El doctor Alfonso Ortigado, del servicio de Pediatría del Hospital Universitario de Guadalajara, dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, ha presentado la comunicación ‘Fever-induced Brugada pattern: temperature matters’ durante la celebración en Londres del prestigioso congreso Excellence in Pediatrics.
El trabajo, realizado junto a las pediatras Elisa Castaño y Beatriz Blázquez y el residente Francisco José Martín, con la colaboración de profesionales del servicio de Cardiología Pediátrica del Hospital Universitario La Paz, aborda la relación entre fiebre y electrocardiograma para la detección del síndrome de Brugada y así poder prevenir muerte súbita en jóvenes con corazones aparentemente sanos.
Esta comunicación, que recibió una alta valoración por parte del auditorio, compuesto por prestigiosos especialistas de todo el mundo, analizaba el caso de un niño “sano” en control en consultas de cardiología pediátrica del Hospital Universitario de Guadalajara por antecedente de muerte súbita en un familiar joven.
Por indicación de los profesionales, los padres del menor acudieron al servicio de Urgencias cuando éste presentó fiebre por infección vírica respiratoria y se le realizó un electrocardiograma (ECG) que resultó clave para diagnosticar su enfermedad, al evidenciar un ECG patognomónico (patrón tipo 1 de Brugada), crucial para el manejo clínico del mismo.
El síndrome de Brugada es una canalopatía cardiaca hereditaria (alteración de los canales iónicos de la membrana de las células cardiacas) que puede provocar arritmias letales con riesgo de muerte súbita en personas jóvenes con corazones aparentemente sanos.
La enfermedad puede ser detectada a través de un patrón característico en el electrocardiograma. Sin embargo, explica Alfonso Ortigado, algunos pacientes pueden incluso presentar un ECG normal y precisan una prueba de provocación con ciertos fármacos administrados para poder demostrar la existencia de la enfermedad (test de flecainida).
Así, la fiebre “puede afectar a dichos canales iónicos de la célula y provocar cambios en el ECG que ayudan en el diagnóstico”. Por este motivo, Alfonso Ortigado ha insistido en la importancia de que los pediatras tengan en cuenta la relación fiebre-ECG en su actividad asistencial cotidiana.
El Congreso Excellence in Pediatrics está avalado por la Organización Mundial de la Salud, a través de la University of St. Andrews of Medicina y Health Behaviour in School-Aged Children (HBSC). Cada año, reúne a representantes de los principales hospitales y universidades del campo de la Pediatría, como el Children’s Hospital Boston & Harvard Medical School.
La cita ha celebrado su octava edición en Londres, dentro del histórico complejo arquitectónico de la Abadía de Westminster. Su objetivo es poner en común los últimos descubrimientos científicos para que los profesionales del ámbito de la pediatría mejoren continuamente la asistencia y cuidados a sus pacientes.