Miembros de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca de Miguelturra se concentraban este viernes ante las puertas de la sucursal de Liberbank en esta localidad en apoyo a Pablo y Lourdes, una pareja que solicita una reestructuración de la deuda que mantienen con la entidad.
Años atrás solicitaron un préstamo para una empresa de construcción, en el que figuraban como avalistas y también sus padres. El proyecto no salió bien y finalmente la empresa se extinguió, reclamando entonces el banco la deuda a los avalistas.
Los afectados han solicitado en varias ocasiones la restructuración de la deuda. En opinión de la PAH, Liberbank se contradice en las justificaciones para negárselas, así como en el derecho a acogerse al código de buenas prácticas.
Cuando Lourdes consiguió un trabajo por el que comenzó a ingresar 500 euros mensuales lo comunicaron a la entidad, negándose esta, según la PAH, a «montar otra operación», pese a que «su situación había cambiado».
No temen tanto perder su vivienda como la de los padres de ella, «que es la que peligra», al figurar como avalistas. La casa «de toda la vida» de dos ancianos de setenta años. Desde la Plataforma se muestran convencidos de que el banco va a iniciar a la ejecución hipotecaria. Es lo que Lourdes y Pablo quieren evitar. Podrían asumir mensualidades de 300 euros, aunque por el momento no pueden afrontar todos los atrasos. Piden a Liberbank unas medidas «justas y lógicas» en su situación. Por esto protestaba la Plataforma de Afectados por la Hipoteca y advierte de que la campaña «no se acaba con esto», sino que será progresiva y cada vez con más gente. «Entendemos que estas personas mayores no deberían verse en esa situación cuando existe voluntad y espíritu negociador», señala la PAH.
Este viernes, Lourdes y Pablo acudían a la sucursal para entregar una reclamación en la que solicitan las respuestas por escrito del banco a las peticiones que han efectuado hasta la fecha.El colectivo antidesahucios asegura que los afectados «quieren pagar y hacer lo posible, pero en las condiciones que se pactaron inicialmente no pueden».
Resulta estremecedor que una entidad que se hizo a precio de saldo con los activos de la extinta Caja de Ahorros de Castilla la Mancha, prefiera desahuciar a una familia en vez de negociar y cobrar poco a poco la deuda que esta crisis ha traído a esta familia.