El presidente de FECIR, Carlos Marín, ha dado las gracias, como santacruceño, por haber podido ser, este año, el pregonero de las pasadas ferias y fiestas de la localidad, que ha sido todo un orgullo para Marín, según manifestó en su intervención, ya que se trataba de una noche especial, en la que también recordó a su familia, amigos, paisanos y, a empresarios y autónomos, que han sabido hacer frente a diferentes crisis permaneciendo en el pueblo.
Destacó, en sus palabras, la historia de Santa Cruz y a los santacruceños, haciendo referencia al capítulo X de la segunda parte del ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, donde Sancho define a la gente manchega como “gente tan colérica como honrada que no consiente cosquillas de nadie”. Subrayó su ascendencia como nieto de navajero y ferroviario, esencias también de esta localidad y recordó todas sus vivencias durante años en un pueblo y las ferias de todos estos años, así como lo que significa el Carnaval y Semana Santa, donde disfruta de estas celebraciones.
Lo cierto, dijo, es que me siento profundamente orgulloso de venir de dónde vengo, pero también de ser lo que soy y soy sobre todo “empresario”. Una vez me preguntaron qué si esto de ser empresario o autónomo se nacía o se hacía uno, sinceramente no lo sé, le conteste, esto es como un virus que lo coges en casa o te entra con posterioridad, he conocido ambos casos, si es cierto que cuando te entra en la sangre ya no lo puedes dejar a no ser que las circunstancias y las penalidades te obliguen a ello. Y yo esto lo “mamé” en casa, mi padre me enseño que la empresa era y es nuestro Castillo y que había que defenderlo contra viento y marea. En este sentido, abogó por la defensa del empresariado que han sobrevivido a esta crisis y a los que no han podido hacer frente a la misma, por lo que reivindicó una verdadera ley de segunda oportunidad.
En el pregón también se refirió a su vocación, desde sus inicios, en participar en las diferentes organizaciones empresariales pertenecientes a CEOE y CEPYME, como es el caso en la actualidad de FECIR, de la que es presidente. Abogó por la unidad empresarial, y mostró las líneas fundamentales de la organización como son la negociación colectiva, la firma de convenios para sus asociados, las ferias comerciales y la formación. Por último, llamó la atención sobre la incertidumbre actual, que no es beneficiosa para el mundo de la empresa.
Finalizó recordando a su madre, su mujer e hijos por su apoyo constante y felicitando, de nuevo, las ferias a todos sus paisanos.