Juan Díaz-Benito.- Embargado por la tristeza, con lagrimas en los ojos, me llegaba la noticia del fallecimiento de mi hermano porque para mi era algo asi y este no era otro que Luis Campos Fernadez. Uno que dentro de la informacion deportiva, no ha sido ni siquiera de los normales y si en cambio de los mas malejos, tuvo la suerte de conocer hace muchos años a un animal de la informacion deportiva y a un periodista brillante como Luis Campos Fernandez.
Era tan grande, como tan buena gente, cuando tenia que corregirte algo lo hacia de su forma pero sabias que lo hacia de corazon. Con Luis empece en Radio Popular, tambien en Antena 3 radio, estar con el era aprender en todo momento, era un fenomeno en todo pero lo mas grande que tenia era su corazon y era amigo de sus amigos.
De la mano de Luis Campos conoci a mucha gente, pero hubo gente especial, como Juan Carlos Sevilla y Angel Navarro. Quien me iba a decir que un informador deportivo de pueblo y malo, iba a encontrarse en su vida con estos tres fenomenos del periodismo provincial, yo se que Juan Carlos y Angel hoy y ayer deben de estar muy jodidos y tristes como esta quien mal junta estas lineas.
Luis era especial, al menos para mi siempre lo fue, cuando se inicio el proyecto del «Dia de Ciudad Real» se acordo de mi y eso jamas lo olvide. Nunca olvidare cuando no hacia algo bien, me corregia y me montaba el pollo con toda la razon del mundo, como podre olvidar a Luis Campos seria un ser despreciable si lo hiciera. Cuando uno en los años dificiles, se metia en un follon y quien escribe estas lineas se metio en mil, mi confesor era Luis Campos y si tenia que venir a esclarecer entuertos lo hacia sin problemas.
Diez mil anecdotas, que ahora me pasan por mi mente, cuando te has ido y se me ha marchado un gran amigo y un hermano porque yo te consideraba asi. Luisito no se donde vayas, no se si hay algo mas despues de la muerte, pero si tengo claro que sera a un sitio especial donde vayan los buenos y la buena gente porque tu eres y seras el mejor de ellos.
Hoy por problemas de movilidad, no puedo estar en la iglesia de Santiago, pero yo se que alli estaran todos tus amigos y todos con lagrimas en los ojos destrozados por tu marcha. Si pudieras abrir los ojos, seguro que le dirias, ya esta bien de gilipolleces es que sois tontos no os dais cuenta que no pasa na. Luchaste con el maldito cancer, con uñas y dientes, no pudiste vencerlo pero te llevas una gran medalla como tu decias siempre. Esa medallaca es que dejas un millon de amigos, que no te olvidaran nunca, entre ese millon esta este manzanareño que no puede seguir escribiendo porque la tristeza y las lagrimas me lo impiden. Luisaco no olvides nunca que para mi fuiste como un hermano y que no te olvidare jamas.