La Gallina Feliz es un espacio en el que diferentes aves de granja, especialmente gallinas, viven libres, reciben cuidados “y el cariño que merece cualquier animal”. Es una iniciativa de Bárbara Rodríguez, una joven ciudadrealeña que busca la colaboración de otros vecinos de la capital concienciados contra la explotación de animales para hacer crecer su proyecto.
Comenzó vendiendo huevos de sus gallinas a familiares y amigos para comprar pienso con el que alimentarlas. Ahora, para hacer crecer su pequeño paraíso, en el que con las gallinas conviven patos y ocas, ha puesto en marcha un sistema de apadrinamiento.
Las gallinas, asegura, son alimentadas con todo tipo de comida: legumbres, fruta, verdura, pasta, pan, etc. aparte de pienso de “alta calidad”y lo que picotean del pasto. Por ello, sus huevos “son totalmente agroecológicos, frescos, y de un color y sabor auténtico”. Además, recalca, a estas aves no se les amputan ni las alas ni el pico, y reciben cuidados veterinarios.
Las personas que apadrinen una gallina recibirán huevos frescos, que también podrán recoger en la parcela, lo que recomienda especialmente para familias con niños, de forma que se les inculque el respeto hacia los animales.
Además, concluye, «se contribuye a la no explotación de otras gallinas, conociendo en todo momento la procedencia de los huevos que se consumen».
Me parece una gran iniciativa que cuide tan bien a las gallinas. Pero ningún santuario de animales vende huevos, puesto que son veganos.
Que lo llame como quiera, pero no santuario.
Una idea estupenda.
Te felicito por ello y por tu dedicación.
Me parece también una idea muy acertada en bien de los animales.