El final de año sorprendió a la profesión médica con una nueva agresión. Un hombre entró en el centro de salud de La Solana con una escopeta de aire comprimidogenerando una situación de pánico. No hubo que lamentar daños físicos pero sí ha dejado huella en todos y cada uno de los trabajadores poniendo de manifiesto la desprotección en la que se encuentran. Lamentablemente, 2016 finalizó con otras dos agresiones más a sanitarios en otras comunidades autónomas lo que demuestra que constituyen un grave problema social.
Las medidas adoptadas contra el agresor, que ha quedado en libertad con cargos, son claramente insuficientes para conseguir erradicar esta lacra social. El Colegio de Médicos se personó, inmediatamente, como acusación en nombre del médico presuntamente amenazado, y le prestó toda la asistencia jurídica necesaria. Asimismo, seguirá acompañando al facultativo durante todo el proceso aún no archivado porque el juez ha ordenado pruebas complementarias para aclarar los hechos.
Desde el Colegio de Médicos de Ciudad Real, en sintonía con la Organización Médica Colegial, se trabaja desde hace años en conseguir que las agresiones a médicos sean consideradas delito de atentado a funcionario público con penas de cárcel para el agresor. Los órganos judiciales de Castilla-La Mancha han dado pasos importantes en la defensa de la integridad física y moral de los profesionales sanitarios, pero hay mucho camino por recorrer en este sentido y en prevención.
Tras el incidente del Centro de Salud de La Solana se han alzado muchas voces para reclamar más seguridad en los centros de salud y que, en el marco de un Plan General de Riesgos Laborales, se doten todos los centros sanitarios de las medidas necesarias, como el botón del pánico, cámaras de seguridad y vigilantes jurados.
Un médico de Ciudad Real, en la misma línea, inició una petición en Change.org, “No más agresiones a sanitarios, contrate vigilantes de seguridad en los centros de salud”, dirigida al consejero de Sanidad, el Dr. Jesús Fernández Sanz y que ha sido firmada ya por casi 700 personas. En ella se reclama ir más allá de las concentraciones a las puertas de los centros de salud e “impulsar la contratación de personal de seguridady conductores/celadores en los centros de salud, que nos ayuden a disminuir los riesgos a los que estamos sometidos en materia de seguridad en nuestro trabajo”.
Tras el asesinato de una médico de familia en un centro de salud de Murcia se creó, en el año 2009 y a instancia de los Colegios de Médicos, el Observatorio Nacional de Agresiones de la Organización Médica Colegial que, durante estos años, ha intentado definir el problema, analizar sus causas e implicar a los poderes públicos y a la sociedad en general en su erradicación. Su lema es “Ante las agresiones al personal sanitario, tolerancia cero». Los colegios profesionales, junto a la Administración, legisladores y ciudadanos, trabajando de la mano, tienen la clave para solucionar el problema pues, tan importante es conocer las causas de la agresión, como la incorporación de medidas de seguridad en los centros de salud, como la implantación de planes de formación para abordar situaciones violentas.
En opinión del Colegio de Médicos se trata de un problema que debe de ser abordado desde un punto de vista multidisciplinar puesto que afecta a toda la sociedad y es necesario construir un entorno seguro donde desarrollar una profesión tan altruista como la Medicina que vela por un bien tan preciado como es la salud.
El Colegio de Médicos de Ciudad Real tiende la mano a todos los agentes implicados para contribuir a mejorar la seguridad e integridad de sus profesionales. Con respecto al colegiado, hay que recordar que, en Ciudad Real, el médico agredido tiene asistencia jurídica colegial gratuita, y desde el Colegio se le ofrece asesoramiento sobre todas las herramientas que tiene a su disposición y se le informa de los pasos que tiene que ir dando hasta la resolución del conflicto. Además, el Colegio de Médicos se persona como acusación en todos los procesos en que es requerido.
