Expertos en Patología Digestiva y Alergología del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM), coordinados por el doctor Alfredo Lucendo, jefe del servicio de Digestivo del Hospital de Tomelloso, han colaborado en la redacción de la nueva Guía Internacional para el Tratamiento de la Esofagitis Eosinofílica. La esofagitis eosinofílica (EoE) es una de las enfermedades esofágicas más prevalentes y la principal causa de disfagia e impactación de alimentos en niños y adultos jóvenes.
Esta guía es un documento elaborado de forma sistemática para ayudar a los profesionales a tomar las decisiones más adecuadas para el paciente con esta enfermedad. Para ello se proponen recomendaciones que provienen de las mejores pruebas científicas existentes para el diagnóstico de la EoE, así como las modalidades de tratamiento y el seguimiento de los pacientes a nivel global. Las grandes novedades de la guía residen en sus aspectos metodológicos sólidos, su carácter multidisciplinar, la revisión externa de sus planteamientos clínicos, la amplia participación de expertos internacionales y la inclusión de aportaciones de pacientes.
Esta guía internacional para el manejo de la EoE es fruto de dos años de trabajo y del esfuerzo de un grupo de 21 autores, cuya proyecto ha sido financiado mediante el Programa Link Award de la United European Gastroenterology (UEG), la Sociedad Europea de Gastroenterología que une 22 sociedades científicas de distintos países.
El grupo de trabajo está compuesto por gastroenterólogos, alergólogos, pediatras, otorrinolaringólogos, patólogos, médicos de familia y epidemiólogos de toda Europa, entre los que se encuentran los doctores Alfredo J. Lucendo y Jesús González, responsables de los servicios de Digestivo y Alergología del Hospital de Tomelloso, respectivamente, Joaquín Rodríguez, especialista en Patología Digestiva del Hospital General Universitario de Ciudad Real y Ángel Arias, miembro de la Unidad de Apoyo a la Investigación del Hospital Mancha Centro de Alcázar de San Juan.
Según ha explicado Lucendo, la metodología de trabajo ha consistido en una revisión sistemática de la literatura existente y la evaluación crítica de los estudios. Con estos antecedentes se han redactado las recomendaciones en base a la mejor evidencia y la evaluación de beneficios y riesgos de cada alternativa. Una vez concluido este proceso, se buscó el consenso del grupo de autores expertos y las conclusiones se sometieron a revisión externa por parte de evaluadores independiente, ha explicado Lucendo.
De este modo, se ha elaborado un “documento sólido que ofrece a los pacientes una atención integral basada en las mejores pruebas científicas disponibles, maximizando de esta forma los resultados clínicos”, ha concluido el coordinador del proyecto.
Los primeros casos de EoE aparecieron en la década de los 80 y desde entonces se ha registrado un aumento exponencial de casos en varios continentes. “Hoy por hoy la esofagitis eosinofílica representa un desafío para los sistemas de salud, ya que se prevé un incremento constante de nuevos casos”, explica el doctor Lucendo, que también es miembro de la Sociedad Española de Patología Digestiva. Actualmente la prevalencia en España alcanza los 75 casos por cada 100.000 habitantes.
Estas previsiones alertan a la comunidad científica,de ahí que la UEG y expertos clínicos en el marco de la Unión Europea “hayamos considerado necesario actualizar las directrices respecto a aspectos epidemiológicos, diagnóstico y tratamiento de la esofagitis eosinofílica”, ha añadido el jefe de Digestivo del Hospital de Tomelloso.
Una guía internacional común a todos los profesionales
Las directrices incluyen un concepto actualizado de EoE, información evaluada sobre epidemiología de la enfermedad, sus factores de riesgo, las condiciones asociadas y la historia natural de la EoE en niños y adultos. Se actualizan las condiciones y criterios diagnósticos y el modo de evaluar los hallazgos de las técnicas realizadas. Se revisan varias opciones de tratamiento para pacientes con EoE, con recomendaciones sobre cómo elegir e implantar el tratamiento, así como el seguimiento a largo plazo de la enfermedad. Todo ello recomendado en base a la mejor práctica clínica.
Existían guías previas que “había que actualizar tras los avances en el tratamiento y diagnóstico de la enfermedad y mejorar metodológicamente”. En los últimos años se han realizado importantes ensayos clínicos y revisiones sistemáticas que han cambiado “nuestra forma de entender y manejar de la enfermedad”, ha indicado Lucendo. Por este motivo era necesario “redefinir” el abordaje integral de la enfermedad, contando también con los pacientes.
Las guías de práctica clínica son una herramienta muy útil para homogeneizar la atención que se presta a los pacientes. Cuando las guías están basadas en la evidencia y no sólo en opiniones de expertos permiten tratar a los pacientes aplicando las pruebas científicas más sólidas que mejoren los resultados en salud.
La elaboración de la nueva guía se ha realizado mediante la metodología GRADE y AGREE II cuyas recomendaciones permiten ofrecer un documento “de un valor extraordinario para ayudar tanto a los profesionales de la salud de todo el mundo, como a los pacientes con esta enfermedad”, ha añadido Lucendo.