“La idea surgió en 2010 como una broma, casi de casualidad, eran dos mundos diferentes pero a la vez muy parecidos, el del vino y el del cannabis”, explica Jeremy Sayols, gerente de Cannawine, una joven empresa que cuenta ya con 15 puntos de distribución. Su innovación la lleva en el nombre: elaborar vinos con cannabis. Esta innovación intentará en FENAVIN 2017 abrir mercado con empresas que crean en su producto.
Sayols confiesa que fueron años difíciles, en los que se sucedieron las pruebas para conocer los efectos, sabores, olores y texturas que “maridaban” con el vino. El punto de inflexión llegó en 2013 cuando realizaron un estudio de mercado y les dio la gran alegría: había nicho de mercado. “Ya había muchos productos en el mercado desde aceites, infusiones, cosmética… pero nada semejante a bebida. En nuestras pruebas muchos de los que lo probaron dijeron que repetiría. Alguien tenía que crearlo”, cuenta Sayols. En 2015 dieron con la clave para que su idea no chocase con la legalidad: utlizar el cannabis sativa L y en 2016 lanzaron al mercado su primera cosecha.
Cannawine ofrece de momento dos productos: un vino tinto coupage de cariñena y garnacha y un blanco de macabeo y garnacha, ambos elaborados con uva de calidad y cannabis sativa L con certificado ecológico. “Ambos son vinos divertidos y jóvenes, pero nuestro enólogo Pau Albóns está trabajando en una línea de vinos con más cuerpo”, explica Sayols.
“Nuestros productos están enfocados a personas que quieran disfrutar y sentir un efecto, olor, sabor y textura muy diferente a lo que ofrece el mercado, siempre con moderación”, concluye Sayols. Para los más puristas, a aquellos que no ven con ven con buenos ojos este “maridaje”, desde Cannawine tienen un mensaje: “Para los gustos están los colores, pero no se puede criticar nada sin haberlo probado antes, hay que tener la mente abierta”.
Cannawine conocieron FENAVIN gracias a otro golpe de casualidad. “La conocimos navegando por Internet y decidimos apostar por ella, ¡parece tener muy buena pinta!” finaliza el gerente.
Me parece una fusión perfecta entre ambas cosas que son muy similares, pues hay muchos tipos de marihuana así como de vinos, la hierba te la fumas según en que momento(de ocio, relajado, para inspirarte….) y el vino según si es para carne, para vinos o para emborracharse con los amigos!!!
Cada cosa tiene su momento!:)
Como dijo rajoy: viva el vino!
Y yo añado…..y la marihuana!!!:):):)
La combinación del vino con los cannabinoides no psicoactivos nos permite disfrutar de las cualidades terapéuticas del CBD y del efecto relajante, antiestrés, alegre y eufórico del vino.
Por cierto, al alcance de todo tipo de comensales (15,17€ una botella de 500 ml).
Aunque no suelen atraerme los vinos aromatizados, recomiendo el «canna-wine tinto» para tomar como aperitivo, que tuve la ocasión de probar en Villarta de San Juan.
El maridaje de vino y comida ha sido superado. Ahora, todo parece indicar que el vino y la marihuana se llevan bien.
En los EE.UU. hasta infusionan vino con marihuana. Aquí, en la vieja Europa, beber vino o cerveza acompañados de un «porro» no es una costumbre extraña.
Mucha suerte con esta nueva tendencia enológica…