La Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) ha desplazado a una decena de personas a los campamentos saharauis de Tinduf para desarrollar trabajos de cooperación sanitaria con la población refugiada. Se trata de un grupo de nueve estudiantes de cuarto curso de Enfermería, encabezados por la decana de la Facultad ciudadrealeña, Carmina Prado Laguna, y a quienes también acompañó su colega al frente de la Facultad de Enfermería de Albacete, Ángel López González, quienes permanecieron en tierras argelinas entre los días 5 y 12 de este mes.
Durante su estancia en el Aaiún, conviviendo en jaimas con las propias familias saharauis, la expedición de la UCLM ha impartido talleres en la Escuela de Enfermería de Smara sobre cuidados básicos al paciente, como tratamiento de heridas, quemaduras y esguinces o reanimación cardiopulmonar.
También han prestado atención sanitaria en los dispensarios de salud y en el hospital de Smara, fundamentalmente en los servicios de Urgencias, Medicina Interna y Pediatría. Los estudiantes se han implicado más activamente en los cuidados integrales a la mujer y a la familia, valorando las patologías más frecuentes durante la gestación, y también han participado en el programa de atención al crecimiento y enfermedades crónicas (PICIS).
Paralelamente, los profesores Prado Laguna y López González se han reunido con líderes de la comunidad saharaui como el ministro de Salud Pública, Mohamed Iamín Daddi; o el director de la Escuela de Enfemería de Smara, Musa Isa Nayem, quien solicitó a sus colegas españoles bibliografía para la bilioteca de su centro y formación específica para el profesorado.
Los alumnos participan en este proyecto de cooperación de forma voluntaria tras ser seleccionados por la propia Facultad teniendo en cuenta su expediente académico y tras superar una entrevista. Su trabajo en los campamentos saharauis forma parte de la formación reglada que reciben. El proyecto ha contado con financiación de la propia UCLM a través de la convocatoria de ayudas de cooperación al desarrollo, respondiendo a una solicitud de la Federación Provincial de Asociaciones de Amigos del Pueblo Saharaui, y se suma a iniciativas tan consolidadas como el programa de prácticas de la Facultad de Educación en los mismos campamentos, que en los próximos meses cumplirá quince ediciones.
Lo patético del «turista de ONG» es que está bien visto y auspiciado por las instituciones.
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