El presidente de Castilla- La Mancha, Emiliano García-Page, ha reiterado este viernes el apoyo de su Ejecutivo a la Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE) en la lucha activa que esta entidad mantiene contra el juego ilegal, una problemática “que no es regional” y para cuya resolución “sobran recursos” en este país.
A pesar de ello, “me vais a tener a vuestro lado”, ha asegurado García-Page, “pues nuestro Gobierno no mantiene relaciones formales ni informales con cualquier organización ilegal en el juego, aunque yo no lo juzgo todo en la ilegalidad”. Así, ha valorado que en Castilla-La Mancha “se admite que la gente que viene de otros países de manera ilegal sean atendidos en los hospitales públicos de la región”, a pesar de “venir sin papeles”. “Se trata de dignidad”, ha recalcado.
García-Page lo ha aseverado así durante la inauguración, en Toledo, del IX Congreso ordinario de la Unión de Trabajadores de la ONCE de UGT (UTO-UGT), un acto en el que ha estado acompañado por la consejera de Bienestar Social, Aurelia Sánchez, y en el también han intervenido el secretario general de UTO-UGT, Diego Sayago, la secretaria general adjunta de Organización y Gestión de Unidad Progresista de la ONCE, Patricia Sanz, el presidente del CERMI, Luis Cayo, y la concejala de Empleo del Ayuntamiento toledano, Inés Sandoval.
Así, más de 800 personas entre delegados sindicales y afiliados de la Unión de Trabajadores de la ONCE (UTO-UGT) se reunirán este fin de semana en Toledo para fijar la estrategia y las políticas sindicales que tratarán de impulsar en la Organización durante los próximos cuatro años.
Para el presidente castellano-manchego, la verdadera integración que fomenta la ONCE es permitir a sus usuarios “vivir dignamente” vendiendo el cupón, una forma de ganarse la vida “que además redunda en el beneficio de otros”. Por ello, ha querido reconocer el trabajo de esta entidad “porque hay pocos países en el mundo, incluso aquellos que se consideran avanzados en Europa, que cuenten con una organización similar a esta. Quien inventó la ONCE tenía mucha vista y luz larga para mirar y saber qué debe tener una sociedad si quiere considerarse avanzada”, ha recalcado.
Toledo, una ciudad accesible tras dos mil años de historia
Por otro lado, García-Page ha llamado la atención sobre el hecho “simbólico” de que “las dos organizaciones que más han luchado y peleado contra las barreras, UGT contra las barreras laborales, y ONCE contra las barreras de la discapacidad”, vengan a reunirse a una ciudad amurallada como Toledo, construida así para que nadie pueda entrar en ella.
No obstante, la capital castellano-manchega que cuenta con un buen número de barreras naturales y arquitectónicas, “se ha convertido en accesible tras dos mil años de historia”, y puede presumir de recibir tres millones de turistas al año. Así, turistas y vecinos pueden acceder al casco histórico “incluso teniendo discapacidad” gracias a las escaleras mecánicas y los ascensores con los que cuenta la ciudad, un buen ejemplo de que “nada es imposible”.
En último lugar, García-Page ha hecho un llamamiento a toda la sociedad para contribuir a cambiar la significación de una de las expresiones más utilizadas del refranero español, ojos que no ven, corazón que no sienten, “pues prefiero a la gente de la ONCE que siente mucho aunque no sea capaz de ver”, ha apostillado.