Profesionales de los servicios de Pediatría, Paritorio y Quirófano del Hospital Virgen de la Luz de Cuenca, dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, han elaborado un protocolo de actuación para el contacto inmediato piel con piel tras las cesáreas en el centro sanitario conquense.
El objetivo de este protocolo, que ha sido presentado en sesión general, es lograr que al menos el 80 por ciento de los recién nacidos por cesárea en el Servicio de Paritorio del Hospital Virgen de la Luz y que cumplan las indicaciones, tengan la oportunidad de comenzar su adaptación a la vida extrauterina en íntimo contacto piel con piel con su madre y que puedan continuar ese contacto con el padre hasta que la madre sea dada de alta en el servicio de reanimación.
El contacto temprano piel con piel consiste en colocar al neonato desnudo en posición decúbito ventral sobre el torso desnudo de su madre, apenas nace o poco tiempo después, ya que se considera que el momento inmediato del nacimiento es un periodo en el que se producen una serie de comportamientos de la madre y del neonato que favorecen la unión y el apego entre ambos.
Además, se ha comprobado que este momento también es propicio para el inicio y duración de la lactancia materna, que mejora la adaptación cardiorrespiratoria y disminuye los episodios de apnea del recién nacido, ya que produce una disminución del tiempo de llanto, que permite una mejor regulación de la temperatura corporal y optimiza el metabolismo del neonato mejorando las cifras de glucemia.
También se consideraba beneficioso porque tiene un efecto analgésico tanto para la madre como para el neonato y contribuye a una experiencia más grata para la madre tras la cesárea, ya que numerosos estudios señalan que la cesárea está asociada a una menor satisfacción de la experiencia del parto y una mayor frecuencia de depresión posparto.
El plan de actuación contempla que en primer lugar será la matrona de Atención Primaria durante el embarazo la que informe de los beneficios del contacto inmediato piel con piel tras un parto vaginal o una cesárea. En el Servicio de Paritorio, al ingreso de la gestante para la realización de una cesárea, se informará a los padres de la posibilidad de realizar el contacto inmediato piel con piel tras el nacimiento y la continuación del mismo con el padre hasta que la madre sea dada de alta en Reanimación.
Pediatras, matronas, enfermeras, auxiliares de enfermería, anestesistas, obstetras y celadores serán responsables y trabajarán coordinadamente para que todo el proceso de preparación y los procesos para este contacto piel con piel se desarrolle con normalidad.
Las autoras de este protocolo, que ya se ha puesto en marcha en el Hospital de Cuenca, han sido las matronas Gema Sanabria y Francisca Rubiera, la pediatra Elisa Cueto, la anestesista Susana López, las ginecólogas Esther Priego y Raquel Sánchez y la enfermera María Angustias Ortiz, y su trabajo fue presentado por el jefe de Servicio de Obstetricia y Ginecología, Andrés Moya; el jefe del Servicio de Anestesiología y Reanimación, Juan Carlos García y la jefe del Servicio de Pediatría, Elisa Cueto.