Las nuevas terapias moleculares dirigidas abren la puerta a los tratamientos complementarios para combatir los tumores cancerosos, según explicó esta mañana en el hospital de Ciudad Real Miguel Ángel Piris, director del Instituto de Formación e Investigación “Marques de Valdecilla” de Santander.
Las terapias dirigidas son fármacos u otras sustancias que bloquean el crecimiento y la diseminación del tumor al interferir en moléculas específicas que participan en el crecimiento, el avance y la diseminación del cáncer.
Pero, como expuso el doctor Piris, antes de llegar al tratamiento hay que determinar los puntos débiles de las células cancerosas para prescribir el que tendrá más éxito, y eso pasa por la realización e interpretación de una biopsia que combine aspectos morfológicos y moleculares y dirá cuales son los blancos moleculares específicos.
Miguel Ángel Piris señaló que las terapias dirigidas hacen posible que en el futuro se puedan realizar cribado de pacientes antes de que manifiesten síntomas de la enfermedad, aunque matizó que no será para todos los cánceres sino que se circunscribirán a tipos determinados.
A este respecto, el investigador apuntó que hay muchos tipos de tumores y que factores como el envejecimiento, el deterioro de la respuesta inmune, la acumulación de mutaciones por la exposición al tabaco o los rayos ultravioleta, la obesidad y otros factores ambientales nos hacen más propensos a la enfermedad.
El doctor Piris hacía estas consideraciones al término de su intervención en la sesión de hoy de los seminarios de investigación que organizan la Gerencia de Atención Integrada de Ciudad Real y la Facultad de Medicina de la Universidad de Castilla-La Mancha. Antes de abandonar el hospital, el reconocido anatomopatólogo, que hasta 2011 fue director de Patología Molecular del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, ha visitado las instalaciones del servicio de Anatomía Patológica.