El servicio de la noche de este miércoles 15 de septiembre resultó un tanto extraño para la Policía Local. Además de atender el caso de un gato que “se hizo dueño” de la cocina de una vivienda en la calle Caballeros, los agentes tuvieron que contender con un conductor bebido que se encaramó al capó de su coche, una vez que fue inmovilizado a las 23:35 horas en la calle Santa Teresa, para evitar que fuera retirado.