En el basurero, en el vertedero y en el Punto Limpio, realizamos un raro ritual sobrevenido: el ritual y el ofertorio de la caducidad de la vida.
Un ritual de cientos de miles de toneladas vertidas en un año. En una barahúnda de papeles, vidrios, plásticos y otros sobrantes.
Incluso arrojamos alimentos en perfecto estado, en una cantidad de 20 millones de kilogramos al día en España.
Cantidad que según Martín Caparrós, daría para alimentar a 40 millones de bocas. Daría para alimentar a otra España entera.
Pero también en el basurero, en el vertedero y en Punto Limpio, nos vemos reflejados en un espejo invisible.
Ese espejo, que es semejante al de Dorian Grey, relata la caducidad de los objetos y de los utensilios que nos acompañan. Relata su vida frágil.
Mientras que nos quieren hacer ver, la durabilidad propia y prolongada.
Cuando bien cierto es que el envejecimiento es común a todos. Como callan y silencian los espejos.
Aunque ahora, con la lógica medio ambiental, tratemos de ver la nueva vida de los deshechos, en esa vida eterna del llamado reciclaje, como otra forma de resurrección laica.
La otra dimensión de las cosas importantes, es su similitud con la basura.
Por ello, durante un tiempo se ha hablado, difundido y promocionado la ‘Junk culture’ o ‘Cultura basura’.
Ese concepto, en Francia fue llamado por Jean Brun como ‘Poubellisme’, en referencia al cubo de la basura, que en francés atiende por ‘poubelle’.
Incluso hablaba el francés citado, del ‘Narcisismo del deshecho’.
Como si hubiera una religión laica y salobre, sobre el desperdicio que complaciera a las sociedades posindustriales y postecnológicas.
Y nos miráramos en el espejo, como Narciso en las aguas
Cuando los Narcisos que husmean y hurgan en los contenedores, llevan tatuado sobre su rostro la indigencia, que ellos no ven.
Si la vida es una mierda, todas sus producciones incluso las más elevadas, serían igualmente otra mierda de basurero, dispuesta sobre una ‘poubelle’.
Por eso el artista (¿…?) Alessandro Manzoni, llegó a enlatar en una obra conceptual (¿…?), la llamada ‘Mierda de artista’.
Que algunos museos llegaron a adquirir y a exponer. Y a glorificar.
Incluso años más tarde, Allan Kaprow realizaba instalaciones y performances muy promocionadas, no sé si artísticas, en torno a la basura, los deshechos, los residuos y los escombros.
Y ocurrió, lo sonrojante. Que una noche una limpiadora confundió la ‘obra expuesta’ en la instalación, con un retazo de basura.
Y la arrojó consecuentemente al basurero.
En un inteligente ejercicio de critica artística sobre el universo basura.
Las paradojas de Kaprow es que, jugando con esos elementos y componentes del desperdicio, se preguntaba a la hegeliana: ‘¿Es esto basura?’.
Un universo basura que se prolonga interminable, con la cultura de lo reciclable y con el llamado ‘trashy disegn’.
Recuperando desperdicios viejos y en desuso, para hacer estanterías de virutas, mesas de latas oxidadas y aparadores de papel ahumado.
Buscando la segunda vida de todo, como se busca la segunda oportunidad ante un fracaso parcial.
Incluso se superan las barreras de la gastronomía delincuente, cuando se habla de ‘Comida basura’ o del ‘Junk food’.
El mejor misterio de la basura, es que hace continuo e informe lo que antes de ello, era discontinuo y diferenciado.
Una unidad visible en el excremento, que rara vez delata la disgregación y discontinuidad previa.
José Rivero
Divagario
El síndrome de exceso de información que padecemos hace que veamos basura por todos sitios, incluso que nos consideremos antropológicamente como una especie basura.
El día que empiecen a dar, porque las hay, buenas noticias y pequeños grandes milagros cotidianos, en los medios de comunicación, veremos hermosura donde antes sólo veíamos basura.
Cambiar la forma de mirar las cosas y de escucharlas. Simplemente.
En teoría de comunicación, al exceso de información se le llama ruido, no basura. La basura informativa no nace de la abundancia sino de la escasez de inteligencia y de la falta de sensibilidad. Luego no es un problema de perspectiva y de mirar de otra forma, sino que es un problema de fabricación de subnormalidad y de multiplicación del misterio de cómo lo malo gusta y vende.
Siendo así, también creo que el exceso de noti
Noticias negativas y de antihéroes en los medios de comunicación genera una negatividad muy contaminante que hagamos que nos creamos que todo está mal o podrido, que la vida es un valle de lágrimas.
El ser humano sigue siendo mitómano, necesita héroes y referentes, el ser humano sigue aspirando a la felicidad.
Tal vez te interese conocer una de las grandes epopeyas del siglo XX, del poeta estadounidense Archie Randolph Ammons (A. R. Ammons): «Basura». La he copiado aquí:
http://museoliterario.blogspot.com.es/2016/08/a-r-ammons-basura.html
Gracias Ángel. Lo descargo.
En suma, tanta negatividad enferma, y las dificultades para trascender la realidad informada son enormes, hay que tener un juicio crítico que no es fácil adquirir porque no gusta ir contracorriente.
Positivo? Que el que lo hace, estimula a otros contagiosamente a hacer lo mismo. En el fondo sentimos desazón cuando vamos con la corriente y valoramos positivamente la autenticidad y el mérito del valiente que navega en contra. Nadie está cómodo en el papel de actor, la vida va en serio.
¿Está hablando de juicio crítico quien cree en SuperMan?
Voy a descojonarme: jajjaajjajajajajajjajajajjajajajajajajajajajajajajajajajajjajajajajajajjajajajajajajjajajajajajajajajajajajajajajajjajajajajajajajajajajajjajajajajajjajajajajajajajajajajajajajajjajajajj ajajajajajajajajajjajajajajajajajajajajajajajajajajajjajajajajajajajajajajajajjajajajajajajajajjajajajajajajajajjajajjajajajajajja ajajajajajjajajajajajjajajajajajajajajjajajajajajajajajajajajajaj ajjajajajajajajajajajajajjaajjajajajajajajajajajajajajajaajjajajajajajajajajajajajajajaj jajajajajajajjajajajjajajajajjajajajajjajajajajajajajjajjjajajajajajaj jajajajajjajajajajajajajajajjajajajajajajjajajajajjajajajajajajajajajajajjajaj jajajajajjajajajajajajajajajjajajajajajajajajajajajajjajajajajajajajajajajja jajajajjajajajajajajajajjajajajajajajjajajajajajajjajajajajajajajajajjajajjaj ajjajajajajajajajajjajajajajajajajajajjajajajajajajajajajaja jajaj.
Lo tienes tu, animal.
Jijijiji