El salón noble del Ayuntamiento de Alcázar de San Juan acogió ayer la primera de las citas de Salud y Vino, una de las ramas de La Cultura del Vino, que se celebra hasta el 3 de mayo en varias localidades de la provincia. El médico endocrino Florencio Del Val, del hospital alcazareño Mancha Centro, expuso algunas de las bondades del consumo moderado de este producto para la salud.
En la intervención de Del Val estuvieron presentes la alcaldesa de Alcázar de San Juan, Rosa Melchor: el teniente de alcalde de la localidad y diputado provincial, Gonzalo Redondo y el delegado de Hacienda y Empleo de la Junta, Agustín Espinosa. Los tres se felicitaron por el hecho de que FENAVIN haya dado el salto de sus pabellones a toda la provincia y por el apoyo de la Junta a la feria, tras cinco años de ausencia. El acto comenzó con un minuto de silencio en recuerdo de la mujer y sus dos hijos que fueron asesinados ayer en Campo de Criptana.
Del Val comenzó su ponencia r la historia, en la que el vino ha sido utilizado como medicamento desde la civilización sumeria. Del Val incidió en que los beneficios para la salud del consumo del vino se vinculan a la cantidad de producto que se consuma al día. “La Organización Mundial de la Salud recomienda una dosis diaria de 20 gramos al día para las mujeres y 30 en el caso de los hombres. Para saber exactamente qué cantidad hay que multiplicar los mililitros por la graduación, multiplicarlo por 0,8 y dividirlo entre 100. El resultado suele ser de uno o dos vasos al día”, indicó el especialista “y para que su efecto sea más completo es mejor tomarlo con las comidas, como se ha hecho tradicionalmente”.
Del Val recordó que tan importante es dosificar la cantidad como distribuirla de forma adecuada, evitando el consumo puntual masivo, sobre todo en fines de semana. “El consumo moderado de vino forma parte de la dieta mediterránea, que ha demostrado en numerosos estudios ser cardiosaludable y ayudar a disminuir los niveles de grasa abdominal, nivel de azúcar en sangre y la hipertensión”, explicó.
El endocrino señaló a los polifenoles, un tipo de antioxidante, como los generadores de muchas de las bondades del vino e indicó que están mucho más presentes en los vinos tintos que en los blancos. Entre otras enfermedades que mejoran sensiblemente con el vino está la arterioesclerosis, las cardiopatías, diabetes, e incluso previene contra la demencia.