Doris Marrero: «Cuanto mejor se siente un niño, mejor es su comportamiento»

Eusebio Gª del Castillo Jerez.- Trabajadora social, coach familiar, educadora y fundadora de Familias Positivas, Doris Marrero impartirá un taller sobre disciplina positiva el próximo sábado 8 de octubre en Caracolín. Como aperitivo, responde a algunas de las cuestiones más comunes que preocupan a los padres que tratan de educar a sus hijos desde el respeto.

familias-positivas-4Pregunta.- ¿En qué consiste la disciplina positiva?
Respuesta.- Es percibir la educación de los hijos desde una visión menos impositiva hacia los niños y más desde el respeto. No solemos considerar a los niños personas hasta que crecen. Abordar las interacciones en el día a día con los hijos desde la comprensión y el respeto, aunque te mantengas firme en un no, es disciplina positiva.

P.- ¿Cómo encaja la firmeza en una crianza respetuosa?
R.- La firmeza tiene aspectos positivos (transmiten seguridad, orden) que combinados con lo mejor de la amabilidad (cercanía emocional, conexión) resultan lo más efectivo a la hora de educar  a un niño. Entendiendo como efectivo que el niño vaya integrando poco a poco las habilidades y competencias sociales que le quieres transmitir sin machacarle la autoestima, no que haga las cosas de forma inmediata. No es lo mismo decir “lo haces porque te lo digo yo” a “es necesario que lo hagas pero ¿cuando preferirías hacerlo?  (y cerrar la fecha, hora, día o lo que sea) .

familias-positivas-3P.- Explícanos en qué consiste el sentido de pertenencia y cuánta es su importancia.
R.- Yo no me había dado cuenta hasta que descubrí la disciplina positiva, pero ignorar a los niños en el día a día es muy habitual. Yo lo hacía. Llevamos a los niños a la compra, a un restaurante, a una terraza pero con la intención de que no molesten y nos dejen hacer lo que hemos ido a hacer. No solemos hablarles, sino les pedimos que nos dejen hablar a los adultos y si podemos les damos algo para que se entretengan y no molesten.

¿Tú como te sentirías si te hicieran lo mismo a ti? Te dejan ir,pero no te dejan hablar, eligen tu menú…

Todas las personas nos sentimos valoradas cuando se nos tiene en cuenta, se nos incluye.

Y este sentimiento de pertenencia o no  está directamente relacionado con el mal comportamiento. Cuanto mejor se siente un niño, mejor es su comportamiento.

P.-¿Cómo se puede conseguir que los hijos colaboren en casa?
R.- A todos nos nace colaborar más cuando nos sentimos valorados, respetados y  tratados bien y los niños funcionan igual. Pero debemos ser conscientes de dos cosas: nuestras necesidades no suelen coincidir con las de ellos (de ahí la poca importancia que suelen darle a recoger el dormitorio) y debemos dejar que asuman las consecuencias de su desorden por ejemplo.

Los niños reciben muchas órdenes desde que se levantan hasta que se acuestan. Así que cuando les pedimos que recojan a las siete de la tarde,no quieren hacerlo. Se puede aprender a hablarles de otra manera, utilizar las tablas de rutinas, dar opciones…estas técnicas aumentan las probabilidades de que lo hagan.

familias-positivas-5P.- ¿Cómo se debe actuar ante una rabieta en la que el niño o niña no atiende a razones?
R.- Si la rabieta ya ha comenzado hay que permitir que el niño se  desahogue. No hay que intentar que el niño entre en razón. La parte del cerebro más racional, por decirlo de alguna manera se encuentra desactivada cuando las emociones están desbordadas.  Mientras, podemos acompañar, abrazarle si quiere o simplemente sentarnos a su altura, tranquilos y decirle: “Sé que estás muy enfadado porque querías seguir jugando”. Escuchar de  otra persona que sabe por qué estás enfadado (sin justificarse y sin querer convencerte de otra cosa) es un bálsamo. Dejar solo al niño adrede, ignorarlo,  no ayuda a que se  sienta mejor. En su interior lo interpreta como un abandono emocional generando desconfianza y desestabilizando la construcción del vínculo seguro.

P.- Y cuando los padres han perdido los papeles y han recurrido a los gritos ¿Entonces qué?
R.- Pues a pedir perdón. ¿qué mejor enseñanza podemos dar a nuestros hijos? Es cierto que deberíamos poder parar antes y no hacerlo, y esto es entrenamiento puro y duro. Si estás a punto de estallar, aléjate de los niños para no pagar con ellos tu descontrol. Porque es lo que nos gustaría que ellos hicieran si se enfadan mucho con otro niño, ¿no?

Pero hasta entonces, pide perdón de corazón.

La mayoría de las veces gritamos porque estamos cansados pero hay otras ocasiones que lo hacemos  porque pensamos que tenemos que salirnos con la nuestra porque si no, los niños se malcrían al salirse con la suya. Esto último es la parte que más trabajo en los talleres. Romper con este mito. No hay que ganar a nadie. No podemos someter a nuestros hijos por el supuesto bien de educarles. Hay que hacerles ver, para llegar a convencerles por las buenas, de qué es lo mejor para ellos, pero no imponérselo porque así no aprenden, solo nos temerán.

familias-positivas-2P.- Hay quien piensa que los halagos son negativos porque los niños acaban actuando o comportándose según la forma para conseguirlos, afectando a largo plazo a su autonomía y autoestima ¿qué opinas de esto?
R.- Pues opino igual. A nadie le amarga un dulce y claro que podemos decirle a nuestro hijo que estamos orgullosos de sus notas, pero ¿qué reforzaría más su confianza? ¿esa frase o decirle “yo estoy contenta pero ¿tú lo estás? ¿estás satisfecho con las notas que has conseguido?” Lo realmente importante es lo que piense tu hijo de él. Hay un ejercicio que no falla en los talleres, después de escuchar una lista de halagos, todos los padres prefieren escuchar frases alentadoras. Les hace sentir mejor con ellos mismos.

P.- ¿El miedo es lo único que impulsa a los niños a mentir?
R.- El miedo, no querer fallarnos, facilitarse la vida…Igual que nosotros. Si un niño miente, averiguar por qué y darle respuesta a eso es mucho más eficiente que castigarle porque lo haya hecho. Esto último solo consigue que la próxima vez que mienta intentará hacerlo mejor.  Vamos que no le pillemos.

P.- ¿Cómo debe ser la relación de los padres, el hijo y los deberes?
R.- Los deberes son de los hijos, como su ropa del equipo de fútbol, su mochila…y cuanto antes ellos lo perciban así, antes se harán cargo de ellos.

Nuestra obligación es facilitarles el material que necesitan, un espacio adecuado, un clímax en casa también adecuado (en horario de deberes nada de fiestas) y hablar mucho  con ellos de sus preocupaciones. Observarles y detectar en qué cosas podemos ayudarle: es un desastre con el horario pues enséñale cómo puede gestionar mejor el tiempo, se levanta diez veces de la mesa porque se le olvidan cosas, enséñale a hacer una checklist pero siempre capacitando al niño no haciendo las cosas por él.

Y sobretodo lo más importante, confianza plena de que sabrá hacer lo más le convenga. Si tu lo crees de corazón, se lo transmitirás con tu actitud y él se lo creerá.

P.- ¿Premio, castigo o ni lo uno ni lo otro?
R.- Mejor siempre el enfoque en soluciones y fomentar la percepción de los errores como oportunidades de aprendizaje. Frente a los premios, potenciar la satisfacción personal de superación. Esto alimenta la autoestima, los premios no.

familias-positivas-1P.- ¿Cómo se enseña a un niño a compartir?
R.- Explicándole los beneficios del compartir y dando buen ejemplo en casa. Yo comparto mi bocadillo contigo, yo comparto la manta contigo…pero sin obligar. Debe descubrir el placer (y las ventajas ) de compartir por sí mismo, porque la persona que comparte obligada no es generosa. Y ser pacientes.

Algo también en lo que incido para aprender a compartir es en la importancia de respetar lo ajeno y por lo tanto lo mío. El niño tiene derecho a no prestarme su coche y yo debo aceptarlo aunque no me guste y yo tengo derecho a no prestar mi camión. Cuando somos libre para una cosa nos nace antes y de corazón lo otro.

P.- ¿El creciente interés o preocupación por la educación de nuestros hijos se debe a una moda o a la crisis de valores que afecta a la sociedad?
R.- Yo creo que por una mayor conciencia de lo que tenemos entre manos. Ahora somos más conscientes de que hay formas de hacer las cosas que perjudican a la larga a la autoestima de nuestro hijo y por otro lado al ser padres con más años que antes, con mayor madurez ,te planteas si existen otras vías de educar pero sin tanta confrontación. Necesitamos irnos a la cama con menos culpa y mejorar nuestro ambiente en casa. Y todo esto lo consigue la disciplina positiva.

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