“Tener solera” es una expresión que nace del mundo del vino. El tiempo es importante en este sector y así se demuestra en ejemplos como el de Bodegas Arviza, una de las bodegas más antiguas de La Rioja y de España. Fundada en 1874, cinco generaciones de vinateros han buscado el equilibrio entre la adaptación al mercado y el mantenimiento de las tradiciones.
Tanto es así que actualmente fabrican vinos exportables con una variedad riojana casi olvidada: la graciano. Arviza va a ser una de las bodegas participantes en FENAVIN 2017 y su propietario, Antonio Ruiz-Clavijo, apunta las claves de este trabajo familiar.
Pregunta-. ¿Cómo es eso de ser una de las bodegas más antiguas de España?, ¿pesa esa responsabilidad?
R-. Es un duro trabajo, en el que intentamos superarnos día a día, aunando tradición y el savoir faire de 5 generaciones. Es un proyecto muy familiar, que como en antaño, está basado en el terruño, actualmente contamos con 45 hectáreas de viñedos propios con una edad media superior a los 25 años, con una producción anual de 200.000 botellas. La responsabilidad es grande, ya que hay mucho trabajo detrás del proyecto familiar, y a pesar de la tradición hay que hacer grandes esfuerzos de renovación y adaptabilidad a los mercados para poder seguir creciendo en el proyecto.
P-. Sus vinos pretenden ser un viaje a la historia del vino de Rioja, ¿Cómo se consigue?
R-. Nuestros vinos se envejecen en calados subterráneos de los siglos XVI y XVII, pero intentamos adaptarlos a mercados internacionales, debido a que exportamos el 90% de la producción. Nuestros vinos tienen un corte moderno pero mantenemos un método de elaboración muy tradicional, en los depósitos de cemento originarios de 1874 que datan de la fundación de la Bodega. También estamos inmersos en un pequeño proyecto de recuperación de una variedad autóctona, algo olvidada, el Graciano; esta variedad es nuestro buque insignia, ya que nuestros mejores vinos tienen esta uva en el coupage, “Termón” es un vino 100% Graciano, del cual se elaboran 2700 botellas al año en una finca casi centenaria llamada “Los Olmos”. “El Tractor” está compuesto por un 75% de Tempranillo y un 25% Graciano.
P-. Arviza apuesta fuerte por el enoturismo en sus instalaciones. En su opinión, ¿el turismo del vino es parte del futuro para las bodegas?
R-. Nuestra experiencia es muy positiva, en el año 2016 tuvimos casi 10.000 visitantes. Entre visitas y eventos realizados en la bodega, el enoturismo representa un 10% de la facturación global. Es una manera de dar a conocer, la cultura del vino de Rioja, los procesos de elaboración y de manera individual que la gente conozca nuestros vinos, la historia, y el esfuerzo diario para conseguirlos.
P-.¿Qué esperan conseguir en FENAVIN 2017?
R-. Reforzar nuestra distribución a nivel nacional, y poder ampliar nuestra cartera de clientes a nivel internacional. Y también dar a conocer las novedades de nuestro proyecto, tanto a clientes conocidos en otras ediciones de FENAVIN, como posibles nuevos clientes.
P-. ¿Qué opinión le merece la feria?
R-. Es una feria muy versátil, que ofrece una gran posibilidad de poder promocionar los vinos y la oportunidad de contactar con clientes potenciales tanto nacionales como internacionales, sin tener que hacer una inversión muy importante.