“Husserl y la filosofía del siglo XX. La trayectoria intelectual de Husserl” ha sido el título de la jornada y posterior coloquio celebrado esta mañana en la Facultad de Educación de Ciudad Real, organizada por el sindicato CSIF, el Grupo de Filosofía Fernán Caballero, la UCLM y la propia Facultad en donde se ha celebrado y que ha reunido a una decena de filósofos, en la que ha sido la primera de una serie de charlas sobre filosofía que CSIF quiere celebrar “para elevar el nivel de la discusión filosófica en Castilla-La Mancha”.
La jornada, dedicada “al filósofo más influyente y leído del siglo XXI” ha sido inaugurada por el presidente del Sector de Educación de CSIF en Ciudad Real, Fernando Callejas, profesor de la facultad de Derecho y Ciencias Sociales de Ciudad Real y después, el catedrático de Filosofía de la Universidad de Málaga, Juan Agustín García González, ha intervenido para desarrollar el tema de “La trayectoria intelectual de Husserl, de la inmaterialidad de la inteligencia a su carácter incorporado”,, al que ha seguido un coloquio previo a la clausura.
Husser nació en 1859 Prossnitz, Moravia, (hoy República Checa) y estudio ciencias, filosofía y matemáticas en las universidades de Leipzig, Berlín y Viena, donde fue discípulo de matemáticos como Kronecker y Weirstrass. Mostró gran interés por la base psicológica de las matemáticas y poco después de ser nombrado profesor en la Universidad de Halle, escribió su primer libro, Filosofía de la aritmética (1891).
La labor del filósofo
Su obra enlaza de modo directo y explícito con la tradición racionalista, en especial con la de Immanuel Kant y René Descartes y consideró que la labor del filósofo es la superación de las actitudes naturalista y psicologista mediante la contemplación de las esencias de las cosas.
La fenomenología, el movimiento filosófico creado por Edmund Husserl (1859-1938), es casi tanto como hablar de la filosofía del siglo XX, y su influencia ha ido extendiéndose y ramificándose con el transcurso de los años. Es una filosofía viva, y entender a Husserl es necesario para entender nuestro siglo, al menos filosóficamente hablando.
