En mayo de 1975 la historia de España escribió un trágico capítulo nacional en Moral de Calatrava con el asesinato a manos de ETA de un vecino de la localidad. Andrés Segovia Peralta, Guardia Civil de profesión, destinado en Guernika, fue asesinado por ETA.
En aquel momento tenía 40 años, recibió 20 impactos de bala sobre las 22.25 de la noche cuando se dirigía al Cuartel de la Guardia Civil de Guernica y falleció media hora después, cuando era trasladado en un taxi al Hospital Civil de Bilbao.
Le fueron concedidas la Cruz al Mérito Militar con distintivo blanco y la Cruz al mérito policial con distintivo rojo. Este mismo año en Moral de Calatrava se llegó a un acuerdo plenario para otorgarle a título póstumo la Medalla de Oro de la Ciudad, medalla que nunca se entregó.
Una deuda que ha retomado y saldado el actual equipo de gobierno, 41 años después, haciendo llegar por fin a la viuda, Cruz Arroyo Linares, e hijos, José Antonio y Maria José Segovia Arroyo, esta significativa Medalla de Oro.
El acto se ha desarrollado este miércoles en el salón de plenos de la localidad con la presencia del equipo de gobierno, representantes del grupo socialista en la oposición y una representación del cuerpo de la Guardia Civil en la localidad.