El consejero de Sanidad del Gobierno de Castilla–La Mancha, Jesús Fernández, ha recogido esta tarde en nombre de los profesionales del Hospital Nacional de Parapléjicos la Medalla de Oro de la Ciudad de Toledo, concedida por la Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de la capital castellano-manchega.
La Medalla de Oro de la Ciudad de Toledo se otorga al Hospital de Parapléjicos “por favorecer la formación del personal altamente cualificado en su ámbito de actuación, llevando a cabo tareas de investigación científica y técnicas de alta calidad en el campo de las neurociencias, con el principal objetivo de la rehabilitación integral y la normalización de la vida de los pacientes”.
Durante el acto de entrega, celebrado en el Centro Cultural de San Marcos el día de San Ildefonso, patrón de la ciudad, Jesús Fernández Sanz ha agradecido este honor en nombre de los profesionales del centro quienes “se dedican a algo tan hermoso como enseñar a vivir una nueva vida a los seres humanos que, por enfermedad o por una causa traumática contraen una lesión medular”.
El consejero ha recordado que “a Toledo, Ciudad Patrimonio de la Humanidad, también se le conoce en el mundo por nuestro hospital de referencia para el tratamiento de la lesión medular y es que, si existe un escenario donde se manifiesta el concepto de humanidad en toda su dimensión es en este lugar”.
Durante sus 42 años de vida, el Hospital Nacional de Parapléjicos ha abierto las puertas a la ciudad y, asimismo, “cada día los ciudadanos de Toledo tienen la oportunidad de abrir la ciudad a los pacientes y a sus familiares procedentes de todo el país que, por azares del destino, deben permanecer aquí durante unos meses muy duros”, ha manifestado Fernández Sanz.
Por último, tras elogiar la cualificación técnica y humana de los profesionales, el consejero ha tenido palabras de complicidad y solidaridad con los pacientes y sus familiares. “Cada día es un canto por la vida entre las paredes del Hospital, donde los pacientes nos regalan un sinfín de lecciones sobre la actitud de esfuerzo y superación”.
Más reconocimientos
El reconocimiento de Hijo Predilecto lo recibió José Perea García, por su “entrega en el campo de la Oftalmología, reconociendo su larga trayectoria profesional, entre otros cargos, habiendo sido jefe clínico de Oftalmología del Hospital Virgen de la Salud y jefe del Servicio de Oftalmología del Hospital Provincial de Toledo”.
El exdeán de la Catedral ha recibido el título de Hijo Adoptivo “por representar al frente del Cabildo Catedralicio una etapa de apertura e impulso de los valores y riqueza patrimonial del Templo Primado, liderando la renovación de la Sacristía, de la nueva pinacoteca y la inauguración del Museo de Tapices, Orfebrería y Textiles con motivo del IV Centenario de la muerte del Greco”.
El segundo reconocimiento de Hijo Adoptivo recayó en el chef José Rodríguez, por “representar los valores de calidad, exclusividad y perfección reconocidos dentro del mundo de la restauración local, nacional e internacional” y por “su firme compromiso con la ciudad a través del impulso, coraje y decisión demostrado en su apoyo a Toledo como Capital Española de la Gastronomía”.