Hace unos pocos días se presentaba en la Biblioteca Pública del Estado de Ciudad Real el libro Imagínate lo que dirían, última novela de Antonio Galán Gall. Su autor dirige desde 2005 la Biblioteca de la UCLM y tiene ya una amplia obra de la que podemos recordar los principales títulos.
En cuanto a los de carácter colectivo coordina, sólo o junto a otros autores, El Quijote en las bibliotecas universitarias españolas (2005), Francisco García Pavón: el hombre y su obra, (2007), Guía de manuscritos en las bibliotecas universitarias españolas (2008) o La Biblioteca de la Universidad de Castilla-La Mancha: 25 años. Homenaje a Marta Navascués Palacio (2010). Participa también en libros colectivos como Los cuentos del agua (2011) o Lo vulnerable, lo imperfecto, lo contradictorio. Homenaje a José Luis Rivera (2013).
Su labor literaria, centrada en relatos y novelas, comienza con el libro Del breve ejercicio de vivir (2002), cuya acción transcurre en un pueblo durante la primera posguerra, con tono realista y en ocasiones tragicómico. Sigue en 2005 ¿Cuál es el problema?, peripecias de un personaje que, acompañado de un anciano, trata de descubrir quien fue su padre y conseguir la herencia que le corresponde. Una lectora al recordar el libro lo describe como “Ameno, curioso y sorprendente”.
Después llega, Papaveri, premio El Fungible, V Premio de Novela Corta 2013 del Ayuntamiento de Alcobendas, que en palabras de Luis Mateo Diez y Jorge Benavides, miembros del jurado, es una hermosa novela familiar sobre el aprendizaje de la creación artística y emocional construida bajo una atmósfera muy peculiar y narrada con una solvencia llena de expresividad.
El 2014 publica Duelos (y también quebrantos), del general Pancho Aguilera, ambientada en la Ciudad Real de la dictadura de Primo de Rivera. Y en 2015 Algunas muertes tontas, conjunto de relatos breves en el que se unen inspiración, ritmo y sorpresa. Se trata de afrontar la muerte pero desde el humor.
Antonio Galán escribe novelas y relatos, no libros de Historia. Sin embargo, tienen en la Historia una referencia importante, sobre todo la dedicada a la última guerra civil y a la posguerra en nuestra provincia. Hay que indicar que diversos autores dedican sus escritos a esa temática en los último lustros como José Rivero Serrano, con Viajar de noche y otros relatos (2001); Rafael Romero Cárdenas, con El hijo de la victoria (2010), ambientado en la guerra civil; o Jesús Messía de la Cerda, con El Tercero (2017), que narra las vivencias de un médico de Ciudad Real durante la Guerra civil.
Con Imagínate lo que dirían, publicado por Almud Ediciones de Castilla-La Mancha, Galán vuelve a la República y la posguerra en la provincia y lo hace al fijar la atención en el tema del matrimonio civil y el divorcio. Parte, para construir su historia, de la legislación franquista que, además de perpetrar asesinatos, represión y demás tropelías, desmonta la legislación republicana casi por completo.
Todavía en guerra se deroga la ley de matrimonio civil de 1932 y las disposiciones adicionales, con una exposición de motivos que empieza de esta manera: “La Ley de veintiocho de junio de mil novecientos treinta y dos constituye una de las agresiones más alevosas de la República contra los sentimientos católicos de los españoles” (BOE, 21-3-1938).
Además, en septiembre de 1939 se suprime la ley de Divorcio de 2 de marzo de 1932 y las disposiciones complementarias, cuya explicación comienza así: “El nuevo Estado Español anunció, desde un principio, la derogación de la legislación laica, devolviendo así a nuestras Leyes el sentido tradicional, que es el católico” (BOE, 5-10-1939). Es decir, el divorcio es prohibido durante el régimen franquista, hasta que en 1981 se aprueba el derecho a separarse de las parejas, mantenido hasta hoy, que supone un enfrentamiento de Adolfo Suárez con la Iglesia católica.
Antonio Galán centra la atención en una familia. Tres hermanas tienen diferentes concepciones y diversas posturas ante la vida. Pero el marido de una de ellas es capaz de mantener una ficción de matrimonio pues el qué dirán tiene una presencia muy importante en aquella sociedad. Todo adobado con un machismo máximo, muy frecuente en aquellos años, suprimidos los avances evidentes que la mujer tuvo con la República.
Y es que durante la dictadura, sobre todo en la posguerra, se vive en una sociedad machista. La mujer es considerada como incitadora al pecado y hay un dominio del hombre sobre ella en todos los órdenes, ya que se fomenta la creencia de su supuesta inferioridad mental. La Sección Femenina es la encargada de enseñar a las chicas a ser patriotas, buenas católicas y perfectas esposas, subordinadas totalmente a los hombres, por supuesto, a los que deben cuidar, proteger y satisfacer. Se espera de la mujer, “ángel del hogar”, sumisión y docilidad, con una misión principal: la maternidad.
Isidro Sánchez
Desde el revés de la inopia
La subordinación de una mujer a un hombre es tan intolerable como la sumisión al Partido único o al Estado todopoderoso.
Si la maternidad, que es un instinto, que podrá libremente satisfacerse o no, es lo que se espera de la mujer por parte del cristianismo (aquí el autor tendría que incluir a ortodoxos y protestantes), ¿me puede explicar lo que el Estado socialista ha de esperar de ella?.
Yo por la biografía de los líderes comunistas, lo tengo claro.
El divorcio es una institución civil, no canónica. Aquí rige la nulidad del consentimiento no la dessafectio (Derecho Romano).
Es que me hace mucha gracia, precisamente las dificultades puestas históricamente al divorcio estaban dirigidas a proteger a la mujer.
Porque como historiador debería este autor saber en qué estado lamentable quedaba una mujer cuando su marido unilateralmente invocaba la dessafectio.
Con ello no invoco la prohibición del divorcio, eso es una barbaridad y una imposición. Pero el enjuiciamiento histórico del matrimonio ha de hacerse con rigor.
Precisamente en la cultura musulmana sigue existiendo la figura del repudio (muy usada de hecho por líderes socialistas), que es lo más denigrante para una mujer y la avoca a la indigencia.
POR FAVOR, HABLEMOS SABIENDO DE LO QUE SE HABLA.
Ángel Manuel, al articulista le importa una higa la mujer y su circunstancia, sus sufrimientos y padeceres . Aquí sólo hay espacio para las neurosis de siempre. Todo es una excusa para hablar de lo mismo. Hoy toca el divorcio; en realidad quiere hablar de Franco y de la Iglesia, Católica por su puesto.
Lo siento, pero mis abuelas y mi propia madre debieron ser extraterrestres, al igual que mis tías, las vecinas de mis tías, las vecinas de las vecinas de mis tías. Por cierto todas de izquierda. Nunca, jamás, tuvieron que padecer lo que el artículo plantea. Es más, quienes sufrían en silencio todo lo contrario eran más de uno de sus maridos que lo sobrellevaban tomando alguna copa en el bar del pueblo.
Te hablo del pueblo sí, porque la casa era el bastión de la mujer y allí se hacía lo que ella mandaba, nunca al revés. Aquellos hombres salían al bar porque en casa estorbaban ¿De esto no has oído hablar nunca? ¿De verdad? ¿O es que te has creído el adoctrinamiento anticientífico y sectario del patriarcado? Aquellos hombres murieron en silencio sin la más mínima queja ¿Entiendes? ¿Quién se acuerda de esos hombres? ¿Lo vas a hacer tú? ¿Serías capaz de dedicar uno solo de tus artículos a la memoria de los hombres que murieron sobrellevando una vida de perros por no interferir en los desaguisados de la administración del hogar?
No hay nada peor que un ser humano-varón que se ha acabado creyendo que es inferior moralmente por el mero hecho de serlo.
En fin, espero que algún día reaccionaréis.
Leeré con educación y ansiedad todos tus artículos, esperando que recuerdes que los hombres también son humanos -al igual que las mujeres, por supuesto- pero ya está bien de disparar siempre hacia el mismo sitio. Ya está bien de envenenar las mentes de los jóvenes con falsas realidades. Ya está bien, Sr Sánchez ¡¡¡Ya está bien!!!
Si seguís por este camino injusto solo conseguiréis el hartazgo de más de uno y crear tensión donde no la hay ¿Es eso lo que buscáis?
Solo os pido, a ti, y a los que ven la vida a través de tu mismo prisma, que recapacitéis. No tenéis ni idea del dolor que existe ahora en determinados grupos masculinos. Acabo de dejar en el hospital a un amigo condenado por no hacer nada -su mujer lo denunció injustamente por consejo de su abogada. Fue castigado a un alejamiento de 500 metros. Ayer fue a coger su coche en su aparcamiento cuando otro auto lo envistió. Era su mujer que inmediatamente lo acusó de haber incumplido la orden de alejamiento. Para colmo, lo envistió contra la puerta del conductor, hiriéndolo ¿Estaría a contar la verdad de este caso? ¿Lo estarías? ¿Te interesa la verdad o solo lo que alimente tu forma de pensar? ¿Estarías dispuesto? ¡Sé valiente! ¡Dímelo! Porque estas personas necesitan que alguien los tenga en cuenta.
Has descrito arriba el predominantemente MATRIARCADO que yo también he vivido en mi familia, porque había más mujeres que hombres de un lado y porque a mi abuela le gustaba mandar.
Lo más actual es más real pero lamentablemente no es noticia.
Nos han enseñado a recelar y llevarnos mal.
La ideología de género es todo un fascismo, una forma de existencialismo marxista que solo conduce a la destrucción del otro y a la autodestruccion. Sólo se sostiene en una cosmovisión de enfrentamiento y dominación.
Demasiado evidente.
Ya te gustaría a tí, pero somos comentaristas diferentes.
Tú vives en el país de Oz. Sales del botellón y te pierdes.
Querido profesor, los del olor a azufre en la camisa nueva logran cerrar el círculo de la hipocresía y la posverdad fascistilla.
Cuando les leo, me recuerdan a los abertzales que ahora piden que todo se olvide, que tampoco fue para tanto…solo uno petardillos para asustar a los fachas…qué fácil es relativizar todo desde la caverna.
En este país, tan amante del género femenino (sobre todo estos), según el Ministerio del Interior, 885 mujeres han muerto a manos hombres en los últimos 15 años, todos estos casos están documentados como violencia de género, pero ellos, tan posverdad en sí mismos, echan cuatro estupideces al éter digital, y se quedan tan panchos.
Así es que, no nos queda otra que estar aquí, tirarles por tierra los argumentos tan dañinos contra la mujer, y poner datos. Los datos son la única manera de acabar con esta posverdad de la derecha española que va a terminar poniendo a Franco en las portadas de los catecismos escolares como paradigma del respeto al art 14 de la C española.
– 885 mujeres en los últimos 15 años. 11 de ellas en la provincia de Ciudad Real.
– Un millón de denuncias por violencia machista en los últimos 10 años.
– 130.000 denuncias al año por violencia de género, pero solo llegan a ser juzgadas unas 45.000, y que las condenas son menos de 30.000. Así que, cada año, hay unas 100.000 denuncias que no llegan a ser condenas, que son archivadas, retiradas o con sentencia absolutoria. ¿Qué se puede deducir de esa situación? El PAÍS.
Quien tenga cerebro y razón que piense un poco en esto y, sin olvidar que también hay hombres que sufren la violencia por parte de su mujer, que no intenten comparar ni situaciones, ni cifras.
En 2011 murieron 7 hombres por violencia de género, en ese mismo periodo 62 mujeres.
Madurad ya COÑO! LA MUJER SIGUE SIENDO NINGUNEADA, MALTRATADA Y DADA DE LADO EN LOS ÁMBITOS POLÍTICOS, SOCIALES Y LABORALES. Y todo viene de lo mismo: el puto heteropatriarcado heredado de la dictadura fascista y religiosa. A día de hoy, la mujer no pinta un carajo en la jerarquía católica (Cuántas mujeres hay votando en su sede nacional, en los telediarios solo veo hombres), y menos en la musulmana. Menos mal que quedan los luteranos…