Durante los meses de julio a octubre, en varias Cáritas parroquiales de nuestra diócesis, se ha desarrollado la Campaña de Temporeros, que este año ha llevado por lema “Juntos por el trabajo digno”. Con esta campaña, Cáritas Diocesana de Ciudad Real, ha vuelto a recordar la obligatoriedad de contratar con alta en la Seguridad Social, el pago de un salario según convenio, procurar un alojamiento digno y evitar la subcontratación ilegal. Cáritas organizó dispositivos de atención a estas personas, a las que ha acogido y dado respuesta a sus necesidades básicas, como alimentación, aseo personal, ropa, calzado o servicio de comedor en Valdepeñas y Tomelloso. De igual manera, escucharon los problemas que planteaban los temporeros: situaciones de abuso, de precariedad de las condiciones de trabajo, de falta de alojamiento, etc. Ante estos problemas, se asesoró e informó para intentar solucionarlos con los recursos existentes.
Este año, por primera vez, Cáritas interparroquial de Tomelloso, junto con los Servicios Sociales de la localidad, ha movilizado a todos los agentes que influyen en la campaña de temporeros. Para esto, se mantuvieron diversas reuniones informativas y de coordinación con la Policía Local, Policía Nacional, Guardia Civil, Concejalías de Seguridad Ciudadana y Bienestar Social, CC.OO., UGT, ASAJA y UPA. En Argamasilla de Alba se envió una carta informativa a las asociaciones de agricultores y se tuvieron reuniones con CC.OO. Este año 2016, desde Cáritas se ha atendido a un total de 972 temporeros, un 5,2% menos que el pasado año (1.025); solo 32 eran españoles. Los otros 940 eran inmigrantes de 12 nacionalidades diferentes, aunque en su mayoría de Rumanía, Marruecos y Bulgaria.
El número de ayudas se sigue manteniendo con respecto al año pasado, con un total de 8.621 ayudas en: 2.287 servicios de comedor en las localidades de Tomelloso y Valdepeñas, 217 ayudas de alimentos, 3.889 de ropa y calzado, 109 ayudas económicas, 1.219 servicios de ducha, 248 ayudas en kit de higiene y aseo, 70 mantas y otras 582 ayudas entre ayudas de transporte, farmacia y enseres de cocina y hogar.
Con estos datos, desde Cáritas Diocesana se constata que «las personas atendidas han sido las que se han encontrado en una situación de mayor vulnerabilidad y, en algunos casos, de mayor precariedad laboral», ya que este año los voluntarios de Cáritas han seguido detectando situaciones en las que los temporeros se encontraban en viviendas con condiciones de habitabilidad deficiente, con situaciones de hacinamiento, o incluso en naves abandonadas sin condiciones ningunas de salubridad, además de salarios por debajo del convenio, sobre todo cuando el temporero que trabaja, lo ha hecho a través de “comisionarios” que se quedan con parte del salario».
En la campaña han participado 180 voluntarios y 22 colaboradores, sin los cuales no hubiera sido posible prestar la ayuda, recuerdan desde esta organización.