Mortales y cabriolas: Casi medio centenar de traceurs se reúnen en Ciudad Real

Eusebio Gª del Castillo Jerez.- Ciudad Real acogía este sábado una reunión de traceurs (RT), o lo que es lo mismo, de jóvenes que practican parkour, una espectacular disciplina deportiva en la que, entre saltos y acrobacias, se recorre el entorno urbano. Pero no solo parkour, sino también tricking (hacer mortales), y la combinación de ambos, el free running.

parkour-3Quedadas de este tipo se celebran frecuentemente en otras ciudades, como Almería, Madrid o Granada, pero los traceurs y freerunners de la provincia se citan dos veces al año en Ciudad Real: llegando el verano, en junio, y el invierno, que suele ser en diciembre, comenta Cristo Sánchez.

Pese a su espectacularidad, se basa en un principio muy simple, «llegar de un punto A a un punto B de la forma más eficiente y rápida posible», explica. Lo ejemplifica en apenas unos segundos en los que se encarama, desde la acera de la Ronda a la valla del Parque de Gasset junto al edificio del Impefe, de una zancada y dos saltos, superando dos alcorques en altura.

Su origen se remonta al entrenamiento militar del ejército francés. Deriva del Método Natural de Georges Hébert, también conocido como Hebertismo, matiza Pablo Salomón. A partir de éste, relata, nace en Francia el arte del desplazamiento, con los Yamakasi. Uno de ellos, David Belle, se separó de éstos y creó una disciplina aparte, a la que denominó parkour.

«Nosotros combinamos muchos estilos y formas de saltar», puntualiza. Pablo Salomón recalca que no se trata de un deporte competitivo, sino cooperativo, en el que el reto es superarse a uno mismo.

Los viandantes, bromean, se quedan boquiabiertos al verlos practicar esta disciplina, aunque no falta quien les advierte de que se van a partir la crisma. Tiene sus riesgos, pero con la técnica y práctica «se hace el maestro», subraya Cristo Sánchez. «Todo el mundo puede practicar este deporte, cada uno a su nivel; simplemente hay que esforzarse y entrenar para superarse día a día», sin mirar de soslayo a los demás.

No pertenecen a ningún colectivo concreto y organizan las quedadas a través de un grupo de Whatsapp. En concreto, hoy se han dado cita en la capital traceurs de Valdepeñas, Alcázar de San Juan, Madrid, Piedrabuena, Miguelturra y, obviamente, Ciudad Real. Entre ellos, curiosamente, ninguna chica. «Es una pena porque, pese a que tienen una gran flexibilidad no les llama la atención este deporte», lamenta Cristo Sánchez.

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