.
D. «Ángel Manuel», sólo hecho de menos mis disparates de juventud. Lo que más pena me da no es haberlos cometido sino el no poder volver a cometerlos.
Aunque a mí son muy pocas las cosas que ya me parecen disparates…
Lo celebro por usted.
Pero una cosa es hacer disparates y otra cosa decirlos.
Hasta hace dos días este hombre no sabía que Lutero predicó contra el pueblo en rebeldía, por su liquidación. Y se lanza. Y ahora esa generalización del catolicismo, el que domina Baviera, sí, esa región que es de las más ricas de Alemania. Y así todo en este batiburrillo barato…
Hace dos días tú eras un cretino y hoy eres más cretino que ayer pero menos que mañana. E irrespetuoso y sectario y… no sigo.
Y el argumento?
Sí, lo sabía. Pero no contesto a simplificaciones como las tuyas. Llevo muchos años leyendo historia de las religiones y de las ideas y estoy un poco harto de tontadas, gilipolleces y descalificaciones, y perdona que te trate así, pero es que tú también me tratas de ignorante y de no saber cosas que me sé de sobra. Es verdad: soy ignorante de algunas cosas; por ejemplo, de tu nombre verdadero. Ya ves lo ignorante que soy: me gusta contestar a gente que tiene cara, no a gente que miente desde el nombre para abajo. Eso solo ya te descalifica, muchacho. Y no contestaré más: no lo mereces.
Y yo aunque coincido con Peterot lo secundo.
Debemos comprometernos con lo que decimos proporcionando nuestra identidad.
Es un gesto honrado y de noble proceder, que hace respetable a la persona, aunque las ideas choquen.
De esta forma, el nivel y la calidad de las intervenciones serían didácticas y enriquecedoras.
Es como escuchar a un cura reaccionario cuando le ponen frente a sus contradicciones y errores.
Defiende a Lutero como liberador de las gentes y contra los poderes, así, sin matices (el que habla de simplificar) y uno no sabe si es a propósito o que realmente ignora las cosas de ese tipo (hoy se ha cuidado muy mucho, ¿aprendió?).
Hoy nos regala esta crítica sin matices, otra vez, al catolicismo (y mira que uno recela de las religiones que aspiran a detentar la verdad), le acompaña el del partido, y cuando de nuevo le muestras ejemplos abundantes que se salen de lo pontificado se revuelve cual Savonarola laico.
Y escribe en un marco público expuesto a respuestas y casi pide hoguera el libertario, imagino calvinista, gran amante de las teas.
-¡Un pajarito sin cola!
-¡Mamola, mamola, mamola!
La NASA ha contado con un jesuita español como astrofísico relevante, Manuel Carreira.
Y en el CSIC son numerosos los religiosos científicos.
No son pocos los profesores universitarios y científicos españoles de confesión católica.
El más brillante astrofísico jesuita fue Georges Lemaître, pero era francés. Por demás, para científico jesuita manchego Lorenzo Hervás y Panduro, aunque escribiera idioteces tan grandes como «Causas de la revolución de Francia», 1807.
Don Ángel era el contexto. Hubo persecución religiosa en la Francia revolucionaria.
Yo también revisaría la Revolución francesa, creo que se ha ideologizado demasiado. De hecho en Francia los historiadores ya lo hacen. Sólo en la Vendee se calcula que se masacraron a más de 300 000 católicos.
Comprendalo.
Léase a Javier Herrero, «Los orígenes del pensamiento reaccionario español», 1971. Cuando leo lo que dice a veces me acuerdo de usted. En aquellas fechas a Venezuela la llamaban «la conjura de los filósofos», como Franco, un copión de esos viejísimos argumentos retóricos, por copias interpuestas, utilizaba lo del «complot judeo-masónico». Qué retórica más barata.
Prescindiendo de sus graves y rimbombantes aseveraciones, entrando en el frío pero necesario análisis de lo que afirma, le contesto.
Asistimos ya a una relectura de nuestra Historia. La expansión del juicio crítico es consecuencia de una crisis de identidad y de un resurgimiento frente al desafío cultural del islam, del estudio de nuestros fundamentos culturales occidentales.
Considero que es cuestionable nuestra historiografía excesivamente compuesta bajo la perspectiva liberal. Me explico, una desvaloración tanto de la Edad Media como Moderna, es decir, de la Historia de Occidente anterior a la Revolución francesa, carece de rigor y juicio histórico.
Se ha edulcorado el siglo XIX.
Todos los males actuales provienen en origen de causas que se remontan a las revoluciones burguesas y bolcheviques.
El materialismo filosófico, el relativismo moral, la concentración de la riqueza y su desigual distribución, la crisis educativa por el conocimiento utilitarista y pragmático, la crisis de las familias, el auge de los totalitarismos, la corrupción como pecado estructural de una revolución industrial que somete al ser humano a su subordinación a los medios de producción, privados o públicos.
En general, a la crisis del Humanismo.
Y por qué, porque al encumbrar a la Ciencia y a la Razón, por la negación del alma, hemos perdido la sabiduría y el seso, y nos vemos por ello sometidos a las emociones, que ni parten de la ciencia ni de la razón. Paradojas de la contemporaneidad.
Mire, en la Revolución francesa tres ententes culturales debían haber vivido en armonía. La libertad (liberalismo), la igualdad (socialismo) y la fraternidad (cristianismo).
Pues eso no ha ocurrido por culpa creo de una revolución científica e industrial mal gestionada porque estaba deshumanizada. Liberalismo y socialismo se enfrentaron, ambas negaron autoridad a un aceite que engrasaban sus desajustes, la fraternidad.
Esa es mi crítica. Que el Humanismo medieval y renacentista han sido despreciados porque el ser humano ha dejado de ser fin para convertirse en medio del beneficio o de la toma del poder.
Estás tesis fueron ya debatidas en su momento histórico por los tradicionalistas católicos y muchas se exponen en la Doctrina social de la Iglesia, que ahora estoy estudiando.
Pero como comprenderá como libre heredero no ya del cristianismo sino de la filosofía griega transmitida a través de mi religión, me siento confirmador de esas tesis tan actuales hoy como hace doscientos años. Soy católico no Jedi.
Europa, hoy revisa su Historia. Es un proceso imparable.
Los desafíos nos lo imponen. Los desafíos han evidenciado las carencias de la revolución política e industrial de Occidente.
Todo en su contexto tiene explicación.
Quizás una lectura necesita de otras complementarias y más generalistas.
Coincido con que escogemos selectivamente lo que leemos, pero uno pasa por una formación universitaria, que yo creo que aproveché, que le proporciona ese contexto filosófico o histórico, que es necesario tener en cuenta porque los hechos impulsan la Historia, aunque las ideas la dinamicen.
Don Ángel, es usted una persona intelectualmente estimulante.
Considero irrelevantes nuestras discrepancias de opinión, somos ante todo personas, y eso trasciende a nuestras ideas.
Usted fue amigo de mi tío, otra persona que en mi infancia me estimuló mis inquietudes intelectuales.
Lamentablemente no voy a Ciudad Real lo que me gustaría. Pero si algún día terciara, estaría encantado de conocerle personalmente mientras tomamos algo, que es la sana costumbre en nuestra tierra.
Un buen interlocutor hoy no es algo despreciable.
Me gusta leerle porque escribe usted muy bien, y pese a que podamos discrepar gravemente en ocasiones, le considero una persona interesante y de la que se puede aprender.
No le considero ni un adversario y menos un enemigo (cualquier persona auténtica los tiene).
Es usted una persona respetable.
Gracias por la paciencia que me tiene.
Me encanta leer artículos tan bien fundamentados.
Dan paso a debates interesantísimos.
En el fondo de todas las «religiones» subyacen los intereses económicos…
Calvinistas, jansenistas, católicos, reformistas, luteranos, jesuítas,…
Quizá cada debate religioso se suscita cuando las economías vienen revueltas.
Y extensivo a todas: wahabies, yizzadies, etc. Ortodoxos judíos… etc
Sí, es posible.
Pero para hablar del sexo de los ángeles, y hacerlo con maestría, se requiere una cosmovisión católica.
Aristóteles que tenía la vida resuelta, pudo permitirse hablar del sexo de los ángeles. No era católico, pero creo que lo hubiera sido.
A veces hablamos del sexo de los ángeles, oye, porque el realismo es pesadisimo y desquiciante.
Pues no sé, en India, China llevan hablando más tiempo de religión del que registra nuestra visión eurocéntrica.
🙂
Arístóteles, siguiendo la doctrina católica, estará en el limbo: donde están quienes siendo justos, no nacieron a tiempo de conocer a Jesús.
Aristóteles obviamente no pudo ser católico. No ha sido un gazapo.
Creía profundamente en la desigualdad entre seres humanos.
No han sido pocos los católicos que también lo han pensado.
Yo también conozco las miserias de la Historia de mi Fe.
Habla de la democracia de la II República. A estas alturas, con bibliografía y pruebas evidentísimas de pucherazo en las elecciones del 36; previamente un golpe de estado contra la República en el 34; el asesinato del adversario político como manera de hacer oposición… Un totalitarismo comunista emergente le parece una democracia.
Y luego el protestantismo, pobrecito sufridor del catolicismo carca de hoguera e inquisición. Pero no cuenta el cariño que dispensó el protestantismo a los católicos; ni habla de las hogueras protestantes, más numerosas y eficientes que las católicas, anuncio de aquellas que se hicieron en Mauthausen para exterminar a los judíos que tanto odiaba Lutero. Pero la ciencia y la conciencia protestante es muy superior a la católica.
Y cuando queda en evidencia (peterot), se comporta como Lutero con el discrepante, no confundir con el católico. En fin.
Recomiendo visitar la exposición conmemorativa del V CENTENARIO DE LA REFORMA DE LUTERO, que bajo el título: TRAS LAS TINIEBLAS, LA LUZ. LOS HERMANOS VALDÉS, SU ÉPOCA Y SU ENTORNO, se muestra en la Biblioteca Pública del Estado en Cuenca (Biblioteca Fermín Caballero). En esta exposición se exaltan a todos los REFORMADORES CONQUENSES que fueron víctimas y mártires del fanatismo e intransigencia de la época. Fueron mártires de la inquisición.
La exposición está formada por más de 130 libros y grabados, del siglo XVI al XXI, todos ellos perteneciente a la Biblioteca Privada del Conquense Antonio Escamilla Cid.
Una interesante exposición que se podrá visitar del 2 de mayo al 30 de junio de 2017 y que muestra la importancia de los REFORMADORES CONQUENSES en el siglo XVI (Alfonso y Juan de Valdés, Juan Díaz, Constantino Ponce de la Fuente…).