Las agrupaciones locales de Podemos e Izquierda Unida se concentraron ayer en la Concha de la Música de Puertollano, con motivo del «Día Internacional por la Eliminación de las Violencias contra la Mujer», para reivindicar un mundo sin violencia machista, «que no es posible sin un cambio sustancial de las estructuras sociales, y en ese camino trabajamos».
«Pero es fundamental para conseguir un mundo igualitario y por tanto, también sin violencia de género que transformemos la cultura y deconstruyamos esa conciencia social que tiende a minimizar e individualizar la desigualdad y la violencia del que somos objeto las mujeres», señalan ambas formaciones.
Durante el emotivo acto tuvo lugar la lectura de manifiestos por parte de las dos formaciones presentes y se guardó un minuto de silencio en memoria de las mujeres asesinadas, víctimas de violencia machista.
Los reproducimos íntegramente a continuación:
Manifiestos en el Día Internacional por la eliminación de las Violencias Contra las mujeres #25N2016
Desde Podemos condenamos las violencias machistas en todas sus manifestaciones.
Recordamos desde el dolor y rendimos homenaje a las 93 mujeres asesinadas por violencia machista en el presente año, siendo las últimas víctimas, una mujer de 26 años que perdió la vida ayer mismo en Fuenlabrada y una madre asesinada hoy a manos de su hijo en Motilla (Córdoba). Porque nos queremos vivas y nos negamos a que la indiferencia de nuestras instituciones borre su recuerdo de nuestras memorias.
Los feminicidios son la punta del iceberg de un problema de base: una sociedad patriarcal educada en patrones machistas. Las violencias machistas dan lugar en el Estado español alrededor de 100 asesinos nuevos de mujeres cada año, violencia extrema que en los últimos 12 años, ha tenido consecuencias como que los tribunales hayan dictado 250 mil órdenes de protección a mujeres violentadas por violencia machista.
La continuidad de las políticas públicas en materia de igualdad en general, y contra la violencia machista en particular, se han visto seriamente amenazadas por los recortes presupuestarios de la crisis austericida. Hemos asistido a un progresivo desmantelamiento de las políticas de igualdad, incidiendo directamente en los derechos humanos de las mujeres, y por tanto, en nuestro sistema democrático.
La responsabilidad de los medios de comunicación en la perpetuación de las violencias es alarmante, por contribuir a la constante invisibilización de las mujeres, perpetuar y normalizar su cosificación, y seguir negándose a llamar las cosas por su nombre: porque no “nos morimos”, nos están asesinando.
Nos negamos a aceptar que la violencia machista sea algo inevitable. La actuación sobre la violencia directa (defensa, protección y recuperación de las víctimas y sus hijas e hijos, así como el castigo a los agresores), aunque es irrenunciable, no es suficiente. Las políticas públicas que proponemos deben incidir en cambios educativos, económicos, culturales y estructurales que fomenten la igualdad real entre mujeres y hombres de manera transversal en todas las políticas, que además de trabajar por las mujeres impliquen a los hombres.
Es primordial fomentar dicha implicación, por una reflexión sobre sus privilegios, también en el ámbito político, cuna de las desigualdades que perpetúan el sistema patriarcal y legitiman sus actos machistas. Deben plantearse nuevos modelos de masculinidad no violentos e igualitarios e involucrar a los compañeros. No podemos acabar con esta lacra sin su implicación y compromiso.
La desigualdad de género es política, y es con Política Social desde la perspectiva feminista donde vamos a poner nuestra fuerza, haciendo de ella el elemento central y transversal por la erradicación de todas las violencias machistas, escuchando activamente al movimiento feminista y sus reivindicaciones, visibilizando el dolor que los feminicidios nos suponen, porque no queremos que siga aumentando la cifra de la vergüenza.
#NosQueremosVivas #25N por la sociedad del buen trato libre de violencias hacia las mujeres.
La política y la cultura patriarcal son las responsables de que las mujeres sigamos soportando una violencia que no cesa. El neoliberalismo se ha convertido en correa de transmisión de los poderes fácticos, la socialdemocracia ha investido al capitalismo más feroz. Por eso, la izquierda tiene que reivindicar, con mucha más fuerza, que la violencia contra las mujeres es una prioridad política y no una nota
irrelevante de los discursos. No sólo el trágico balance de asesinatos en lo que llevamos de año en nuestro país, demuestra que la violencia sexista sigue asentada como parte normalizada de la «convivencia»; sino que los datos específicos y concretos de manifestaciones violentas contra las mujeres, nos llevan a concluir que los gobiernos NO responden adecuadamente contra esta lacra. La violencia agrede la vida de las mujeres en todos los espacios, en todas las situaciones sociales, territoriales, culturales, incluso económicas. La violencia recorre nuestras vidas; el uso de nuestros cuerpos (explotación sexual, prostitución, vientres de alquiler,..), incluso algunos, pretenden regularlo y normalizarlo.
Las instituciones ya los gobiernos, tienen que darse por enterados: NO basta con Declaraciones Institucionales, tienen que hacer políticas reales y efectivas por la igualdad y contra la violencia de género. Tienen que destinar esfuerzos y presupuestos suficientes para, que social e institucionalmente, exista TOLERANCIA CERO contra la desigualdad y la violencia contra las mujeres. Sólo una sociedad fundamentada y asentada en la igualdad real, impediría que la crisis económica pudiera servir de pretexto o explicación de que en todos los lugares del mundo, las mujeres sigamos teniendo menores salarios en iguales trabajos y menos oportunidades; que la mayoría de las responsabilidades domésticas y de cuidados recaigan sobre nosotras; que la representación en los ámbitos públicos sea todavía hoy noticia; que la Historia siga siendo contada de forma sesgada y que el reconocimiento de nuestras aportaciones, siga escondido en sus rincones; que la cosificación de las mujeres con fines comerciales esté patentada; que la explotación sexual de mujeres y niñas sea una forma de lucro y que la feminización de la pobreza siga siendo una lamentable realidad.
El FEMINISMO es imprescindible en una alternativa política global e integradora, en la que los seres humanos tienen la posibilidad de vivir y convivir bajo los modelos de LIBERTAD, RESPETO, JUSTICIA e IGUALDAD. Desde IU defendemos ese modelo de sociedad; seguimos y seguiremos luchando porque el principio de igualdad sea un objetivo irrenunciable al que la izquierda real y transformadora ni quiere ni puede renunciar. ¡BASTA de VIOLENCIA contra las MUJERES!