El mundo que conocimos no es el mundo en el que creemos vivir.
Se está moviendo a gran velocidad. No lo percibimos o, quizás sí, dependerá de cada uno. El grupo de naciones agrupadas en torno a los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) son el epicentro de los grandes cambios; principalmente China y Rusia y, pidiendo paso, el gigante indio.
China acaba de proponer una ampliación, a la que se llamaría BRICS Plus, incorporando a Irán, Pakistán, Nigeria, Bangladesh, Corea del Sur, México, Indonesia, Turquía, Vietnam y Filipinas.
De confirmarse, los BRICS Plus se convertirían no ya en un polo de contrapeso al eje hegemónico anglosajón (llamado fastuosamente Occidental) como eran los BRICS a secas; pasarían a ser el bloque dominante del mundo.
Los BRICS Plus incorporarían a los dos principales países iberoamerianos (México y Brasil), además de unas excelentes relaciones tanto con el Centro, como con América del Sur. Su pujanza nos la muestra los créditos otorgados por el Nuevo Banco de Desarrollo de los BRICS en la zona: 21.200 millones de dólares frente a los 11.600 otorgados por el Banco Interamericano de Desarrollo (dependiente del Banco Mundial)
Para entender la filosofía de los BRICS se debe hacer hincapié en su misión: El desarrollo de todos sus países miembros; es decir, no quedarse en una simple promoción del comercio, sino en participar en la implantación de las infraestructuras necesarias para facilitar ese desarrollo.
El resumen de sus relaciones se explica mediante la expresión Ganar-Ganar, en una palabra, que todos ganen. Que los beneficios de uno no se produzcan en detrimento de otros. Se trata del beneficio mutuo.
Evidentemente, los dos países claves hoy mismo son China y Rusia
Cinco son los pilares de la transformación del gigante asiático y, por extensión, del BRICS Plus y otros asociados.
La nueva ruta de la seda: Planteada por el presidente chino Xi Jinping apenas cuatro años atrás. Su trascendencia es enorme. La nueva versión del milenario camino tiene dos vertientes, una terrestre –como la legendaria- y otra marítima, a modo de cinturón, sin precedentes históricos. Por eso oficialmente se la denomina: un cinturón, un camino.
Con este proyecto China ha puesto sobre la mesa su intención de liderar al mundo a través de las infraestructuras. El propósito es facilitar el desarrollo de los territorios por donde discurra la ruta terrestre y su cinturón marítimo.
Para proveer al proyecto de los fondos necesarios, China ha creado el Banco Asiático de Inversiones en Infraestructuras (BAII). Y, en silencio o, al menos, sin gran algarabía, China ha puesto las primeras piedras de un nuevo orden económico y financiero. Baste mencionar que en el primer año de funcionamiento ha otorgado 48.000 millones de euros, frente a los 13,5 concedidos por el Banco Asiático de Desarrollo, dependiente del Banco Mundial y liderado por Japón. Como puede verse los montos no admiten comparación, y los países de la zona lo saben.
Si el primer pilar es la nueva ruta de la seda, el segundo es:
El consenso de Beijing: Se refiere a la ideología oficial china en política exterior. En resumen sería: Principio de multipolaridad, principio de no injerencia y principio de diplomacia.
China está siendo escrupulosa en respetar estos principios allá por donde va. Es su carta de presentación ante países hartos de la altivez anglosajona y sus instrumentos (FMI y BM) y su continua injerencia en asuntos privativos de cada nación.
El tercer pilar es:
El gran salto: China ha sido consciente de que su punto débil estaba en su política interior: Pobreza, desigualdad, medioambiente irrespirable… Ha realizado un enorme esfuerzo sacando de la pobreza a 700 millones de personas e implantando programas para la eliminación de la contaminación en sus ciudades. El gobierno chino es consciente de que sin el gran salto interior su credibilidad como potencia estará en entredicho.
El cuarto pilar es:
La nueva globalización: Para China debe llevarse a cabo sin atender a los parámetros neoliberales ni a los llamados valores occidentales. Cada país debe seguir su propio camino hacia su desarrollo material y humano
El quinto pilar es cultural:
La recuperación de la cultura clásica china: Xi Jinping es consciente del descalabro histórico sufrido por la revolución cultural de Mao. Por ello el conocimiento profundo de la cultura clásica china por los estudiantes será un elemento clave de su educación. Parte del concepto de que un pueblo tiene que ser consciente de sí mismo, de su historia, de su pensamiento, de su cultura. La receta es volver la mirada a sus mejores, a sus clásicos y, a partir de ellos, estimular el desarrollo del arte y la ciencia.
La energía de fusión nuclear y la conquista del espacio son sus prioridades.
Entretanto, el miércoles, 29 de Marzo de 2.017, el RU ha puesto en marcha el Brexit: el mecanismo británico de salida de la UE.
Y con una deuda pública real del 170% del PIB (según los 4 economistas que afirman el falseamiento de las cuentas públicas y la necesidad de su auditoría), a la UE se le va a complicar seriamente el “caso España”. ¿Qué sucedería si actuaran con la absoluta frialdad del burócrata a sueldo? ¿Podrían dejarnos a nuestra suerte? La situación es muy crítica para toda la zona euro. Alemania ha sido la única beneficiaria neta. Sin soberanía monetaria la “soberanía” es pura ficción.
Debemos abandonar el mito de que España no es Grecia y por tanto…Efectivamente, España no es Grecia, pero ese momento de que la UE no podía dejarnos caer ya pasó; en la actualidad… como si lo fuera.
Para poder entrar en la CEE a nuestro país se le exigió deshacerse de la mitad de su tejido industrial. El argumento……..evitar desequilibrios en los otros socios. Hoy, Alemania tiene un abundante superhávit por cuenta corriente ¿Sería capaz de hacer lo mismo que hizo España para evitar “desequilibrios”? ¿Cedería Alemania parte de su superhávit? Me temo que no. Los puritanos son así. El problema es que nuestra desindustrialización forzosa nos convirtió en un país con un tejido productivo muy débil.
Italia, otro país que camina de rodillas, posee una industria mucho más poderosa, capaz de abandonar el euro y salir adelante.
Rajoy es un hombre sin carácter, incapaz de entender el momento histórico que le ha tocado vivir ¿Los demás? No veo a ninguno con ganas de dirigir un renacimiento de su pueblo. A lo sumo, pintar las paredes de Europa de color pastel, a lo Varoufakis. Esa no es ninguna solución.
Tal como están las cosas, es casi imposible un impulso en el desarrollo humano y material sin mover ficha en las relaciones exteriores. No vislumbro agallas para hacerlo en nuestra dirigencia, y al pueblo lo veo muy conformista, repitiendo esa frase tan pesimista como inmovilista y lapidaria:
¡Esto es lo que hay!
Pues si esto es lo que hay no nos quejemos después con lo que nos podamos encontrar.
Por cierto, me comentan conocidos que viven en Bruselas y trabajan en las instituciones que la corrupción ha llegado a unos niveles impensables. Las comisiones están por encima del 10%, alcanzando incluso el 15%. Las pocas personas honestas están siendo marginadas, en una palabra, quitadas de en medio por obstaculizar tan pingües negocios. Por lo que se ve, quieren llevarse lo suyo antes de que aquello reviente en cualquier momento.
¡¡Vaya, vaya con la UE!!
¿A alguien se le ocurre algo que no sea seguir empantanados en esta ciénaga que nos habría encantado que no fuera pero que sin embargo es?
¿Y si giráramos la vista hacia los BRICS?
Sin tapujos
Marcelino Lastra Muñiz
mlastramuniz@hotmail.com
PD: Os dedico el tema “El mundo que conocimos”
https://www.youtube.com/watch?v=Q38PqAcjVJE
Muy interesante artículo. Creo que la política china en el exterior se ha dirigido a acceder a las materias primas de las que es deficitaria de forma barata y agresiva en África especialmente. Ha desplazado a Occidente apoyándose en regímenes autoritarios. Nada que no hicieran antes los países occidentales, aunque quizás éstos algo más tutelados por los organismos internacionales (ONU, FMI. BM).
China ha contado con un arma excepcional en materia económica, se ha convertido en financiador y prestamista desplazando al FMI y el BM, pero a cambio de acceder a los recursos naturales o a ventajas comerciales en los países prestatarios.
¿Deja China algo en esos países de lo que se lleva? Llevan sus propios trabajadores…
Creo que China se ha apuntado agresivamente a ser una potencia colonialista.
España debería ir pensando en un plan alternativo por si la UE se derrumba.
Y para ello debe contar y apoyarse en los países de habla española. Una cosa meritoria tiene la experiencia de España como potencia global. Allí donde ha estado (Guinea Ecuatorial, Sahara e Hispanoamérica), España deja y se lleva. Deja infraestructuras y obras educativas y sanitarias. En Guinea Ecuatorial básicamente éstas últimas no se han tocado desde la independencia.
España debería crear su propio espacio económico y de libre comercio con los países con los que mantiene vínculos culturales y humanos. Muchos nuevos españoles proceden de países en los que España tuvo sus provincias (porque no tuvimos colonias). Han venido a trabajar y formarse, han conseguido la doble nacionalidad en tiempo récord (dos años), unos vuelven a sus países con una mentalidad europea y organizada, otros contribuyen demográfica y económicamente permaneciendo aquí.
España debería liderar e impulsar una particular política exterior con los riquísimos con los que compartimos tan rico patrimonio, en la que haya un beneficio mutuo (ESO ES LO QUE NOS DISTINGUE DE OTROS), porque ésa ha sido precisamente la experiencia histórica que ha llevado a crear la imagen fundada de que España es Madre Patria.
Otros han sido piratas y lo siguen siendo (los países anglosajones y Francia) y China se ha unido a ellos con su mayor potencial.
Nosotros poseemos un Patrimonio, la Hispanidad, que no puede permanecer como una realidad cultural tan sólo.
En el año 2050, el PIB de siete economías emergentes (China, India, Brasil, Rusia, Indonesia, México y Turquía) será un 25% superior al de EE.UU., Alemania, Japón, Reino Unido, Francia y Canadá.
El centro de gravedad económica se está trasladando…
Por cierto, Bert Kaempfert fue un enamorado de esa ciudad de contrastes que es Mallorca…
Vamos atener que ir pensando en crear un espacio hispánico, siga o no siga la UE. Esta Europa puede ser que salve su mercado común. No se si algo más. Pero independientemente de eso, el espacio hispánico debería ser creado.
La UE no es de fiar. Hemos confiado en ella como si tuviera cualidades sobrenaturales, y no. A mí también me ha llegado información de la enorme corrupción de las instituciones europeas. De eso nunca se habla. Es tabú, para seguir creyendo en un sueño que ha sido una pesadilla.
Los partidos actuales no nos sacarán del atolladero. Lo malo es que antes era el bipartidismo y ahora, en vez de dos son cuatro, pero no hemos avanzado nada.
Se puso el foco en el hastío de la gente por la corrupción. Nunca se habla de la falsa ética de la UE ni, por concretar, de Francia o Alemania (del RU, que se va, mejor ni hablemos) Siempre tratando de hacernos creer que la corrupción sólo se viste de rojo y amarillo, y no es así.
Me alegra el enfoque del artículo. España debe comenzar a plantearse su existencia sin la UE. Debe explorar otras vías. Eso no significa para nada romper con Europa. Europa es anterior a la UE y seguiría existiendo después de ella. Hacer depender nuestro futuro de la existencia de la UE, o de una UE como la que conocemos, sería suicida. Pase lo que pase con la Unión Europea, España debe ponerse a explorar nuevos caminos, eso es lo que no debe retrasarse.
Los poderes reales están muy «comprometidos» en pastorearnos y mantenernos en el corral UE. Nunca darán un paso en otro sentido. Los 4 partidos actuales de ámbito nacional, igual. Ese es la verdadero escollo que tenemos: A quién recurrir.
Enhorabuena por plantear la realidad de esta Europa y la necesidad de buscar alternativas.
Deben ser pocos los artículos que circulen por ahí hablando tan claramente.
¿El articulista, o alguno de los lectores, saben si existe alguna asociación que esté trabajando en buscar alternativas?
Agradecería la información. Muchas gracias.
China y Rusia no tienen nada que envidiar en cuanto a intención colonialista a los «viejos» imperios. China, por fuerza de números y -ambos- por fuerza de limitar las libertades individuales, se hacen fuertes hacia afuera por falta de cuestionamientos internos. Y bueno, aparentemente por los demás socios, no es precisamente un conglomerado de democracias florecientes. Pero «occidente» tampoco puede declamar demasiado, teniendo en cuenta la dirección que va tomando. Aunque, para ser sinceros, prefiero la imperfecta democracia occidental que el prolijo -aunque pujante- statu quo de oriente.