Daimiel Noticias.- La Asociación Cultural Venta de Borondo y Patrimonio Manchego (AC Venta de Borondo) es ya una realidad. Durante la noche del viernes tuvo lugar su presentación en sociedad ante la atenta mirada de unas 70 personas que acudían al salón de actos de la Casa de Cultura, entre ellas el alcalde de Daimiel, Leopoldo Sierra, y varios miembros de la Corporación Municipal.
La AC Venta de Borondo es “un colectivo heterogéneo de personas y sin ánimo de lucro que lucha por evitar el desplome de la torre de la venta daimieleña, y por preservar el patrimonio arquitectónico, cultural y natural manchego”, según explicó el presidente del nuevo colectivo, el ingeniero en edificación, David Cejudo. Objetivos primordiales y a largo plazo que se compaginan con otros más inmediatos como “la limpieza del edificio, que ya han acometido en días anteriores, garantizar un acceso a través de un camino más accesible y el vallado perimetral de la venta para evitar que éste sea dañado”, detallaba el presidente.
Cejudo fue el encargado de realizar un repaso en imágenes sobre la evolución de este edificio desde que se tuviera constancia de él en el siglo XVI y hasta la actualidad, pasando por 2007, año en el que la venta fue nombrada Bien de Interés Cultural en la categoría de monumento, “pese a su estado de ruina y abandono”, según expuso.
Tras este recorrido por los hitos de la venta y de las razones que han motivado a este grupo de personas a formar esta asociación llegaba el turno de los ponentes de la noche: los Doctores Arquitectos Diego Peris (Presidente de la Fundación Fisac) y Teodoro Sánchez-Migallón Jiménez (Presidente del Colegio de Arquitectos de Ciudad Real). Bajo el título: “Las Ventas en la provincia de Ciudad Real”, ambos explicaron la importancia y singularidad de este tipo de construcciones que nacieron básicamente como “los grandes hoteles de la época” para que los viajeros del momento descansaran.
Peris hizo hincapié en la importancia de Ciudad Real como una zona importante de cruce de caminos tanto desde la Corte de Madrid hasta Sevilla, Córdoba o Granada, como el paso que suponía también hacia el este peninsular. Por último, el conferenciante también aseguró que “este tipo de actividades y asociaciones son necesarias a la hora de sensibilizar a la población y a las instituciones pertinentes de que este tipo de estructuras y arquitecturas son importantes por lo que significaron y por lo que siguen significando”.
Por su parte, Sánchez-Migallón puso el punto de mira en la singularidad de la propia Venta de Borondo, de la que también existen dudas sobre si fue también casa de labor. Asimismo, describió algunos de sus habitáculos, “ya que la venta es un edificio prototípico de arquitectura manchega con matices clasicistas”, subrayó el ponente. Por último, destacó algunos de los elementos más singulares de la venta como su torreón palomar, su patio central, el pozo o sus siete cocinas.
En última instancia, su presidente también animó a los daimieleños a que formen parte de este colectivo que está abierto a todo el mundo que quiera trabajar y aportar ideas bajo el denominador común de: Evitar el desplome del torreón y realizar actividades de difusión del patrimonio cultural manchego. Así se desarrolló este primer acto en sociedad de la asociación, que se completó con una jornada de puertas abiertas en la venta durante la mañana del sábado.