Caja Rural CLM cierra el ejercicio 2016 con una cifra de activos superior a los 7.100 millones de euros

La entidad continúa presentando unos «excepcionales» indicadores de capital y solvencia en un entorno de bajos tipos de interés, creciente competencia y un marco regulatorio cada vez más estricto. La institución alcanza un ratio de capital total del 16,92%, uno de morosidad del 3,16%, una cobertura de saldos dudosos del 100,80% y una posición de liquidez inmediata de 1.369 millones de €, lo que revela fielmente la sólida posición estructural del balance de la Caja.

Presentacion Resultados Presidente y DG webEl presidente de Caja Rural Castilla-La Mancha, Javier López Martín, y el director general, Víctor Manuel Martín López, han presentado esta mañana ante los medios de comunicación los resultados de la entidad al cierre del ejercicio 2016.

Los resultados brutos ascendieron a finales de 2016 a 25,4 millones de euros, fruto de la «prudente y eficiente» gestión acometida, demostrando una «recurrencia y adaptabilidad incomparable y que además es posible ser competitivo y rentable en un entorno adverso». Con posterioridad al necesario proceso de homogenización de las cuentas de resultados de 2015 y 2016 se observa que dicho resultado bruto es un 0,86% superior al del ejercicio precedente.

Con respecto al resultado neto después de impuestos el mismo ascendió a 21,9 millones de €, lo cual representa un incremento del 2,32% con respecto al resultado neto de 2015, después del proceso de homogenización anteriormente referido.

En cuanto a los epígrafes intermedios de la cuenta de resultados, es importante resaltar que el margen bruto experimentó una evolución positiva del 7,42% hasta los 111,9 millones de €, mientras que el margen neto alcanzó una cifra de 44,3 millones de € lo cual supuso un crecimiento del 16,16%.

Martín López valoró estos resultados como “muy relevantes y satisfactorios, porque su origen se encuentra en el incremento de nuestro volumen de negocio y rentabilidad en un contexto de bajos tipos de interés, creciente competencia y un marco regulatorio cada vez más estricto. Todo ello sin obviar que hemos continuado generando empleo desde nuestra consolidada red de puntos de venta, contribuyendo a crear riqueza en todo el territorio donde estamos implantados”.

La cifra total de recursos propios alcanzó a finales de año los 413 millones de euros, con un incremento del 14,24% respecto de diciembre de 2015. El ratio de capital total que se desprende de dicha cifra fue del 16,92% y el de CET1, o de máxima calidad, del 15,95%. Este último indicador da una clara imagen de la sólida posición de recursos propios de la institución, ya que el Banco de España ha establecido para la entidad una exigencia individual de solvencia del 7,13% de CET1 para todo el ejercicio 2017.

Durante los próximos ejercicios la entidad continuará llevando a cabo una potente política de reforzamiento de los recursos propios con el objeto de afianzar su blindaje ante cualquier evento adverso, con origen regulatorio o en la propia actividad financiera, que pudiese impactar en su consolidado modelo de negocio.

El contundente ratio de morosidad del 3,16% frente al 9,11% que presentaba de media el sector financiero, corroboran la prudente y acertada estrategia aplicada en la gestión integral del riesgo de crédito. Del mismo modo, el volumen total de fondos de cobertura, que supera el importe total de préstamos en mora, hasta el 100,80% de los mismos, fortalece un balance ya de por sí robusto y sólido.

El director general resaltó que “somos una entidad estable, comprometida, cercana, que revierte en la tierra lo que de ella genera por su negocio, con un componente de economía social y asistencial que está grabado a fuego en nuestro ADN y que siempre tiene como centro de operativa la atención a nuestros clientes, y que antepone la visión a largo plazo al beneficio inmediato. En este sentido, tenemos una trayectoria de 52 años que nos avala y que nos ha permitido ser hoy día la principal empresa de Castilla-La Mancha y una de las entidades más solventes del sistema financiero español. Es para estar realmente orgulloso”.

La entidad ha continuado basando su gestión en los criterios conservadores de concesión de operaciones de inversión crediticia, las mejores métricas de calidad de riesgo frente al sector, y los abultados colchones de capital excedentarios sobre los mínimos regulatorios.

Sin cometer excesos aún a costa de no dar beneficios espectaculares, Caja Rural Castilla-La Mancha siempre ha buscado las mejores alternativas para invertir el activo de la entidad, manteniendo un bajo perfil de riesgo financiero. Todo ello, sumado a la potente posición de liquidez, que al cierre del ejercicio ascendía a 1.369 millones de €, mantienen el rating de la entidad en BBB, grado de inversión, junto con las mejores instituciones nacionales e internacionales y claramente por encima de lo que coloquialmente se denomina grado especulativo.

La entidad financiera cierra el ejercicio haciendo gala en todo momento de su absoluta independencia respecto al resto de cooperativas u otro tipo de entidades de crédito del país. De hecho, no mantiene ligazón societaria ni institucional, ni con la Asociacion Española de Cajas Rurales (AECR) ni con ninguna sociedad coordinada por ella, como pueden ser el Banco Cooperativo Español, Rural Grupo Asegurador (RGA) o Rural Servicios Informáticos (RSI), ya que es jurídica y económicamente independiente. Esta circunstancia es consecuencia de la decisión tomada por sus socios en la Asamblea General de 2013, en la que Caja Rural Castilla-La Mancha se desliga de todo tipo de asociación económica que es habitual en el resto del sector.

Aumento de la inversión crediticia
El firme compromiso de Caja Rural Castilla-La Mancha de contribuir al desarrollo de su entorno y la dinamización económica se refleja una vez más en el importante incremento en el número y volumen de operaciones concedidas de inversión crediticia.

La cooperativa de crédito concedió en el último ejercicio 877 millones de € de inversión crediticia en 15.304 operaciones, lo cual suponen incrementos del 9,80% y un 10,83% respectivamente en relación al cierre de 2015. Este dato constata la apuesta de la Caja por la inyección de liquidez, por el crecimiento empresarial y atención a los requerimientos de Administraciones, cooperativas y particulares, y por la reactivación económica de todo su ámbito de actuación. Al cierre del ejercicio la inversión crediticia bruta ascendía a 3.189 millones de €, lo cual representa un incremento del 6,19% con respecto a la de diciembre de 2015.

Respecto a la financiación empresarial, subrayar que la entidad creció en este segmento un 18,11%, hasta totalizar 842 millones de €, lo que pone de manifiesto su compromiso y vocación de servicio con el desarrollo y dinamización de su zona de influencia y con atender una de las principales demandas del colectivo: el acceso al crédito.

Según el director general de la Caja, “crecer en financiación empresarial los últimos años ha sido difícil en el sector financiero nacional por el importante desapalancamiento que las empresas han estado llevando a cabo. Es evidente que contribuimos de forma relevante a que autónomos, empresarios, pymes, asociaciones, Administraciones, familias y particulares y el sector agroalimentario y cooperativo, dispongan de liquidez para afrontar sus proyectos e iniciativas. Especialmente relevante supone para la entidad acercar la banca a los pequeños municipios para fomentar su actividad y negocio, ayudando a fijar población y dinamizar las zonas rurales”.

El Total Activo de la entidad muestra un saldo de 7.102 millones de € al finalizar el ejercicio, consolidándose la institución como la tercera caja rural a nivel nacional y la primera regional a mucha distancia de sus competidores.

Durante el año 2016 los recursos gestionados de clientes se incrementaron en un 4,42% hasta los 5.006 millones de €, este dato es un claro síntoma de la importante seguridad y confianza que la entidad transmite a sus socios y clientes; a estos últimos se incorporaron 33.525 nuevos en el ejercicio creciendo una media de 92 clientes cada día.

Según Martín López, “estos resultados nos permiten mirar al futuro con optimismo y seguridad frente a los muchos desafíos y dificultades que hoy en día deben afrontar las entidades financieras, como la presión regulatoria, las mayores exigencias de provisiones y capital, la dura competencia existente o la transformación digital”.

Con todos estos datos, los próximos objetivos de Caja Rural Castilla-La Mancha se orientan a seguir incrementando su solvencia, rentabilidad y eficiencia, a crecer de forma firme y progresiva, y a centrar sus esfuerzos en proporcionar el mejor servicio financiero a sus más de 75.000 socios y más de 400.000 clientes.

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