Juan López Berdonces.- La A.M.C Banda de Música de Puertollano ocupó la segunda jornada de las tres que constituyen la XVI edición del prestigioso Encuentro Nacional de Bandas de Música «Daniel González-Mellado» de Manzanares, celebrado en el fabuloso “Gran Teatro” manzanareño. Presentó con brillantez un programa ambicioso que atesoraba calidad por los cuatro costados y obtuvo un trabajadísimo triunfo, capitaneada por el Mejor Director en Mota del Cuervo 2015, su director titular, García Pozuelo.
En efecto hace un año que fue aceptada la invitación de D, Pedro Delegido y D. Cristóbal Díaz-Peñalver, director y presidente respectivamente de la AMC “Julián Sánchez Maroto” de la ciudad manchega, conocedores ambos de los logros que los de Puertollano han alcanzado como reconocimiento a la calidad atesorada, de las dificultades superadas fruto del vigor de este proyecto y contemplándola como la banda que continúa haciendo posible que la Banda de Puertollano siga siendo pujante en la región como antaño. De hecho los organizadores indicaban al público en su página web que no desperdiciaran la ocasión de escuchar en directo a la AMC “Banda de Música de Puertollano”.
Los aguagrieros se presentaban con un programa ambicioso, cuidado, virtuoso, atractivo, tan variado en los autores y estilos como homogéneo en el género de la música programática original para banda, con el propósito de ofrecer un concierto como se merece uno de los mejores auditorios de la provincia. El sábado por la tarde, las notas dormidas de Van der Roost, Reineke, Ticheli, Sparke y Wittrock despertaron como un poderoso rugido a la llamada briosa de D. José Manuel García Pozuelo, director titular que trasmite su nervio a una formación con capacidad encomiable de comunicar emociones, cuya sonoridad poderosa, elegante y sólida, inundó la sala de conciertos de Manzanares con los acordes, el contrapunto, las melodías, los ritmos y efectos sonoros de una obras magistralmente construidas.
Un repertorio de altura, como merece el público que asiste a un concierto de banda, que con felicitaciones en persona como “gracias por el inigualable concierto que nos habéis regalado”, de unos; “jamás había asistido a un concierto de banda y no me perderé ninguno más”, de otros; “espectacular”, “enhorabuena” o “con poca ayuda que encontréis podréis llegar tan lejos como queráis” demuestran que no se le debe cercenar su derecho de tener acceso a música culta y de calidad, además de, como intérpretes mostrarles un mínimo respeto, sin presuponer nada acerca de sus gustos y capacidades de asimilación de las distintas estéticas existentes. En otras palabras, no se le puede negar a nadie la posibilidad de probar algo distinto pensando de antemano que no lo va a apreciar. Ni mucho menos, programar utilizando el ardid de un hipotético bajo nivel cultural del público, como parapeto del insuficiente nivel del propio intérprete.
Las ovaciones y aclamaciones prolongadísimas del público congregado en el Gran Teatro, constituyen una reconfortante recompensa, al sacrificio tan enorme de auto financiar la actividad de una banda, con capacidad de sacar adelante 48 conciertos en tres años y que solo en este año ha permitido llevar el nombre de Puertollano a Getafe,, Toledo, Aranda de Duero, Madrid, Manzanares, Brazatortas, Mestanza e Hinojosas de Calatrava.
Y es que, “obras son amores…”, puesto que todos estos hechos componen una muestra palmaria de la manera de gestionar este proyecto ilusionante, establecido sobre la bases de la calidad, la mejora, la auto exigencia y el altruismo, con un firme compromiso con la música de banda a nivel nacional, regional, provincial y local, al ofrecer una programación musical de calidad con el único apoyo de los socios y músicos que lo integran.
«Obras son amores…» sí señor. Enhorabuena por vuestra trabajo.