Manuel Cabezas Velasco.- En la tarde noche del domingo 25 de septiembre, la Asociación de Recreación Histórica Batalla de Alarcos homenajeaba al primogénito del rey fundador de nuestra actual ciudad, Alfonso X el Sabio, el cual era conocido como Infante de la Cerda.
En este acto luctuoso se representaba mediante un cortejo fúnebre el funeral de don Fernando de la Cerda, que falleciese en nuestra Villa Real, allá por el año de Nuestro Señor Jesucristo de mil doscientos setenta y cinco. Dicho funeral vendría coronado por un panegírico que correría a cargo del historiador local Antonio José Martín, en el que representaba el dolor de un padre (Alfonso X) ante la pérdida irreparable de su hijo primogénito.
Este acto había servido de colofón a varios días (del 22 al 25 de septiembre) en el que en nuestra Ciudad Real se instalaba un año más el mercado medieval – alfonsí – que en este año homenajeaba al citado Infante, mostrándose toda suerte de puestos, recreación de espectáculos medievales e incluso recepción por parte del monarca fundador de la villa a las autoridades locales en la que se llevaría a cabo un paseo por las tiendas y calles donde se desarrollaría el citado mercado.
Una vez conocida la actividad mercantil desarrollada en estos últimos días, muchas voces previamente habían planteado el por qué se homenajeaba a un personaje como don Fernando de la Cerda y qué relación tenía con nuestra ciudad, nada más lejos de la realidad por supuesto, y aquí nos vamos a detener en conocer algunos aspectos de este personaje y su relación con nuestra ciudad.
Alojado estuvo el infante don Fernando en el otrora Alcázar que doscientos años después los Reyes Católicos donarían al leal don Fernando Cervera, y por ello existe una calle homónima en las proximidades del mismo que homenajea al primogénito del fundador de la villa.
Referencia de la existencia de don Fernando en nuestra localidad parece que la encontramos de forma más reciente en el descubrimiento con motivo del proceso de restauración del monumento de la Puerta de Toledo, de una serie de efigies en las que no sólo parece atisbarse el rostro del monarca fundador, sino que en las “caras pétreas talladas en los frontales norte y sur de la clave que cierra la bóveda radiada del recinto mayor”, según la hipótesis del investigador Jorge Sánchez Lillo [1], “puede que sean los rostros de los Infantes Fernando de “la Cerda” y Sancho IV “El Bravo”, hijos de Alfonso X “el Sabio””.
Estas efigies sirven para la datación de la construcción de la Puerta de Toledo, mas nuestro objeto de estudio en sí son las vicisitudes que sirvieron de nexo de unión entre el primogénito del Rey Sabio y nuestra población.
De este modo, las efigies – tal y como señala la hipótesis de Sánchez Lillo -, mostrarían entre otras los rasgos faciales del infante don Fernando de la Cerda, pues aparece con una cofia de similares características a la que se muestra en uno de los sepulcros donde fue enterrado, el Monasterio de Las Huelgas en Burgos.
Resultan curiosos ciertos datos de la biografía de este personaje, pues sus años de nacimiento y defunción coinciden de alguna manera con nuestra localidad. Por un lado, a pesar de que Fernando de la Cerda naciera un 23 de octubre en Valladolid, su año fue 1255, sin duda alguna curiosa coincidencia pues su padre meses atrás había hecho surgir sobre los cimientos de la aldea de Pozuelo Seco de Don Gil la otrora Villa Real, nuestra actual Ciudad Real. Y en cuanto a su muerte, aún mayor es el vínculo, pues la residencia que ordenó levantar como Alcázar su progenitor don Alfonso, iría a constituir su “lecho de muerte” aunque sus restos fueran trasladados al citado monasterio.
En el Alcázar sería dónde “el infante sintió aquí los primeros síntomas de la enfermedad cruel, que a los pocos días había de concluir con su vida, muriendo el 25 de Julio de 1275 (fecha que es corregida y retrasada hasta el mes de Agosto)” [2], cuando se disponía a encabezar el ejército que debía combatir a los benimerines en el sur peninsular.
Este luctuoso acontecimiento quedaba así reflejado en su Crónica por el Rey Sabio:
“Et estando el infante don Fernando en aquella villa, adolesció de gran dolencia. Et veyéndose quexado de la muerte, fabló con dos Juan Núnnez e rogól mucho afincadamente que ayudase e fiziese en manera que don Alfonso, fijo deste infante don Fernando, heredase los regnos después de los días del rey don Alfonso su padre […] Et luego este infante finó en el mes de agosto”. [3]
A pesar de corta edad – pues no alcanzó las dos décadas de vida -, el que fuera hijo primogénito del Rey Alfonso X el Sabio y de la reina Violante de Aragón, había sido proclamado y juramentado como heredero al trono en las Cortes de Vitoria de 1256, lo que planteaba un dilema sucesorio al respecto.
En aquellos tiempos, a ello habría de unirse el compromiso matrimonial que fue concertado con la hija de Luis IX de Francia, la infanta doña Blanca, cuyas capitulaciones serían firmadas en París en el año de Nuestro Señor de 1266, concretamente el 28 de septiembre.
No obstante, el enlace en sí no se llevaría a cabo hasta el 30 de noviembre de 1269, cuando don Fernando tenía la edad de 14 años, siendo doña Blanca tres años mayor que él.
Este enlace sucedería en la ciudad de Burgos, y tras los esponsales el propio rey armaría caballero a su infante, haciendo este lo mismo con sus hermanos Juan y Pedro de Castilla, y siendo la excepción su hermano Sancho que se negó a ser armado por su hermano.
Tras la boda, el infante don Fernando peregrinará a Santiago de Compostela, haciéndose cargo al mismo tiempo de los asuntos concernientes al reino de León.
Iniciándose la década de 1270, cuando el monarca Alfonso X se encontraba en el Reino de Murcia, al infante le serían transferidos todos los asuntos, hallándose por aquel entonces en la ciudad de Valladolid.
En 1272, concretamente el 15 de julio, sería nombrado Adelantado Mayor de Murcia, aunque dichas funciones correrían a cargo del repostero mayor del Rey, Enrique Pérez Arana. Ese mismo verano se encontraría en la ciudad de Sevilla al mando de importantes fuerzas de caballería que estarían dispuestas para la lucha en el Reino de Granada. Dada su juventud estaría asesorado por el hijo ilegítimo de su padre, Alfonso Fernández “el Niño”, y por Jofre de Loaysa.
Este mismo año hubo una revuelta nobiliaria contra su padre, en la que intervino mediando en las negociaciones entre su progenitor y los sublevados. Estaba acompañado por entonces por su madre doña Violante de Aragón, y su tío y hombre de confianza del rey el infante don Manuel de Castilla, padre de Don Juan Manuel.
Un año después participaría en el “ayuntamiento” de Almagro, ya que “D. Alfonso, el Sabio, celebró Cortes en Almagro el año 1273, con el único objeto de acallar las quejas que los ricos hombres tenían de él, tanto por el servicio que sacaba en cada un año, como por el diezmo que cobraba de las mercaderías que entraban en el reino. Los capítulos otorgados para remediar estos males constan de la siguiente escritura de privilegio, que nos ha conservado Salazar y Castro. <D. Alfonso, Rey de Castilla, de León… Otorgamos que nos rogaron la Reyna D.ª Yolante, mi muger, e el Infante D. Fernando nuestro hijo primero, e heredero, y el Infante d. Freide, e el Infante D. Manuel, nuestros hermanos, e D. Pelay Pérez, Maestre de la Orden de la Cavallería de Santiago, e D. Joan Gonzálvez, Maestre de la Orden de la Cavallería de Calatrava, e D. Garci Fernández, Maestre de la Orden de la Cavallería del Temple… e D. Simón Roiz de los Cameros[…] , e todos los otros Infanzones, e Cavalleros, e Fijosdalgo, que fueron connusco en Almagro del Campo de Calatrava, e nos pidieron por merced, que de los seis servicios que nos prometieron en las Cortes de Burgos, quando casó el Infante D. Fernando con fija del Rey de Francia, de dar de sus vassallos, que eran tanto como seis monedas, para cumplir fecho de la Frontera […] Onde nos por les facer bien, e merced, otorgamos estas cosas sobre dichas como ellos nos lo rogaron, e dello damos dos cartas plomadas: una, que esté guardada en la Sacristanía de Santa María de Burgos; e la otra en casa de los Frayles Predicadores de la Ciudad de Leon, Fecha la carta en Toledo martes 28 dias andados del mes de Marzo en Era de 1311, en el 21 año que el Rey sobre dicho Regnó.>
<E este ayuntamiento, dice la Crónica, fizo en aquel lugar, lo uno porque el Infante D. Fernando e los que estaban con el en la frontera pudiesen venir allí e non se redrasen mucho de la guerra en que estavan; e otrosi, porque desde los ricos omes que estavan en Granada sopiesen de aquel ayuntamiento podrían enviar allí sus mensajeros que fablasen con el, o que viesen lo que el libraba, o podían antes ser sabidos del otorgamiento que el Rey quería facer a todos los que ayuntaban allí con el; e des que lo sopiesen, que vernían a la avenencia entre él e ellos mas aina>” [4]
Con motivo de las aspiraciones imperiales del Rey Alfonso X, debió ausentarse para viajar por Europa. En 1274, en las Cortes de Burgos, sería el heredero don Fernando nombrado regente del reino o mayoral en su ausencia. En este período el nuevo regente tuvo que afrontar el problema sucesorio que se suscitaría con el fallecimiento de Enrique I de Navarra, ya que su heredera apenas tenía dos años de edad, la infanta Juana, y el reino Jaime I de Aragón, abuelo de don Fernando, también reclamaba estos derechos dinásticos.
Alfonso X traspasaría sus derechos al trono navarro a su primogénito, don Fernando, con objeto de no retrasar su viaje a Europa.
Fernando de la Cerda tenía como objeto sitiar la ciudad de Viana, aunque sus terribles consecuencias supondrían un conflicto con Aragón, por lo que más tarde declinaría tan decisión.
En el comienzo de 1275, el regente residiría en Valladolid, estando presente en abril en las Vistas en las que intervendrían los obispos del reino.
Poco después, en pleno mes de agosto, el infante de la Cerda – apodado así según unos por nacer con un pelo duro en el pecho, y otros, en la espalda –, hallaría la muerte en nuestra entonces Villa Real, dejando a su viuda Blanca de Francia y a sus descendientes los conocidos como infantes de la Cerda, Alfonso y Fernando.
Sin embargo, no todos sus familiares estarían guardando un duelo sincero, pues cuando su hermano Sancho enteróse de la fatal noticia, Hervás y Buendía así los relata:
“El infante D. Sancho, segundo hijo de D. Alfonso, que desde Burgos venía también a la guerra con gran esfuerzo, supo en el camino el fallecimiento de su hermano, y a marchas forzadas se dirigió a esta villa, y ganando a D. Lope Diaz de Haro y demás ricos hombres y caballeros, que aún aquí se encontraban, se hizo proclamar Heredero del Reino, a la vez que enviando a todas las partes refuerzos, atendía a las necesidades de la guerra, demostrando ya, aun cuando sólo contaba 18 años, su gran esfuerzo y la ambición que alimentaba en su pecho” [5]
MANUEL CABEZAS VELASCO
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[1] SÁNCHEZ LILLO, Jorge: Puerta de Toledo. Tres estudios ante el centenario de la declaración de Monumento Histórico Artístico Nacional (1915 – 2015). Instituto de Estudios Manchegos (CSIC). OPTIMA. Ciudad Real, 1994. Pie de foto. Página 44.
[2] HERVÁS Y BUENDÍA, Inocente: DICCIONARIO HISTÓRICO GEOGRÁFICO, BIOGRÁFICO Y BIBLIOGRÁFICO DE LA PROVINCIA DE CIUDAD REAL. Tomo I. imprenta de Ramón Clemente Rubisco. Ciudad Real, 1914. Pág. 303
[3] GONZÁLEZ JIMÉNEZ, Manuel: Alfonso X el Sabio. Editorial Ariel, S. A. Barcelona, 2004, pág. 289.
[4] HERVÁS Y BUENDÍA, Inocente: Op. Cit.. Págs. 116 – 117.
[5] HERVÁS Y BUENDÍA, Inocente: Ibídem Cit.. Págs. 303 – 304.
Después de leérmelo tres veces, sigo sin ver explicación a hacerle un homenaje, no aportó nada ni significó nada para la ciudad.
Y aparte de hacer una crítica destructiva, qué comentario aportas al contenido del artículo? Sólo hablo del mercado en parte al ser actualidad y luego me centro en el personaje. Algo más?
No se, como decías: «, nada más lejos de la realidad por supuesto, y aquí nos vamos a detener en conocer algunos aspectos de este personaje y su relación con nuestra ciudad.»
Se que voy a ser cansino, pero estos nobles de la época, hicieron mucho daño al pueblo llano, más que homenajeados, deberían ser sepultados en el olvido, como para encima hacer interesante a un don nadie…
Y tú que coño sabes si hizo daño o no. Tienes el cerebro lleno de mierdas.
Para mí el hecho de que el infante de la Cerda estuviese aquí a su muerte y con tal importante cometido, lanzar la ofensiva contra los benimerines, subraya la importancia estratégica de Ciudad Real en relación con Andalucía y como bastión realengo consolidado en un territorio predominantemente bajo las órdenes militares dada su situación próxima a la frontera.
Es decir, geo-estratégicamente el Rey tenía en Ciudad Real su base de operaciones en la Reconquista.
Por qué si no, viene el calificativo de Real a la Villa antigua de Alarcos. Que el heredero de Alfonso X, hallara aquí su muerte y no porque estaba de paso (preparaba aquí su ofensiva contra Granada), subraya la importancia de esta Villa en el Reino de Castilla, que no era ni de los musulmanes ni de señorío alguno, sino del mismo Rey.
Jo, no sé cual es tu criterio a la hora de valorar la historia de nuestra ciudad. Actúas por simpatía, ósmosis o por libre albedrío? No acierto a entenderlo. Sólo trato de comentar algunos aspectos que atañen a esta localidad conocida como «Ciudad Real» («Real» viene porque fue fundado por Alfonso X, el padre de la criatura conocida como Fernando de la Cerda, por si alguien no me ha entendido).
Aún no comprendiendo nada de tus comentarios, me alegro que hayan suscitado tu interés.
Buenas tardes
Cuando visité de las Huelgas en Burgos me topé con este sepulcro, que según escuché fue abierto y saqueado por los franceses en la guerra de independencia.
Inmediatamente lo relacione con nuestra ciudad. Alfonso X pudo ser emperador en Europa,y su hijo una especie de Felipe II. No eran mindundis en la época, ni Castilla un arrinconado reino en la Cristiandad.
Castilla hizo a España y España deshizo a Castilla (Ortega y Gasset).
Qué importancia le hubieramos dado al personaje si hubiese sido sucesor de Ricardo Corazón de León. Pues el Rey Alfonso en sabiduría y ambición política le sobrepasaba de largo, y su hijo iba camino de superar al padre.
Enhorabuena al autor del artículo por repasar la Historia de nuestra ciudad que debe mucho en su fundación e importancia en la epoca a estas dos figuras históricas.
Gracias Angel Manuel, pues el objeto en sí de mis artículos es sólo el despertar el interés de los lectores y recordar aquellas figuras que en uno u otro momento de la historia han tenido alguna relación con nuestra ciudad.
Hasta la próxima