En respuesta a la reciente actitud del exsecretario general de Podemos Puertollano

Jesús García de las Bayonas Delgado.- Podemos Puertollano y su exsecretario general, Francisco José Jiménez, han sido noticia en los últimos días a raíz de unas declaraciones hechas por su persona en la red social Facebook, en las que acusaba a los dirigentes de Podemos Castilla-La Mancha de “grupo de palmeros que no sabe escribir ni casi hablar”, a los comparaba nada más y nada menos que con los nazis y, en particular, con el ministro de propaganda de la Alemania nazi Goebbels. Decía, también, que “la democracia es CERO”, y que la decisión se ha hecho “sin potestad y capacidad para tomarla”.

Pero si no son las y los dirigentes y cargos orgánicos electos de una organización política los que están facultados para tomar decisiones, ¿quién es entonces el que está facultado para hacerlo? Desde luego, la persona autora de tales e irresponsables declaraciones no y nunca podría estar facultada para hacerlo individualmente. Sucede, en verdad, que no es cuestión de ponerse a enumerar los actos, las acciones y las omisiones de esta persona que fue la única candidatura que se presentó a las primarias para ser secretario general de la organización en Podemos Puertollano en diciembre de 2014. Pero el hecho es que se encuentra suspendido cautelarmente desde el mes de mayo del presente año a la espera de que la Comisión de Garantías haga un dictamen definitivo del asunto. No es, como decimos, cuestión de enumerarlo porque afecta a cuestiones internas de la organización y a la evidente privacidad de las personas implicadas en el proceso, además de a la evidente presunción de inocencia de los afectados.

Ahora bien, Francisco José Jiménez se ha saltado a la torera la más mínima disciplina interna, criticando en principio gratuitamente la decisión soberana de la dirección de Podemos CLM de dar por muerto el acuerdo de investidura con el PSOE que invistió y facilitó el actual gobierno regional de Page. Pero, además de eso, ha realizado calificaciones muy duras y podría ser que fueran constitutivas de delito, porque comparar a no sé qué cargo de Podemos (y de cualquier partido o a cualquier persona, insistimos) con los nazis y el nazismo podría ser punible y sancionable de acuerdo a la legislación penal vigente. Son palabras y declaraciones de una inmensa gravedad, que revierten en agresiones verbales criminalizantes, injuriantes y calumniadoras sin fundamento alguno.

Por otra parte, no creemos en absoluto que las personas que fueron elegidas democráticamente por todos y todas no sepan escribir. Pero Francisco ha llevado a cabo por la ira y desesperación más descarnada algo que está mal. Él, podría ser que no supiera lo que escribía y que eso que escribía podía ser una infracción o ilícito penal. Pero el (o presunto) desconocimiento de la ley no exime de su cumplimiento y de las consecuencias de acuerdo con ella si no se cumple y se es conforme a ella en una determinada acción.

A esta persona se le apartó cautelarmente en su momento y el procedimiento tiene un recorrido y un curso hasta que sea resuelto de forma definitiva, quizás algo lento. Pero implica que ha debido pasar algo ciertamente grave que exija una revocabilidad cautelar del mencionado cargo orgánico, de manera que sea revocado de su cargo orgánico y electo. Sí, porque este señor fue un cargo electo de Podemos al igual que aquellos a los que critica tan furibunda y execrablemente. Eso sí, con una diferencia tan importante y fundamental como que estos últimos cargos regionales lo eran a un nivel superior al suyo.

Tampoco fue apartado de su cargo con nocturnidad, aunque sí con las garantías debidas y con respeto a la verdad. Pero como decimos fue y es una cuestión interna y se dirimió de puertas adentro en la medida de las posibilidades; aunque el hecho de que fuera destituido y no fuera a partir de entonces secretario de organización en nuestra ciudad sí tenía que ser conocido públicamente. No es porque haya algo que ocultar en todo este asunto, es porque es un derecho fundamental, a veces, que determinadas cosas no sean hechas públicas para respetar derechos y voluntades.

Pero a Francisco no le bastaba con haber sido cesado con garantías y por sólidos motivos que todavía están dirimiéndose internamente en la mencionada Comisión de Garantías. Sino que tenía que saltarse las más mínimas reglas de la decencia personal y la moral, y hacer unas declaraciones absolutamente malas e intentar, si no quedarse por encima, sí hacer todo el daño que podía al partido y a las personas que componemos Podemos, algunas de las cuales nos representan democráticamente porque así lo decidieron las bases y personas inscritas en él.

Que Podemos, y en consecuencia también Podemos Puertollano, atraviesan una crisis sí, es verdad. Es algo que parece evidente casi para cualquiera. Que una organización nueva y novedosa como Podemos (y diríamos que cualquier otra distinrta) no puede evitar del todo que se le acerquen e incluso resulten elegidas personas indeseables y dañinas, también. Que entre esas personas las habrá deseosas de cargos y otras, en cambio, deseosas de la transformación de nuestra sociedad para mejor, también. Quizás no haya más que ver cómo la corrupción política afecta a los principales partidos del denominado bipartidismo. Pero una cosa es segura: de las crisis tanto externas como internas se puede salir reforzado o no hacerlo de ninguna de las maneras. Pero en y desde Podemos vamos a poner todo nuestro empeño y nuestros esfuerzos no sólo en salir de la crisis que nos afecta, sino también de las crisis que puedan venir y afectarnos en un futuro.

Una cosa, por último, es también segura: si Francisco tiene un mínimo de conciencia no podrá aguantar ni un sólo segundo la mirada cuando se mire en los rostros de los que fueron sus compañeras y compañeros. Podrá pedirnos perdón, lo que creemos que no es muy probable que termine sucediendo; pero de volver, que no quede ninguna duda (ni a él ni a nadie) de que examinaremos con lupa sus acciones y omisiones.