Luis Mario Sobrino Simal.- Ayer sobre las ocho en la calle Madrilas, abarrotada de jóvenes bebiendo y ocupando la mayor parte de las aceras. Salgo con mi madre (dependiente) para dar un pequeño paseo. Ella va con garrota y cogida de mi brazo pues tiene problemas de movilidad.
Intento pasar por Hidalgos pero, al ver el «panorama», decido cambiar la ruta e ir hacia los Jardines del Torreón por la acera. No puedo pasar pues está llenas de mesas, sillas con gente sentada (normal) pero la acera completamente llena de gente sin un hueco libre para pasar.
Me dirijo a unos agentes de Policía Local con sus motos y les digo: «Tendría que ir por la acera pero ya ven ustedes como está de gente… tendré que ir rozando los coches y con cuidado para que no me atropellen…». Así lo hago. Llego al paso de cebra, cruzo con dificultad, pues los coches apenas respetan… y doy el paseo.
A la vuelta decido hacerlo por otro sitio de la Avenida del Torreón, pero al haber más bares está igual o peor. Me arriesgo a ir por la acera y tengo suerte de no tener que «pedir permiso» para poder caminar con una persona dependiente sin que se molesten. Igual si hubiera ido me hubieran obligado a bajar de la acera. No quiero imaginar si hubiera ido en silla de ruedas…
Dejo a mi madre en casa y al irme me dirijo a otra pareja de policías municipales, les cuento lo ocurrido y me dicen que me entienden y que lo mejor es que me dirija a la c/ Calatrava donde está la central y exponga allí los hechos.
Me despido de ellos deseándoles buen servicio. Cojo mi bicicleta y voy a la comisaría donde expongo los hechos como queja. Quizá hubiera tenido de denunciar, pero…¿a quién? ¿La situación quizá? Me toman los datos y me dicen que lo apuntan como incidencia, creo recordar.
Me voy cabreado no por la respuesta, sino por la situación. ¿Por qué tienen que estar así ciertas zonas en Ferias y fines de semana? He visto hasta niños sentados en los bordillos viendo ese espectáculo… Contenedores de basura con sus tapas usadas como «mesas» improvisadas de botellón. Botellas y vasos de plásticos por los suelos. Una o dos personas ya borrachas a las 9 de la noche.
Pienso que dedicar recursos humanos como policías a esta labor cuando podrían estar haciendo otras no me gusta. Luego dicen algunos y algunas que solo me dedico a criticar, que solo veo lo malo de la Ferias y a decir lo que no me gusta de ellas. Que le voy a hacer, soy así de «raro».
No entro a valorar otras actividades (unas me han gustado, otras no, sobre todo el tema taurino…ya me conocéis…). Lo que sí entro a valorar y criticar es que ya los botellones y la música a todo volumen no ocupan solo La Granja y la zona trasera del Campus, sino el mismo centro de la ciudad.
Hacía semanas que no escribía. Hoy lo hago «indignado». Buenas noches.
Luis Mario, totalmente de acuerdo contigo.
Los políticos están en otras «calles»
Luego, en periodo electoral, que sigan inventado propósitos.
Ya tengo decidido que no me molestaré en ir a votar.
Saludos.
Más razón que un santo, don Luis.
Luis no quieren los políticos solucionar el problema del botellon y la policia atada de manos, porque está claro que dos policías no pueden abordar un problema de orden público como este. Ruego al ayuntamiento, subdelegacion y junta que actúen de forma conjunta y erradiquen el problema.
Totalmente de acuerdo contigo. Aunque yo…más que «ruego», exigiría eliminación del botellón…directamente.
Entiendo y soy consciente del «daño» que se puede hacer a quienes venden los productos para el botellón, pero es inadmisible que se halla inventado un «festín» para perjudicar a ciudadanos que simplemente quieren pasear…sin tener que «pedir permiso».
Es la eterna dicotomía entre orden y libertad, lo que pasa es que en los últimos tiempos orden se asocia a fascismo y libertad a «hago lo que me da la gana porque si alguien me lo prohíbe es un fascista» y así nos va.
La única solución sería la educación, pero no la de la escuela, que también, sino la de todos los que formamos la «tribu»: familia, políticos, medios de comunicación, creadores, empresas… Pero, ay, amigo, con la libertad hemos topado. A los políticos solo les interesa ganar votos, sean de quién sean (vale igual el del zafio cretino que el del buen ciudadano, y el primero es más fácil, y barato, de conseguir), a los medios, ganar dinero, aunque sea extendiendo basura; a los creadores, su «libertad», siempre alejada de lo que ellos llaman «moralina» y «adoctrinamiento» (claro que en creadores meto, por ejemplo, a música como el reggaeton o series tipo «La que se avecina», que no estoy hablando de Lorca ni del maestro Rodrigo); a las empresas, los beneficios, aunque sea por encima de los derechos de los demás, y aquí me refiero desde la gran multinacional hasta el más pequeño negocio, sobre todo en relación a lo que se ha expuesto aquí y a las «terrazas» callejeras que llegando marzo se extienden como hongos tras la lluvia por nuestra ciudad (a ver cuánto tardan en «ocupar» la nueva obra frente a la Puerta de Toledo, se admiten apuestas), que tienen derecho a ganar su dinerillo y a sobrevivir, sí, pero también el resto a andar por la acera, etc. ¿Y la educación? Ná, eso es cosa de los maestros, cuando no es así, pues solemos confundir la formación con la educación. Así que, el uno por el otro, la casa sin barrer… Y así seguimos.
¿Tienen los políticos la solución? En un porcentaje alto, seguramente, pero no sólo ellos. Todos tenemos algo que decir, y hacer, en materia de urbanidad y respeto al prójimo y a sus derechos y necesidades.
La pregunta es, ¿está el derecho a hacer botellón (que dudo exista, pero bueno) por encima del de movilidad y accesibilidad? Yo la respuesta la tengo clara, pero está visto que muchos, o no la tienen, o no les interesa tenerla.
Un saludo
Completamente de acuerdo Luis. Lo has descrito perfectamente. Lo triste y lamentable que este problema lo sufrimos los vecinos del Torreón no solo en fiestas, sino durante todos los fines de semana del año. La degradación de este barrio esta llegando a lo máximo, y todo con la connivencia de la Alcaldesa y su equipo de gobierno, que en vez de hacer cumplir la ley, autorizan y ordenan cortar la calle hidalgos y madrilas para que se emborrache la gente, en detrimento de los vecinos que tenemos que soportar lo insoportable, no pudiendo acceder a nuestros domicilios sin tener que sortear a borrachos, suciedad, vandalismo urbano, olores a orín, etc.
Algunos teníamos la esperanza que con el nuevo equipo de gobierno las cosas cambiarían, que escucharían a los vecinos y que se enfrentarían a los problemas que la anterior Alcaldesa, no supo ni quiso atajar, pero aquí todo sigue igual, que digo igual, mucho peor, ya hasta les cortamos las calles para que se emborrachen, ensucien, se peleen, conduzcan de forma temeraria, etc…
Lamentable la imagen que se ha visto durante estos días por estas calles, en la Zurra los Jardines del Torreón quedaron como un verdadero estercolero, una fiesta popular que ha degradado en un macrobotellon, y el postvermú ya lo has descrito tú perfectamente. Y estos eran los que criticaban las ferias de años pasados, pues ¡enhorabuena! Sra. alcaldesa y concejales, los han superado y con creces. Lo triste es que lo que comienza siendo una excepción terminará siendo la regla. Los vecinos de hidalgos y madrilas ya sabemos que tendremos que huir de nuestros domicilios durante estos días. Aunque siempre cabe una opción, y es que se lleven esta «feria» a la puerta de sus casas.
Lo más triste de todo es que encima sacan pecho y se felicitan del «éxito» de las ferias.
Sra. Alcaldesa, gestionar y gobernar una ciudad es algo más que poner un simpática y bonita sonrisa a todo el que se le acerca, es ser valiente y tomar decisiones difíciles pero justas, ya está bien de intentar contentar a todo el mundo.
Saludos.
Ya imagino la Valoracion General de las Ferias
..mañana:
UN EXITO TOTAL. ALGUNOS INCIDENTES SIN IMPORTANCIA Y MUCHA PARTICIPACION.
Sin comentarios…!!!
tos son iguales, van a pillar cacho y punto
Bueno Mario. Compartiendo contigo lo difícil que es tener que «callejear» en el mejor sentido con una persona con dificultades motoras, creo que sólo tiene explicación desde el sentido que de 36 días al año, sólo la Semana de Ferias se «cierra» esas calles, que no son ni con mucho la plaza mayor.
Tómemoslo como los cortes de calle en Semana Santa o en el Carnaval. Quizá -seguramente- molesten, pero hay muchas personas que disfrutan de ello y son sólo unos días.
Si no pensamos así, conseguiremos que al final, las ferias, el carnaval, la semana santa, la pandorga y el desfile de reyes, se tengan que hacer en los polígonos. Donde a nadie molesta pero seguramente muy pocos participen.
365 días, que se me ha ido el dedito…