Luis Mario Sobrino Simal.- «Serán escritas tus hazañas y recordadas a través del tiempo. Dejaste una huella en esta tierra, la Ciudad Real, aquella que yo fundé. Qué casualidad que aquí fuiste a morir». Con estas palabras se despidió anoche el Rey Alfonso X El Sabio de su hijo, el infante de Castilla don Fernando de la Cerda, quien falleciera de forma repentina en Villa Real en 1275 cuando se disponía a partir hacia el sur a combatir a las huestes benimerines. El cortejo fúnebre, organizado por la Asociación de Recreación Histórica Batalla de Alarcos, transitaba este domingo, como broche final al mercadillo medieval alfonsí, por las calles del centro de la capital.
El mercadillo más flojo y gris que recuerdo, aparte de los pocos puestos y su bajada de calidad (apenas hay ya artesanía y autenticidad) se veía el hastío en la gente y el poco movimiento de compras.
Otro fracaso para Pili Zamora y su panda.
La Crónica de Alfonso X el Sabio relata así la muerte del Infante, que aún no había alcanzado la edad de veinte años:
«Et estando el infante don Ferrando en aquella villa, adolesció de gran dolencia. Et veyéndose quexado de la muerte, fabló con don Juan Núnnez e rogól mucho afincadamente que ayudase e fiziese en manera que don Alfonso, fijo deste infante don Fernando, heredase los regnos después de los días del rey don Alfonso su padre […] Et luego este infante don Fernando finó en el mes de agosto».
pero bueno no había otro PAYASO que poner disfrazado de Alfonso X,
el ABENZA, otro echufado del grupo socialista sin CV.
Por cierto aprovecho a decirte que a ver si el Abenza padre baja con mejores formas a la junta de vecinos, que ordinario !
Menos mal que no tiene curriculum el Alfonso X… Eres gilipollas, y lo sabes!!!
Muy bien representado ….Felicidades a los participantes …es bonito recordar la historia.
Mercado flojo, y las representaciones de carnaval. ¡Vaya tomadura de pelo!