Este miércoles 8 de marzo de 2017 tendrá lugar un acto en la plaza del Pilar de Ciudad Real en conmemoración del Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Las vecinas y vecinos de Ciudad Real quedan invitadas a él por Mujeres y Teología de Ciudad Real, Juventud Obrera Cristiana y Hermandad Obrera de Acción Católica, según informan en una nota.
Estas organizaciones de Iglesia quieren hacer hincapié en la reivindicación de la dimensión trabajadora de las mujeres, en muchas ocasiones por partida doble o triple, en la labor de cuidados en el hogar, en el trabajo asalariado, en las comunidades educativas, en las parroquias,… llegando adonde tantas veces no llegan los hombres según los roles sociales y culturales imperantes, y que hay que transformar hacia la igualdad.
El acto consistirá en una mesa informativa con folletos sobre el motivo de la convocatoria y la invitación a las personas que la visiten a encender una vela en nombre de una mujer que tenga un significado especial para ellas. Por último, se dará lugar a la lectura del Comunicado ante el Día Internacional de la Mujer Trabajadora.
«En este 8 de marzo, Mujeres y Teología, la JOC y la HOAC, junto a toda la Iglesia y la sociedad entera se comprometen en una acción transformadora que nos compete a todas y a todos, luchar por desterrar la violencia económica, laboral, social y cultural contra las mujeres trabajadoras, acompañando sus vidas, sus esperanzas, abriendo caminos nuevos que posibiliten otra forma de vivir, de organización económica y social, y otra cultura que respete la dignidad de las personas por encima de todo», señalan los colectivos.
Fue en 1911 cuando se celebró por primera vez el Día Internacional de la Mujer Trabajadora con una reivindicación a favor del derecho al voto, el derecho al trabajo y la no discriminación laboral. Con aquel primer Día Internacional de la Mujer Trabajadora se inicia una tradición que cumple 106 años de lucha en pro de la igualdad, la justicia, la paz y el desarrollo.
La Doctrina Social de la Iglesia afirma que el trabajo debe respetar a la persona en todas sus dimensiones, porque el trabajo es «la “clave esencial” de toda la organización social, condiciona el desarrollo no sólo económico, sino también cultural y moral, de las personas, de la familia, de la sociedad y de todo el género humano» (Laborem Exercens 3). «Sin embargo, hoy el trabajo no respeta la persona y su dignidad, relegándola al beneficio económico, y generando, precariedad, desigualdad, empobrecimiento, violencia contra la mujer y falta de conciliación laboral, familiar y personal», puntualiza la nota.
El papa Francisco nos recuerda que “el trabajo es sagrado, el trabajo da dignidad a una familia y debemos rezar para que no falte el trabajo a ninguna familia”, concluye.
