Fecir, tras la reunión mantenida con la alcaldesa de Ciudad Real -a petición de esta organización empresarial-, tiene que manifestar su disconformidad con el IBI (Impuesto de Bienes Inmuebles) que pretende poner en marcha dicho Consistorio a partir de 2017, por el grave perjuicio económico que supone tanto para el sector empresarial como para el resto de ciudadanos.
Esta organización empresarial va a luchar, junto con el resto de sus asociaciones integradas, para que este impuesto no sea una realidad y así tiene previsto presentar una serie de alegaciones, con el objetivo que no vuelva a repercutir en los empresarios y la ciudadanía este gravamen, que ya, durante los últimos cinco años, ha registrado un incremento de un 5 por ciento cada año.
Las cifras que se dieron a conocer en la reunión mantenida con el equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Ciudad Real son parciales y escasas, al ocultar el verdadero incremento en la recaudación real que va a tener el Consistorio y que en ningún momento fue manifestado, además de significar la posible «fuga» de empresas y que no se asienten nuevas empresas en la capital. Hay que recordar que el tipo de cotización del IBI en Ciudad Real es del 0,92 por ciento, mientras que la media en el resto de municipios de la provincia es del 0,62 por ciento, o sea, un 30 % más barato para todos los ciudadanos que viven en ellos.
La subida que pretende el Ayuntamiento de Ciudad Real va a suponer a cada ciudadano un incremento medio de 3 % sobre el año 2016, que acumulado a los últimos 5 años va a sumar un incremento de más del 30 %, o sea pasar un recibo medio de 250 euros a 325 euros por cada una casa media de 90 m2 en Ciudad Real, por lo que no es sólo para las grandes empresas, (a las que también se les quiere incrementar un tipo impositivo mayor que al resto de ciudadanos del 0.92, provocando que muchas de ellas sufra un importante subida que podría ocasional la pérdida también de puestos de trabajo), sino también a pymes, autónomos y ciudadanos en general.
En la nota enviada por el Ayuntamiento dice que la alcaldesa trasladó a los representantes empresariales que la modificación del IBI afectaría a 30.480 establecimientos comerciales de la capital, de los cuales 30.415 verán disminuir el tipo del IBI en dos puntos, pasando del 0,92 actual al 0,90 del año 2017, por lo cual pagarían un 2,2% menos que si no se hubiera reformado el tipo del impuesto, cuando la realidad, como se ha dicho anteriormente, la subida del recibo afectará a todos los ciudadrealeños sin excepción.
Tampoco queda claro quién va a ser el beneficiario de estos incrementos presupuestarios, por lo que FECIR insta a los ciudadanos, comercio, industrias y todos los sectores afectados a mostrar su disconformidad con esta media arbitraria e injustificada, para lo cual esta Federación Empresarial de Ciudad Real pone sus servicios a disposición de aquellos que quieran reclamar.
Cada vez que proponen subir los impuestos a las empresas éstas vienen con el cuento de que repercutirá en el empleo. Cuando el empleo de este país es de los más precarios de Europa y eso sí que repercute directamente en el consumo, a ver si de esto se enteran los empresarios. Las empresas pagan pocos impuestos y los ciudadanos ya no pueden pagar más. La solución no es que haya menos impuestos y seguir desmantelado el sector público, sino que paguen más los que más tienen.