Una representación de la formación verde y del Sindicato Autónomo de Trabajadores de Incendios Forestales, se ha reunido en Guadalajara, para explorar sus perspectivas sobre el problema de los incendios forestales en nuestra región y buscar soluciones a los mismos.
La reunión EQUO – SATIF, celebrada en la sede de este sindicato, en el espacio Karaba, se enmarca dentro de los contactos habituales que desde el partido ecologista se vienen manteniendo con distintos colectivos y actores sociales de la región, ligados con la protección de las personas y del planeta, así como con la revitalización de nuestro medio rural.
Para el coportavoz regional de EQUO, Juan Carlos Ranz, “la visión de ambas organizaciones es plenamente coincidente, tanto en el análisis histórico, como en la visión del estado actual y sobre todo, en los objetivos a conseguir en el futuro. La ecología política apuesta, como principal medida de prevención de incendios, por un medio rural vivo, con servicios públicos para sus habitantes, en el que los protagonistas sean la ganadería y agricultura tradicionales, los empleos ligados a los aprovechamientos forestales, la selvicultura preventiva y un Cuerpo de Bomberos Forestales, con medios materiales y humanos suficientes y condiciones laborales justas”.
“Partíamos de un dispositivo tercermundista que se vio obligado a mejorar a partir del fatídico verano del 2005, que se ha visto, de nuevo, recortado en los últimos años y que todavía está lejos de ser un dispositivo que haya alcanzado su máximo potencial al servicio de la ciudadanía y de la naturaleza, porque los incendios no son sólo, un grave problema ambiental, sino también de emergencia civil, ya que por su creciente virulencia, cada año afectan a más urbanizaciones, pueblos o vías de comunicación”, ha señalado por su parte Raúl Antón Lozano del S.A.T.I.F.
Ambos representantes también han coincidido en la urgencia de abrir una línea de trabajo para regular un marco normativo de la actuación de cosechadoras en los períodos de riesgo alto de incendios, con el objetivo de tomar medidas eficaces para prevenir los incendios forestales provocados por aquellas cosechadoras que no respetan las normas de precaución establecidas y se preguntan, si la junta espera a que ocurra de nuevo, otra tragedia, para tomarlas, al igual que ocurrió con la prohibición de encender fuego en los montes, implantada desde 2005. Ambas organizaciones también comparten la necesidad de la ampliación de funciones del colectivo para que se convierta en un cuerpo integral de atención a emergencias en el medio rural, así como el reconocimiento de la categoría profesional de bombero forestal, ya reconocida en otras regiones como Extremadura o Andalucía.
Finalmente han resaltado que también tienen en común la horizontalidad en la toma de decisiones internas y el fomento de la participación de todas las personas implicadas en la vida de sus organizaciones, por lo que esta primera reunión entre ambas, marca el inicio de una colaboración mutua que se incrementará en el futuro y que continuará en el otoño, con la visita a la zona afectada por uno de los incendios de este verano.