Evaluar el impacto de situaciones de crisis que han afectado a los sistemas sanitarios de Iberoamérica, los problemas y las respuestas producidas, así como las alternativas de futuro, son algunos de los aspectos analizados y debatidos hoy durante el Seminario ‘El impacto de la crisis en los sistemas sanitarios de Iberoamérica’, celebrado en Toledo y en el que han participado investigadores procedentes de Brasil, Portugal, Colombia y España.
Coincidiendo con el 5º Aniversario del Observatorio Iberoamericano de Políticas y Sistemas de Salud (OIAPSS), los gobiernos de Castilla-La Mancha y de Extremadura se suman a esta iniciativa organizada por la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública (FADSP).
El consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, ha inaugurado este seminario junto al director general de Planificación, Formación y Calidad Sanitarias y Sociosanitarias de la Junta de Extremadura, Luis Tobajas Belvís, y el portavoz de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública, Marciano Sánchez Bayle.
Durante su intervención ha hecho hincapié en la importancia de que los sistemas sanitarios se adelanten a los efectos negativos de las crisis en el estado de salud de la población. ‘Los efectos de las crisis ponen en riesgo la sostenibilidad de los sistemas públicos de salud, con la reducción de plantillas como principal consecuencia’, ha subrayado el titular de Sanidad.
Fernández Sanz ha explicado que en Castilla-La Mancha, se está apostando por recuperar las plantillas de sanitarios, revitalizar las obras de los hospitales y renovar los equipos tecnológicos, a la vez que se apuesta por medidas de prevención de la enfermedad.
El consejero de Sanidad ha destacado que gestionar “lo que nos ha ocurrido en el sistema por defecto o por exceso, es el gran reto al que nos enfrentamos y también a la pirámide poblacional que nos ha cambiado nuestro patrón de demanda y nos enfrente a una realidad diferente”.
En las crisis económicas, ha afirmado el consejero, especialmente en los países más vulnerables, aumenta el riesgo de que la población descuide la atención a su estado de salud, las condiciones de vida se vean deterioradas, viéndose afectadas las medidas de prevención y aumentando el número de personas con enfermedades crónicas.
Por otra parte, las demandas de salud y de atención se incrementan como consecuencia de la recesión económica, lo que unido a la tendencia al envejecimiento demográfico resulta especialmente preocupante.
Por otro lado, ‘las políticas de recorte y contención del gasto introducidas por los diferentes gobiernos han afectado a los principios de calidad, equidad y universalidad en el acceso a servicios sanitarios y sociales, con consecuencias determinantes en la salud de los ciudadanos’, ha indicado Fernández Sanz.
Por todo ello, cabría reconocer el efecto protector de los programas de salud públicos que pueden amortiguar los impactos de las situaciones de crisis. Así, el responsable de Sanidad, ha afirmado que en Castilla-La Mancha se están definiendo las políticas sanitarias para los próximos años, incidiendo en las estrategias de cronicidad y paliativos.
‘Desde el Gobierno de Castilla-La Mancha defendemos la importancia de mantener los niveles de financiación del desarrollo sanitario, tanto a nivel nacional como internacional, pues de lo contrario las consecuencias pueden llegar a ser muy preocupantes a largo plazo, sobre todo por algunos sectores sociales de la población’, ha matizado Fernández Sanz.
