Un año que se va y otro que se nos viene encima (I)

MarcelinoEs muy posible que dentro de un año por estas fechas nos toque escribir que el mundo ya no es lo que era. Que 2017 ha sido un año clave lleno de cambios y de inicio de grandes y esperanzadoras transformaciones, muchas de ellas impensables a mediados de este 2016, a punto de morir.
Antes de continuar, necesito hacerme eco de esa tradición heredada de mis mayores, recogida a su vez de quienes les precedieron: Dejar constancia de cuáles son mis deseos para estas fiestas y el año entrante. No quiero saltarme esta costumbre, pues soy de los convencidos de que el pensamiento es creador y que la fuerza de millones de pensamientos orientados a un fin común posee un potencial transformador tan real como difícil de calibrar.

No pretendo ser original y, mucho menos, políticamente correcto; si de algo estoy saturado y, por qué no decirlo, hastiado, es de la corrección política, la peor censura que se haya podido inventar, por sutil y manipuladora.

Tampoco quiero ser práctico. Los desafíos son de tal naturaleza que la practicidad-pragmatismo será incapaz de sacarnos de este atolladero en que nos encontramos atrapados. Tan solo quiero ser persona. Reivindicar mi condición de ser humano, compartida con todos Uds., y desde ella hacerles llegar este profundo deseo:

“Unámonos a quienes busquen la verdad y a los que quieran el bien
Verdad y bien forman un binomio indisoluble. Por eso mi mayor apuesta es que, desde este preciso momento, sea el guía que regule nuestras decisiones y dirija nuestros actos.

Vivimos en el reino de la opinión, no de la verdad, donde toda opinión es respetable aunque proponga llegar a la luna dándonos cabezazos contra la pared. Lo importante es imponer la propia o la de los nuestros, no la veracidad de la misma, es decir, el triunfo del sectarismo. Por eso la propaganda es la más útil de las herramientas en detrimento de la sana búsqueda de la verdad de las cosas. Se acepta todo, dócilmente, siempre y cuando sea una propuesta del grupo al que se pertenece, despreciando aquello que provenga de los demás, convirtiéndonos en miembros de diferentes rebaños.

¡Nunca el poder real pudo estar más feliz y satisfecho al observar lo fácil que resulta tenernos entretenidos!

¡Nunca el divide y vencerás fue más fácil de conseguir!

La búsqueda de la verdad no tiene patrón ni ideología, ni sabe de razas ni religión y, mucho menos, de sexos.

La búsqueda de la verdad es una característica esencial de las personas, sin ella nuestra calidad como ser humano quedaría seriamente devaluada

¡¡Este sí que es un derecho irrenunciable!!

El bien es la finalidad suprema de toda persona virtuosa. Sí, ya sé que no está de moda hablar de virtud y que su significado ha sido cambiante a lo largo de la historia.

Cuando hablo de persona virtuosa quiero expresar “aquella que libremente hace el bien”.

El poeta y ensayista inglés Percy Bysshe Shelley se refería a esos momentos de la historia en los cuales las personas corrientes eran capaces de comprender verdades profundas sobre el ser humano y la naturaleza. A tales momentos los llamó revolucionarios.

Desconozco si Shelley hubiera estado de acuerdo con lo que voy a plantear a continuación, pero yo lo veo de la siguiente forma: Esos momentos de la historia a los que él se refería fueron posibles gracias a que una masa crítica de hombres y mujeres actuó guiada por una especial idea del bien y del mal, enjuiciando moralmente la realidad y los actos –incluidos los propios – pasando a la acción conscientemente, es decir, de acuerdo a los dictados de su conciencia.

Estamos hablando de la conciencia como motor de la voluntad humana,
y de la capacidad transformadora que millones de voluntades conscientes,
en acción, pueden llegar a tener.  

Evidentemente, la pureza no existe, y el peso de la conciencia en la voluntad no sería absoluto. Lo fundamental de lo hasta aquí expuesto es darle al aspecto moral la importancia que ha podido tener en determinados períodos históricos, hecho tradicionalmente silenciado o infravalorado.

¿Estaremos a las puertas de uno de esos momentos? Veamos:

El Reino Unido votó la salida de la UE

En Austria un partido ajeno al sistema se ha quedado a las puertas de ganar las elecciones generales.

En EE.UU., la candidata demócrata, con un presupuesto diez veces superior a su rival y contando con el apoyo de todos los grupos de presión habidos y por haber, ha sido derrotada.

Italia, por abrumadora mayoría, ha decidido no apoyar a Renzi en su proyecto de acabar de laminar su soberanía nacional ante la burocracia de Bruselas.

En Francia, los partidos del sistema buscan inquietos la forma de evitar el triunfo de J. Marie Le Pen.

No sé si estaremos ante uno de esos momentos históricos, lo que sí parece es que nos encontramos a las puertas de un proceso inacabado de hartazgo con una fuerte carga moral, donde la conciencia de las personas está jugando un papel más importante del que los analistas burocratizados pueden o quieren vislumbrar.

No se trata de un “qué hay de lo mío” quejumbroso de millones de personas clamando por una parte del pastel considerado propio. Al menos, no se trata sólo de eso, ni mucho menos.

2.017 será un año de cambios en el mundo. Bloomberg ha publicado una prospección basada en las opiniones de los principales expertos mundiales, para quienes los vectores claves del nuevo año serán:

Grandes proyectos de inversión en las principales economías (EE.UU. China, India y Rusia liderando el proceso)
Importante reducción de impuestos.
Reducción del gasto público considerado improductivo.
Freno al proceso globalizador.
Mayor centralización de las decisiones políticas.
Más control de la inmigración.
Repliegue militar de EE.UU., comenzando por la OTAN
Recuperación del prestigio e influencia de Rusia, lo que podría llevar a la paulatina retirada de Putin de la actividad política.
Desaparición de la zona Schengen de libre circulación de personas en la UE
Yemen será el fin de la monarquía actual saudí: Derrota militar y posible golpe de estado interno con el cierre del estrecho de Ormuz y la consecuente subida del precio del petróleo.

Por mi parte, únicamente añadir lo siguiente: El Pacífico sustituirá al Atlántico en el liderazgo geopolítico.

El mundo multipolar reclamado por Rusia y China se abre paso apoyado por la nueva administración de EE.UU.

Cambio de paradigma: De un mundo con mentalidad geoestratégica basado en la supremacía de uno frente a los demás, a otro más colaborativo fundado en el principio de “todos ganan”.

Los medios de comunicación tradicionales no fueron capaces de ser los “creadores” de opinión decisiva en las elecciones de EE.UU. Hoy en día, Trump ya no responde a las preguntas de los grandes medios. Lo hace a través de “twitter.com/realdonaldtrump”.

Es preferible buscar información sobre la nueva administración en Breitbart.com o en infowars.com que en el New York Times. Esta nueva forma de actuar creará tendencia en el resto del mundo a pesar de la resistencia de los partidos del sistema. La caída de lectores de los grandes medios tradicionales seguirá su curso.

Pero la cosmovisión anglosajona que se resquebraja no se ha querido resignar a su nueva suerte. El pasado viernes, dieciséis de diciembre, a las diecisiete horas, el Consejo de Seguridad de la ONU se reunió a puerta cerrada, después de haber sido detenidos en Alepo (Siria) oficiales de la OTAN, según información de redvoltaire.net. Portal dirigido por Thierry Meyssan. Primer investigador en denunciar la falsedad de lo sucedido en el 11-S y autor del libro “La gran impostura”.

Y ¿nuestra querida España?

Nunca el binomio verdad y bien será tan necesario para identificar a aquellos merecedores de nuestra confianza. Debido a lo trascedental del asunto, lo abordaremos el próximo lunes.

¡¡Feliz Navidad!!

Sin tapujos
Marcelino Lastra Muñiz

 

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5 COMENTARIOS

  1. Estoy muy de acuerdo con su análisis, y coincido con el trasfondo antropológico o filosófico que plantea, un humanismo de raíz cristiana (creo).

    No hay que tener miedo a los cambios, son el resultado de la agonía de lo anterior. Hay más de adaptación que de transformación. Tanto el capitalismo como el poder, tienen una extraordinaria capacidad de adaptación y flexibilidad.

    Creo que 2017 será una etapa en la que a cada cual le corresponderá hacer cesiones, pues será imposible imponerse de forma unilateral por la eficacia que van a tener los contrapesos. Y de eso me alegro enormemente.

    La fortaleza y el liderazgo lo ostentará quien con mayor habilidad asuma que los nuevos tiempos exigen un liderazgo moral además de legitimidad.

    Occidente se ha desengañado con los dogmas progresistas, exige realismo y autenticidad. Triunfa la contra-reacción. Su mayor reto será evitar a toda costa que los populismos deriven en autoritarismos, y para impedirlo no bastará la legitimidad, se ha de exigir el liderazgo real y moral.

  2. Pues a mí el pronóstico de Bloomberg no me dice nada. En los últimos tiempo hemos asistido a demasiadas convulsiones que forman parte del anuario correspondiente: atentado a las torres, guerras de Iraq, crisis de lehman brothers, etc.
    La reacción política en Europa es parecida a la americana, pero con sus propias características. los americanos han optado por una solución que nos resulta chocante, pero la alternativa que había tampoco era maravillosa.
    En Europa, pasa simplemente que la gente desconfía de Europa, de lo que se conoce como Bruselas. De hecho, en Bruselas no cree nadie. Que hay un problema en Grecia, se llama a Berlín. Que hay un problema con los refugiados, a ver que dice Merkel. Que hay que bajar los tipos de interés, lo que digan los alemanes. Etc.
    En suma, los centroeuropeos, se empiezan a mosquear porque la tranquilidad y bienestar esperados tras una vida de esfuerzo, se puede ver en cuestión por la llegada de un número indeterminado de inmigrantes que necesitarán ayuda detraída de fondos públicos de sus respectivos países. No es una explicación muy original, pero a nadie se le puede obligar a ser solidario. Eso se manifiesta con partidos de derecha (lo de populismo no me lo creo, todos los partidos lo son) como Afd en Alemania, el PVV en Holanda, el FPÖ en Austria,, partidos de derecha en Hungria, Polonia, etc.
    En el sur de Europa. Grecia, Italia, Portugal, España, nos han jodido con la crisis y las recetas de austeridad. Si en el norte no se creyeron Schengen, en el sur, nuestros irresponsables e ignorantes políticos alentaron la burbuja en épocas de crisis y no nos advirtieron del precipicio, luego nos dijeron que cada uno apechugara con lo suyo. Nos dejaron tirados y aplicaron recortes al dictado. Aquí ese ambiente se refleja en votos a partidos de izquierda.
    La gente está muy cabreada, pero nada más. En 2017 no habrá revoluciones. La gente se conformará con lo que tiene, más o menos Más bien menos y ni habrá más paz en oriente medio, ni se contaminará menos, ni, ni.
    Pero vayan felices fiestas para todos: navidades, hanukás, o lo que pueda celebrar cada cual y, a ser posible, que la iluminación con velas sea solo decorativa.

  3. «Y ¿nuestra querida España?»
    Pues, atendiendo al eslogan «Spain is different», ya podemos adivinar lo que nos espera.
    El concepto «nueva política», que fue el eje de las campañas electorales, un año después, ha desaparecido del mapa.
    Toda aquella agitación política que dio lugar a una interinidad institucional de 300 días, ha acabado con la continuidad de Mariano Rajoy en La Moncloa.
    «Spain is different» y los españoles ni les cuento…
    No olvidemos que, si repasamos nuestra historia, nos criamos entre pillos, piratas, ninfas y rufianes cuyo referente moral y máxima aspiración social eran los hidalgos, que si demostraban ser tales, estaban libres de sus obligaciones fiscales. Al otro lado, encontramos al «pringao», también conocido como pueblo llano y soberano (en período electoral).
    Nosotros, los españoles, ante la continua exposición al señorito y sus caprichos, hemos acabado convirtiendo al tirano en modelo.
    Tendemos a la involución.
    No somos mejores ni peores, sólo «diferentes».

    • Coincido en tu análisis, pero también España se mueve con los tiempos, aunque sea a nuestra manera.

      No creo que haya una involución, sino evolución con palos en las ruedas.

      Cambiar una mentalidad requiere la caducidad de las generaciones de mayores, el pragmatismo y dinamismo de las intermedias, y la ilustración y el realismo de las más jóvenes.

      No podemos estancarnos, sabemos, porque viajamos, que las cosas se pueden hacer mejor, que no nos conformamos con lo que hay, y por supuesto, que ´podemos´ ir a peor.

  4. Efectivamente, muy raramente se tiene en cuenta la importancia de la conciencia humana en nuestra toma de decisiones. Es algo en lo que no había caído, quizá acostumbrada a oír siempre los argumentos de corte materialista. Ojalá estemos creando entre todos una nueva masa crítica capaz de cambiar el curso de los acontecimientos.

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