Desde las asociaciones en defensa de los animales de Miguelturra reivindicamos circos llenos de alegría, libres de maltrato, y esto supone circos sin animales. Para conseguirlo es necesario, por un lado, sensibilizar a aquellas personas que quieran disfrutar de este espectáculo del sufrimiento que supone el uso de animales en ellos, y por otro, instar a las autoridades competentes a negar la cesión de espacios públicos o cualquier colaboración con circos con animales.
Las mejores condiciones que se le pudieran ofrecer a un animal salvaje en las instalaciones de un circo, por mucha buena intención que se ponga en ello, nunca serán suficientes para garantizar la salud y el bienestar del animal.
Un espectáculo itinerante, con unas instalaciones limitadas, implica que el animal pase la mayor parte de su tiempo encerrado en una jaula. Este confinamiento, que en muchos casos es también hacinamiento, impide que los animales gocen de salud física y de contacto social con sus congéneres. Como resultado, los animales encadenados y/o encerrados la mayor parte de sus vidas, acaban por desarrollar comportamientos neuróticos.
Pero el sufrimiento no acaba ahí. El adiestramiento, que junto al espectáculo, son los únicos momentos en los que el animal sale de su jaula, suele multiplicar el maltrato al que estos animales se ven sometidos. El castigo físico ha sido durante muchos años el método clásico para someter a estos animales a la voluntad del entrenador. El látigo del domador de leones, las picanas eléctricas del domador de elefantes, bozales, ganchos de metal…
Pero estas prácticas no solo son un problema para los animales también lo son para nosotras y nosotros. La violencia diaria a la que son sometidos junto con el confinamiento convierten a estos animales en un problema de seguridad ciudadana pues este maltrato da como lugar en la mayoría de los casos a una agresividad latente que puede desencadenarse en cualquier momento.
El espectáculo circense con animales no educa, muestra a los animales fuera de su ámbito natural, realizando comportamientos que no le son propios, en condiciones físicas penosas y transmiten a nuestras hijas e hijos la idea que los animales son seres salvajes y hostiles frente a los cuales solo cabe la temeridad.
Y a un nivel global los circos con animales contribuyen a la caza furtiva, lo que supone en el caso de animales en riesgo de extinción o especial protección un problema muy grave. Los circos y el uso que estos hacen de animales importados ilegalmente son una de las causas de la pérdida de biodiversidad contribuyendo a la extinción de muchos animales.
Por suerte el circo con animales es cada vez más algo que forma parte del pasado. Un elemento residual de un tiempo en que los animales eran poco más que extrañas bestias. Austria, Holanda, Suecia, India, Finlandia, Suiza, Dinamarca y Argentina han prohibida los espectáculos con animales. Y el mundo del circo ha sobrevivido con ejemplos como el Cirque du Soleil, el Circo de Oz o el Circo Imperial Chino que atraen cada año a miles de espectadores y no utilizan animales.
Desde las asolaciones miguelturreñas en defensa de los derechos de los animales Asociación Miguelturra Animalista, Aspa Galeca y Gatomicas rogamos al ayuntamiento de Miguelturra deniegue la cesión de espacios públicos a todo espectáculo que utilice animales. Queremos educar a las nuevas generaciones en el respeto a los animales, queremos que nuestro municipio no sea testigo ni participe del maltrato, queremos una Miguelturra mejor.
Gatomicas, Aspa Galeca y Asociación Animalista de Miguelturra
