Entrenar los músculos del optimismo inteligente entre los emprendedores de ‘Lazarus’, la incubadora y aceleradora de empresas de la Fundación Caja Rural Castilla-La Mancha, ha sido objeto de una sesión de trabajo en Ciudad Real. La clase corrió a cargo de la directora general de la Fundación Caja Rural Castilla-La Mancha, Ana López-Casero quien aconsejó a los alumnos de ‘Lazarus’ objetivar sus derrotas y situaciones adversas para convertirlas en aprendizaje.
López-Casero explicó que una de las mayores causas de abandono de los proyectos emprendedores es la falta de herramientas personales para desarrollar una actitud de liderazgo en un proyecto, a prueba de cualquier elemento adverso.
Por ello aportó herramientas para gestionar la adversidad y convertirla en la “gran maestra” que les dará la confianza para llevar adelante su proyecto.
Recordó que, cuando los emprendedores enamorados de su proyecto se enfrentan al mercado, a los clientes, a los inversores, a la falta de ingresos y a la competencia, suele existe un “valle de muerte” más emocional que físico.
Para vencerlo, sugirió realizar ejercicios sencillos y prácticos para entrenar su carácter y su talento para el liderazgo, tener conversaciones positivas con uno mismo, cooperar y “no quemarse”.
La Fundación Caja Rural Castilla-La Mancha y la Escuela de Organización Industrial (EOI) inauguraron el pasado 13 de enero la tercera edición de ‘Lazarus’, cofinanciada por el Fondo Social Europeo (FSE), en la que participan 12 proyectos de nuevas empresas, seleccionados entre 253 de toda España y también de Méjico y Perú.